Una buena mano | Wonhui

|Capítulo 5: Proceso.

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Wonwoo estaba que gritaba pero esta vez de la emoción, al salir del centro comercial donde estaba la oficina de Junhui no pudo evitar saltar y sonreír.

Estaba muy aliviado, y había quedado flechado con el fisiatra, ahí lo detallo de extremo a extremo, era muy hermoso con un cuerpo de infarto, sin embargo ahorita estaba pendiente de su proceso de levantamiento de pene.

Al llegar a su casa sus padres lo bombardearon con preguntas.

–Les digo, fue un amor. Hizo unas presiones y hubo indicios de algo, lo veré los sábados en la tarde.– les informó a ambos.

–¡Que bueno! Ya estaba preocupada por ti, hijo.– quería tener nietos, nadie la culpaba. Wonwoo sonrió y asintió yendo por comida.

El resto de la semana se ocupo de llevar sus días como los mantenía anteriormente, dormir mucho, tomar mucha agua, hacer ejercicio, comer en buenas cantidades y hacer una que otra pintura nueva.

Había creado un sitió en internet para vender sus lienzos y retratos de todo tipo, en eso se mantenía ocupado. Sus amigos seguían al pendiente pero hasta que no estuviera recuperado no saldría como antes, es más ahora le estaba agarrando gusto a mantener su vida así, fresca y en paz.

Tuvo alguna conversación con Seungkwan sobre su fisiatra y su amigo le había aconsejado que le coqueteara, sino funcionaba que cambiará la táctica. Pero él no veía a Junhui de esa manera, era diferente, le atraía por supuesto, es hermoso, sin embargo no quería adelantar nada, solo dejar que las cosas fluyeran.

Ese sábado había terminado de hacer un retrato para un cliente en específico, y había quedado lleno de pintura, él se baño corriendo y se puso cualquier cosa para ir al lugar de trabajo de Junhui.

Al bajar del auto salio mirando el centro comercial, subió al piso correspondiente y tocó el timbre, al ratito la puerta fue abierta y un rubio hermoso le dio la bienvenida de nuevo con una sonrisa.

–Hola, pasa, pensé que no vendrías.– dijo Junhui avanzando hacia la ultima habitación seguido de Wonwoo.

–Hola.. Si, disculpa, estaba ocupado.– murmuró Wonwoo sentándose en la silla.

–Esta bien, bueno para empezar quiero hacerte unas breves preguntas sobre que tipo de ejercicios haces..

–De todo un poco, un día me concentró en una parte del cuerpo, otros en otras y así voy variando.

–Bueno, para estimular y presionar tu pene necesito que empieces a hacer este tipo de ejercicios.– le mostró una hoja impresa con los tipos de entrenamientos que ayudaban a su condición. Wonwoo agarro la hoja y la miro.

–Si, alguna de estas ya las he hecho pero no muy seguido.– ese tipo de ejercicio era para el abdomen y eso ya lo tenía marcado por lo que no le tomaba importancia.

–Ahora es importante que las hagas, diariamente si es posible, mientras más se estimule superficialmente esa zona– apunto en el centro– mejora el proceso.

–Entiendo, Junhui. Lo haré, lo haré.

–¿Has intentado masturbarte?–. Preguntó sin rodeos el rubio. Wonwoo se atraganto con su saliva pero luego se recompuso.

–B-bueno, en realidad no..– Se sincero, no había tenido tiempo para eso.

–¿Por qué? Es parte clave que lo hagas, o sino no sabremos, ¿has visto porno? O ¿Has intentado hacer que te pongas erecto?– volvió a indagar.

–Nada de nada, he estado más ocupado trabajando y haciendo ejercicio que masturbandome.

–¿Desde cuando no lo has hecho?–. Preguntó esta vez, ese era su trabajo pero en esta ocasión estaba disfrutando el hacerle ese tipo de preguntas al azabache.

–Unos días antes de venir por primera vez, quizás unas dos semanas.

