-Qué forma tan extraña de un reencuentro.- mencionó con una sonrisa ligera, él volvió a bajar la vista.
-No quiero que me veas así.- dijo tapando con sus manos su rostro, la chica suspiró, aún sosteniendo el paraguas para ambos.
-La soledad es buena, pero no deberías de... sabes, estar aquí tan descubierto con el clima que hace.- mencionó, Kim negó a sus palabras.
-No te preocupes, estoy bien.- dijo en un susurro que casi no escucha.
-Si estuvieras bien no estarías así, aquí... mojándote y llorando bajo la lluvia, Seungmin.- dijo. -Déjame sostener el paraguas para ti, puedes hacer como si yo no estuviera, no te preocupes.- quedaron en silencio tras sus palabras.
-Siéntate.
-Me voy a mojar, no gracias.- dijo simple, -Deberías de ir a casa... te vas a enfermar.- Seungmin sonrió, ya estando más tranquilo de su llanto pasado, pues sinceramente le costaba trabajo llorar si había alguien cerca.
-No tengo a donde ir. No quiero ir a casa.- admitió.
-Te vas a enfermar aquí afuera.- insistió.
-Si me tengo que enfermar; me enfermaré. No puedo hacer mucho más.- se alzó de hombros y peinó sus cabellos hacia atrás.
-Ven, tienes que tomar una ducha.- dijo y él la miró extrañado. -Te estoy diciendo que vengas, levántate.- por el tono empleado siguió la indicación, dando su cabeza con el paraguas al hacerlo. -Vamos a mi departamento, no queda muy lejos.- añadió, tomando la muñeca de Seungmin para caminar ambos bajo el paraguas.
Kyujin seguía caminando mientras tiraba de Seungmin, quien se quedaba procesando todo. La veía y parecía irreal.
Era exactamente igual que antes, con la diferencia de que sus rasgos antes tiernos ahora eran algo más refinados, cambiándola a un rostro más adulto pero a su misma vez linda.
No eran niños, es evidente que no iba a seguir igual.
Se dejó llevar por sus pensamientos mientras aún era arrastrado por la chica, quien tomaba su brazo. Notaba como la mano de ella era incapaz de cubrir toda su muñeca a pesar de lo delgada que era, sonrió por ello ya que la chica se mantenía bonita.
Se regañó a sí mismo ante dicho pensamiento.
"¿Por qué piensas en eso? ¿Qué importa?"
Su conciencia hizo aparición y desvió la vista del rostro de la chica.
Una cuadra más ella se detuvo y soltó su mano, rebuscando en su bolso unas llaves con las que luego abrió la puerta.
-Pasa.- indicó mientras cerraba el paraguas, ya resguardada en el techo del portal, con Seungmin sosteniendo la puerta para ambos.
Subieron caminando hasta el segundo piso donde Jang volvió a utilizar su juego de llaves para abrir la puerta, haciéndose a un lado para que su invitado pudiese pasar.
ESTÁS LEYENDO
The secret revenge²
FanfictionUn amor no superado puede llevar a tantas cosas... Especialmente si tras él vive el sentimiento de rencor por un rechazo. ¿Hasta dónde sería capaz de llegar en busca de venganza? O... si realmente puede llevar a cabo su plan. Después de todo... Dond...