Limonero

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Narra Eun Na.

Nunca pensé que iba a pasar mi primer celo en medio de una guerra. Después de pasar muchas horas de dolor extremo, y con el chico de mis sueños, literalmente.

Aún estábamos ahí acostados, aclarando las ideas. Sentía un nerviosismo inmenso, aunque son sus emociones, las siento como mías.

Sé que me anudó sin protección, y no es que no quiera hijos, pero no creo que sea el momento oportuno para tenerlos. No cuando la guerra está comenzando y ni siquiera sabemos cuánto durará el invierno.

Me preocupé de inmediato, él lo notó, pues me abrazó con fuerza mientras me susurraba "lo siento" miles de veces.

No te preocupes tanto –Eun Mi me habló por nuestro vínculo.

Y me preocupé aún más, pues sé que esto es culpa de ella, mi celo no llegaría hasta hoy, pero no vería a JungKook, y esa era una oportunidad que no iba a dejar pasar mi maldita zorro.

— Tú y yo vamos a hablar seriamente luego –Ella bufó, pero poco o nada me importaba.

Solo pensaba en la posibilidad de un embarazo, por la madre Luna, si algo así pasa, dejaré de ser la mestiza de la profesía y pasaría a ser una Delta de alta extirpe.

No estoy preparada para ser madre, y a través del vínculo que ahora nos une JungKook me informa que él tampoco está listo para ser padre.

— Lo siento tanto, no era mi intención, no sé porqué lo hice –Lo beso suavemente y le sonrío para no hacerlo sentir mal.

— Tranquilo, ya veremos cómo resolvemos esto –Intenté levantarme pero el dolor en mi vientre bajo me hizo quedarme acostada.

— Descansa un poco, no dormimos en toda la noche, y tienes el día libre por estar en tu celo –Asiento–. Iré a por algo para comer, cuando comamos algo nos daremos una ducha.

Sale de la cama como la Luna lo trajo al mundo y madre mía, que bueno está. Caminó desnudo por toda la habitación recogiendo la ropa y dejándola en el sofá de mi habitación.

Incluyendo también la que me quité por todo el pasillo. Odio el desorden, y más si es en mi cabaña, él lo sabe, me a visto perder los estribos por algo tan banal como eso.

Una vez salió del cuarto y sentí como bajaba las escaleras me senté aún con todo el dolor que tenía y mirando a la ventana le hice la seña que necesitaba para que entrara.

— Mi Alfa, estas son las noticias más recientes del último ataque conformado en Seúl, cerca de la frontera, los guardias la han protegido con todas sus fuerzas, pero cada vez se debilitan más –Tomo el notidiario y lo leo rápidamente.

"Otro ataque detenido por las fuerzas de los guardias de la frontera"

Ayer se llevó a cabo un nuevo intento por adentrarnos a la manada del bosque de Busan, pero al parecer sus fuerzas son inagotables.

Defendieron con uñas y dientes la frontera de su manada imposibilitando el paso y decapitando a todo el que no diera su brazo a torcer durante el ataque.

Nos informas que perdimos a más de 68 Betas en batalla y 40 Alfas que fueron tomados como rehenes para luego humillarlos públicamente mientras le sacaban las entrañas en vías públicas.

¿Dónde estará la persona que planea su línea de defensa? ¿Por qué nunca a dado la cara?

Le devuelvo el periódico y de una gaveta de mi mesa de noche tomo un pequeño mapa de la frontera y un lápiz.

|| Mestiza ||→jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora