Sentencia Al Corazón

9.Inocente

Sus manos empiezan a temblar y solo trata de contener las lágrimas, la preocupación en el moreno se hizo presente, nunca la había visto así.

—Descuida, estará bien

—No lo quiero perder-— susurra— es lo único que tengo, y tengo el presentimiento de que cada vez se me escapa de las manos

—Eso no va a pasar, y me tienes a mí eh, más te vale que me escojas de padrino— bromea

Logra sacarle una sonrisa y tranquilizarla con sus bromas, como era de esperarse la Doña recobra fuerzas y luego de que el juez apareciera de nuevo regresa a su lugar. Mónica a lo lejos le regala una sonrisa la cual devuelve y la tranquiliza mucho más.

—...declara a Altagracia Sandoval Ramos, inocente

El juzgado no tardó en estallar a murmuros, Altagracia alcanza a visualizar a lo lejos algunos familiares de los Monkeys refutando pero solo sonríe victoriosa y decide no prestarles atención.

—Te lo dije, guapa

—Excelente servicio Licenciado

Estuvo a punto de besarlo si no es porque el bullicio le recordó que están en un lugar público y que no son más que amantes, aunque a veces se les olvide.

Salen del juzgado tratando de evadir reporteros y demás personas pero por alguna razón a Altagracia se le ha hecho muy difícil evadir al futuro padre de su hijo.

—Altagracia

—Ahora no Saúl

—Me alegra que hayas quedado en libertad, podríamos hablar un rato

—No, necesito salir de aquí ya de aquí

—Te invito un café cuando..

—Que no

—Escucha, haz estado evadiendome y lo único que necesito es que nos sentemos a hablar como dos adultos responsables que tienen algo muy importante en común

—Escúchame tú a mí, yo no quiero hablar contigo y menos ahora, no es el momento ni el lugar

—¿Qué parte no te quedó clara para repetirtela rompiéndote el hocico?

Altagracia empieza sentirse débil pero aún así toma el brazo de José Luis para evitar cualquier enfrentamiento.

—No estoy hablando contigo, quítate

—Altagracia— aparece Mónica— ey, mírame, ¿estás bien?

—Necesito salir de aqui— niega

—Altagracia, espera

—Déjame en paz de una maldita vez— le grita ganándose la atención de todos— si no me das mi espacio te pondré una orden de restricción y te aseguro que ahí si no sabrás nada del bebé, espera a que nazca y vemos que hacemos pero ahora déjame en paz

—Está bien, solo quería llegar a un acuerdo pero ok, esperemos a que nazca y ojalá me dejes

No pudo continuar la frase ya que su mirada, junto a la de Mónica, Navarrete y Matamoros se dirigió a los pantalones de la rubia, ella no se había dado cuenta debido a la adrenalina que le generó el coraje pero en cuanto se percató, un intenso dolor se hizo presente. Matamoros la cargó de inmediato antes de que los demás se dieran cuenta y se las ingenió para sacarla de ahí.

Navarrete

Corro detrás de Matamoros y le pido que se ponga al volante así que me paso atrás con Altagracia.