Me dediqué a perderte (Benedetto x Bareiro) (Omegaverse)

27. Conflictos del Corazón

La Mañana en el Predio de River: Nuevas Tensiones

En el predio de River, la mañana era fresca, y Adam se esforzaba por concentrarse en su entrenamiento. Sin embargo, las palabras de Milton y el mensaje de Darío aún daban vueltas en su mente. Entre la atracción creciente hacia Milton y el amor irrenunciable que sentía por Darío, Adam se encontraba dividido, atrapado en una lucha interna que no podía resolver tan fácilmente.

Mientras se preparaba para practicar, notó que Milton se acercaba. Aunque sentía una mezcla de emociones, la presencia de Milton le ofrecía una especie de consuelo, y su mirada transmitía un apoyo silencioso que lo ayudaba a mantenerse firme.

Milton C:- Loco, ¿querés que entrenemos juntos? Nos vendría bien coordinar algunos pases.

Adam asintió, intentando enfocarse en el juego. Milton, atento y cercano, se esforzaba por ser un soporte sin cruzar los límites, pero Adam percibía que, aunque estaba comprometido en ofrecerle su amistad, había algo más. En cada jugada, en cada intercambio de miradas, la conexión entre ellos se hacía más evidente, y eso despertaba en Adam una mezcla de nerviosismo y curiosidad.

Un Mensaje Especial de Darío para Ainhoa

Durante un descanso, Adam revisó su celular y encontró un nuevo mensaje de voz de Darío dirigido a Ainhoa. Sabía lo importante que era para su hija escuchar a su otro papá, así que se apresuró a ponerle el audio mientras ella descansaba en el sofá con su osito favorito.

Darío:- Hola, mi princesa. Espero que estés jugando mucho y haciendo caso a papi. Pronto voy a estar con vos y vamos a jugar juntos. Te extraño un montón, mi amor.

La pequeña sonrió emocionada y miró a su papá.

Ainhoa:- Papi Darío me quiere mucho, ¿no, papi?

Adam la abrazó, sintiendo la calidez de ese vínculo familiar que tanto deseaba conservar. Aunque la emoción de la niña le llenaba el corazón, también le recordaba la relación que él y Darío aún compartían, y las preguntas no resueltas que lo atormentaban.

Un Encuentro Inesperado: La Sinceridad de Milton

Esa misma tarde, Milton le propuso a Adam ir a tomar algo después del entrenamiento. Sentía que la confusión en la mirada de Adam era cada vez más palpable, y quería ofrecerle un momento de tranquilidad.

En una cafetería cercana, entre charlas casuales y risas, el ambiente se volvió más íntimo. Finalmente, Milton decidió expresar lo que sentía sin rodeos.

Milton C:- Adam, sé que estás pasando por mucho, pero no quiero que pienses que lo mío es solo amistad. Te quiero bien y quiero verte bien... y sé que te sigo gustando.

Adam, sorprendido, sintió cómo su corazón se aceleraba. La honestidad de Milton lo desarmaba, pero también lo confrontaba con sus propios sentimientos no resueltos.

Adam:- Milton, yo no sé si puedo... Estoy tan roto todavía por lo que pasó con Darío.

Milton lo escuchó con paciencia, su expresión era comprensiva, y simplemente le tomó la mano un momento.

Milton C:- No te estoy pidiendo nada ahora, solo quiero que sepas que no estoy acá por lástima. Lo que siento por vos es real, y voy a estar cerca siempre que me necesites.

Adam agradeció el gesto en silencio, reconociendo en Milton a alguien dispuesto a entender su dolor, pero también a alguien que veía en él una oportunidad para sanar.