Señoritas de paz
Jaece
es perfecta para mí, su diminuto cuerpo se ajustaba al mío, su cabello olía a rosas lo que hacía que quisiera enterrar mi nariz en este, su respiración se escuchaba pesada y tal vez también era la causante de que mi corazón palpitara con rapidez o simplemente estaba enloqueciendo otra maldita vez.
—Silencio — susurro cuando escucho unos pasos acercándose no podía dejar que la descubrieran, sé que estaba escuchando algo que no debía y también presiento que si la castigaban no me gustaría para nada.
La miro asentir a mi petición y doy dos pasos más para que se sienta cómoda, sé que no puede ver mi cara debido a la oscuridad de donde no encontrábamos, pero eso era algo que no me importaba porque tarde o temprano ella sabría de mí.
— No deberías estar aquí —su voz suave se escuchó en un susurro que me hizo apretar, mis manos se escuchaba tan bien.
Irónico que me dijera aquello cuando ella también estaba en un lugar que no debía.
— Tú tampoco — murmuré divertido.
Niego aun sonriendo cuando escucho sus pasos alejándose, camino por el angosto pasillo como si el lugar me perteneciera y me acerco a la habitación donde se escuchaban los gritos.
Miro por la pequeña ventana y mi curiosidad aumenta al ver una chica con la mirada baja y todo el cuerpo ensangrentada, así que eso fue lo que vio Sara.
Eso era lo que necesita diversión, escucho unos pasos detrás de mí y no volteo porque sé que se trata de Dexter, quien al parecer le aburría la situación.
— La vieron —pregunta a lo que yo asiento.
Camino hacia la salida, con pasos silencioso, sé lo que pasara y estaba más que dispuesto a ayudarla, porque lo hacía si esa era la pregunta.
Porque lo veía en sus ojos era algo que ella me transmitía sin saberlo, su oscuridad me atraía y sabía que dentro de ella habitaba un monstruo, uno que yo quería liberar.
Dexter me seguía sin decir nada, lo que hacía que me perdiera más en mis pensamientos.
Camino hacia mi loquero notando que dalton me esperaba afuera con la curiosidad reflejada en su rostro.
— La viste
Asiento, mientras lo veo abrir la puerta caminamos hacia el ascensor, Dexter permanece en silencio.
— Saldré otra vez mañana —pronuncio mientras nos detenemos en el tercer nivel.
Dalton me mira con la diversión teñida en su rostro.
—Cuenta conmigo.
Sabía que quería venganza muy en el fondo dalton quería castigarme y pensaba que si me acercaba a sara sufriría lo cual dudaba.
Yo la liberaría, sabía que la castigarían y también sabia que ella no aguantaría mucho, cada día que pase mirándola por mi pequeña ventana podía ver como se apagaba.
Podía verla marchitándose, aunque en un principio trate de no prestarle atención hasta que sentí que yo podía ayudarla, podía hacer que ella renaciera.
Había dos caminos en esta vida, la oscuridad y la luz y ella definitivamente estaba en el medio, podría ser la persona que traería luz a mi vida o de igual manera más oscuridad de que ya tenía y no me importaba.
Porque eso lo decidiría ella.
Entro en mi habitación y noto como dalton cierra por fuera camino de un lado a otra tratando, miro por la pequeña ventana está de noche.
Mentiría si dijera que dormí, no pude, esperaba que pasaran las horas y cuando el día llego yo aún estaba junto a la pequeña ventana esperando verla salir a tomar el sol y no paso.
Ella no salió y sabía que era mi momento, miro la tarjeta que le robe a dalton en un descuido y camino hacia la puerta abriéndola despacio.
Salgo y miro a Dexter parado frente a mí, no me sorprende, Dexter tiene una habilidad para detectar mis pensamientos, es como si los leyera.
— La castigaron —pronuncia.
— Es momento de ayudarla entonces.
No pensaba decidir por ella, solo colocaría en su poder algo que sabía que ella deseaba, miro la navaja que Dexter sostenía en su mano.
Yo la ayudaría y ella decidiría si en verdad la directora vivía o moria, elegiría la oscuridad o solo sería luz.
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A Través De Las Sombras [Sin Editar]
Художественная проза"El pecado no está permitido" En el pequeño y tranquilo pueblo de Jackson existe una guerra de poder entre el bien y el mal. Todo debe seguir su curso, las reglas deben cumplirse. Pero que pasa cuando un asesino serial sale a la luz amenazando con s...