–Ven, vamos a hacerte un masaje y presionarte. – se levanto y le indico que se acostara en la camilla que estaba cubierta por un plástico.

–¿Qué harás?

–Necesito que subas tu camisa y bajes tus pantalones.– le pidió mientras buscaba aceite de almendras – Y ya te dije, te haré un masaje y presionare como en la sesión pasada.

–Bien, bien.

Wonwoo bajo sus pantalones y subió su camisa antes de acostarse, miro a Junhui quien buscaba aun el aceite, al tenerlo se devolvió al azabache.

–Baja también tu bóxer.– pidió acomodándose a un lado de la camilla. Wonwoo bajo su bóxer quedando desnudo entre el pecho y sus rodillas.– No tienes que tener vergüenza conmigo, yo estoy aquí para ayudarte, tienes que entender que sin la estimulacion no sucederá nada.– hablo el rubio regando aceite sobre el abdomen de Wonwoo, también derramó en sus piernas y por su pubis, menos mal que había decidido depilarse.

–Lo entiendo, has lo que necesites, Junhui.

El rubio le dio una sonrisa, acercó sus manos al abdomen y comenzó a masajear la zona dando leves presiones al centro donde sabía que tendría algún poder.

Bajando por el centro delineó las partes externas del pubis sin tocar el miembro para seguir bajando a los muslos y dedicarse a hacer lo mismo, dejando leves presiones y masajes eróticos.

Poco a poco subió su mano de nuevo al pubis y masajeo esa zona, dándole largas a la estimulación.

–Oh..– jadeo el azabache.

Las manos de Junhui agarraron su miembro y empezaron a dar caricias, él sabía que el azabache podía sentir la presión y el hormigueo pero hasta que el miembro no se parara no sentiría el placer en sí para poder descargarse.

Así que oír el jadeo era un indició, presionando el pene de Wonwoo dio caricias e iba y venía, subía al abdomen, bajaba a los muslos y volvía al centro para masajear y profanar el miembro levemente menos flácido.

–Puedo sentir tu pene un poco más duro que antes, si tienes tiempo haz lo en tu casa, sino puedes dejámelo a mi.– le hablo Junhui, Wonwoo sintió tanto y a la vez nada, quería descargarse pero no llegaba la sangre completamente a su miembro para poder hacerlo, tener a su sexy fisiatra agarrando su miembro lo ponía pero no podía liberarse y quería patear miles de sacos de boxeos.

Cuando el aceite se seco Junhui quito sus manos, fueron aproximadamente cuarenta minutos de masaje intensivo a esa zona en particular. Junhui sonrió comprensivo y busco una servilleta para limpiar el líquido preseminal y el resto de aceite que no fue usado. Él mismo limpio el miembro del azabache.

–Listo, puedes ponerte tu bóxer y tu pantalón.– le comunicó al azabache, quien se veía con cara frustrada.

–¿Terminamos?–. Preguntó seco, quería llorar pero ni las lágrimas le salían.

–Oye, Wonwoo, tranquilo, si quieres podemos vernos dos veces a la semana, no te enfrasques en eso, sigue consumiendo tu tiempo en otras cosas... – Aconsejó él –. Veras que cuando menos te lo esperes ya estarás bien, es poco a poco.

Wonwoo cerro los ojos y asintió terminando de bajarse la camisa negra que escogió.

–Si... Tienes razón, gracias Junhui. ¿Qué días nos vemos entonces?

–Los sábados igual y podrían ser los miércoles.– miro rápidamente su agenda. Wonwoo sonrió.

–Bien, nos vemos el miércoles, adiós Junhui.

–No olvides los ejercicios, adiós. – Junhui cerro su puerta y como antes lo vio irse, quería hacerle otro tipo de preguntas personales, como el resto de pintura que tenía a un lado en las costillas, pero no era profesional de su parte, como el tampoco era mirarlo con esos ojos con los que lo estaba haciendo.

Suspiro esperando a la anciana que iba por masajes de circulación.

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