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Quackity y Luzu eran una de las famosas "parejitas" en el instituto, típica dupla que se presumen mutuamente por todo el entorno yendo agarrados de la mano y besándose en público frente a todos. Pero hay cosas que no muchos saben, solo ven lo superficial, es decir: la parte linda de su "amor".
Desde hace días y casi semanas, Luzu había pensado en dar por finalizada su relación debido a distintos motivos. Quackity estaba empezando a ser celoso a niveles de obsesión, sentía que ya no había la misma chispa en ellos y uno de los factores más importantes: había otra persona que le llamaba la atención la cual hace poco había empezado a acoplarse en su grupo de amigos y antes de ser infiel prefería terminarlo.
Mientras todo esto ocurría en la mente de Luzu, Quackity se concentraba en copiar lo que la profesora estaba dictando. El timbre estaba a cinco minutos de sonar y lo que el castaño planeaba era ir con Quackity a las escaleras de emergencia donde usualmente no había gente y era un lugar cerrado, lo cual era perfecto para hablar seriamente.
— Luzu, ¿Quieres que te pase lo que hemos escrito? No te he visto escribir en toda la clase. — Mencionó Quackity al poner el punto final en su hoja, la maestra decidió por fin dejar de dictar. Luzu reaccionó a este comentario unos segundos después con un simple "sí, claro" para volverse a concentrar en sus pensamientos.
El azabache sabía que esto no era una actitud muy común de esta pareja, le enojaba un poco el hecho de que este lo ignorase por completo. Algo andaba definitivamente mal.
Cuando sonó el timbre, Luzu agarró su mochila para colgarla en su hombro y con su brazo libre agarrar la muñeca de Quackity apresuradamente.
Iban con un paso apurado por los pasillos, la altura de Quackity no le permitía seguirle el paso a su pareja a la perfección así que iba dando pequeños saltos.
Al llegar, Luzu cerró la puerta detrás de si mismo y se aseguró que no hubiera nadie en la escalera. No sabía siquiera como empezar, estaba muy seguro de que Quackity haría un drama y eso era uno de los puntos por los cuales quería terminar esa relación, Quackity no respetaba su punto.
Se sentía ahogado ¿Por donde empezar? Pero si no lo hacía hoy, no lo haría nunca y terminaría siéndole infiel con lo cual no se sentiría bien así que tomó un respiro grande y empezó. — Quackity, desde hace ya un tiempo he sentido que esto ya no es necesariamente amor, lo interpreto más como una obsesión, además no estás respetando ninguno de mis puntos de vista. Siendo objetivo... Quiero terminar —.
Estas palabras retumbaron en la mente de Quackity como un eco, era claro que estaba dependiendo de el y soltarlo no iba a ser así de fácil. Un tic se hizo presente en su ojo antes de levantarse agresivamente. De la misma manera agresiva y brusca tomó el cuello de la sudadera de Luzu, rebajandolo forzadamente a su altura.
— Escúchame, si me dejas, me mato y todo va a ser tu culpa, así que es mejor que reviertas todas las palabras que acabas de decir o te va a ir más mal de lo que piensas, ¿A caso quieres que tus amiguitos y toda la escuela se de cuenta de que eres un mounstro? —. Concluyó todo esto con una pequeña risa, pero esta vez, Luzu no se iba a dejar. Era imposible que Quackity lo tuviese casi amarrado, estaba obsesionado y era incómodo.