Capítulo 5

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Era el final de mi última clase del día, cuando la secretaria del director Bezares tocó la puerta del salón.

—Disculpe, profesor, ¿podría salir un momento para que hablemos? —solicitó con tono amable. El profesor accedió y salió.

Aproveché la pausa para revisar mi celular en busca de alguna notificación. Sin embargo, no tuve tiempo de ver mucho, ya que el profesor regresó de inmediato.

—¿Señorita Gala? —su voz resonó por el salón, mientras me buscaba entre los alumnos. Levanté la mano para que supiera dónde estaba. —Ah, ahí está. El director Bezares ha solicitado que pase por su oficina, por favor.

Las miradas curiosas de mis compañeros se clavaron en mí como cuchillos. ¿Qué diablos había hecho ahora? Las teorías empezaron a formar una tormenta en mi cabeza, pero ninguna hacía sentido. Yo solo trataba de ser invisible en la universidad, sin involucrarme en nada que me causara problemas.

Cuando llegué a la oficina del director, me dirigí hacia la secretaria y le informé que ya estaba allí. Ella le pasó el mensaje al director, quien rápidamente me dio la autorización para pasar.

Mi corazón latía más rápido de lo normal, pero traté de mantener la calma. Tal vez solo fuera una reunión rutinaria. Al fin y al cabo, el director Bezares solía hacer esas cosas para evaluar el desempeño de los estudiantes.

—Buenos días, señorita Gala —dijo el director con tono serio. —Seguramente se está preguntando por qué la cité.

Asentí con la cabeza, deseando que fuera algo inofensivo.

—Lo que sucede es que hemos recibido quejas de algunas alumnas sobre su comportamiento —me dijo, mirándome con seriedad.

—¿Perdón? —respondí, tratando de ocultar mi incredulidad. —Creo que se está confundiendo de alumna. No he tenido problemas con nadie últimamente.

El director levantó una ceja, y sin cambiar su expresión, continuó.

—La señorita Karime Pindter me comentó que usted la había encerrado en el baño de mujeres el día de ayer. Solo quiero saber si eso es cierto.

En ese momento, mi cerebro hizo una pausa. Karime. ¿La chica perfecta de la universidad? ¿La estrella del campus? ¡¿Había ido de chismosa con el director por un incidente tan tonto?!

—Bueno, sí —respondí tras un largo silencio, sintiendo que las palabras me quemaban en la lengua. —Pero no fue gran cosa.

—Señorita Gala, encerrar a alguien en los baños de la universidad es una violación grave de las normas de la institución y de nuestro código de ética. Por eso, lamentablemente, tendré que asignarle una sanción —me dijo con tono firme, y mis ojos se abrieron como platos. No podía creerlo.

—¿Y cuál será mi castigo, director? —pregunté, ya imaginando lo peor.

Su sonrisa apareció, pero no era tranquilizadora.

—A partir de este viernes y hasta el final del curso, trabajarás con Karime en la editorial de la escuela.

La noticia me cayó como un balde de agua fría. Mis peores temores se hicieron realidad. Tendría que pasar horas con ella, la reina del campus. Mis viernes, ¡mis preciados viernes!, serían secuestrados por la misma persona que me había metido en este lío.

—Ok... entiendo que esto sea parte de la sanción —dije, tragando mi frustración—, pero no entiendo por qué tengo que ir a la editorial los viernes.

—Karime estudia en el posgrado las tardes de los otros días, y viernes es el único día que tiene libre —me explicó el director.

Eso no me tranquilizó ni un poco. De hecho, me dio flojera pensar en cómo Karime ya tenía su vida tan organizada mientras yo solo trataba de sobrevivir al día a día.

Never Let Me GoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora