🥀...Ava Smith no tiene un pasado que le guste recorder, mucho menos una vida de la cual se siente orgullosa. Sus manos se encuentran manchadas de sangre y aquellas heridas que una vez creyó cicatrizadas, se encuentran mucho más latentes que en un p...
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𝟏𝟏 | 𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐎𝐒.
La menor de los Smith se encontraba apoyada en la caravana de Dale, observando su alrededor mientras a su lado, April y Carl terminaban de ajustar las resorteras que ella les había enseñado a hacer con anterioridad. El pequeño Grimes se encontraba mejor, por lo que Hershel le había dado el permiso de levantarse de la cama, con la clara advertencia de que no podía hacer mucho esfuerzo pues su herida seguía sanando. Por lo que tanto ella como su hija se habían ofrecido a cuidarlo, después de todo, el chico prácticamente las seguía a todas partes.
A la distancia, Ava logró ver como Glenn se acercaba a ellos con una canasta de duraznos en manos. Le sonrió cuando llegó a su lado, aunque rápidamente frunció su ceño al notar la tensión en los hombros de su mejor amigo.
— ¿Quieren?— Glenn les ofreció, mirándola con escepticismo.
— Si, claro— Carl tomó tres duraznos, dándole uno a April y otro a Ava, quien miró con atención a su amigo.
— ¿Te encuentras bien, Glenn?— le preguntó, tras darle un mordisco a la fruta en sus manos.
— Si, te ves palido— Carl comentó al mirarlo.
— Y asustado— añadió April, ceñuda, al igual que su madre.
— Estoy perfecto, ¿por que no lo estaría?— cuestionó a la defensiva el coreano, dejando a la pelinegra y a los dos pequeños confundidos por su actitud.
— Vale, calma. Solamente estábamos preguntando, no es para que nos hables así— dijo Ava, extrañada—. Glenn, ¿estás seguro de que todo esta bien? Sabes que puedes hablar con nosotros, somos una tumba.
Los dos pequeños llevaron sus dedos a sus labios, fingiendo cerrarlos como si se tratara de una cremallera.
— Estoy a la perfección, ¿cuál es su problema?— volvió a tomar la canasta de duraznos, marchándose rápidamente de ahí en dirección a Rick y Shane.
— A la perfección mi trasero— Ava bufó, llevando su mirada a ellos—. ¿Saben qué le pasa?
— No tenemos idea, mamá— negó April.
— Nada de nada— prosiguió Carl.
Ava miró a Glenn a lo lejos, su mejor amigo no sabía mentir, se ponía nervioso. Y ella era buena a la hora de oler a los mentirosos, por lo que sabía perfectamente que él le estaba ocultando algo, solo tenía que descubrir que.
— ¡Hey! Lindo sombrero, amigo— Shane se acercó a ellos, mirándolos con una sonrisa. El pequeño asintió—. ¿Sabes qué le pasa a Glenn?— se giró hacia Ava, curioso.
— No, no tenemos idea de eso— respondió la mujer, apoyándose en la parte delantera de la caravana. Shane se puso a su lado y Carl se coloco frente a ellos.
