Nᴇᴡ ᴅᴏʟʟ

9.

A la mañana siguiente, Sakura despertó temprano, aún sintiendo el peso del día anterior. Caminando por los pasillos de la base, escuchó a algunos miembros de Akatsuki hablando en voz baja, mencionando su nombre con una mezcla de respeto y sorpresa. Intrigada, se acercó discretamente y logró escuchar la razón: había sido oficialmente añadida al libro Bingo, clasificada como una ninja de clase S.

Sakura sintió un escalofrío recorrerle la espalda al darse cuenta de lo que eso significaba. No solo Konoha, sino todas las aldeas sabrían que ahora era una amenaza de alto nivel. Su rostro, habilidades y antecedentes estarían ahora a la vista de todos los cazadores y ninjas que buscaran eliminar o capturar criminales peligrosos.

Poco después, Sasori la encontró en los pasillos, con una leve sonrisa de satisfacción en el rostro.

—Bienvenida al club de los buscados, ningyõ —dijo, con un tono casi orgulloso—. No todos logran esa clasificación tan rápido.

Sakura intentó disimular su incomodidad con una sonrisa tensa, mientras pensaba en cómo Naruto y sus antiguos compañeros reaccionarían al saber que ahora era considerada una de las ninjas más peligrosas del mundo.

Sasori y Sakura se dirigieron a la sala principal, donde Pain los esperaba con su imponente presencia. Konan estaba a su lado, seria y observadora. Pain no perdió tiempo en explicar la misión.

—Necesito que ambos viajen a la Nación del Rayo —dijo con tono severo—. Existen rumores sobre un pergamino con información prohibida, relacionada con antiguos secretos de combate y técnicas de sellado. Esa información podría ser útil para Akatsuki.

Sakura asintió, ocultando la tensión que sentía bajo su expresión neutral. La Nación del Rayo era conocida por su estricto control y poderosas defensas, especialmente en torno a información clasificada. Sabía que esta misión no sería sencilla.

Sasori cruzó los brazos, manteniendo su actitud calmada pero calculadora.

—Entendido. ¿Hay alguna indicación de dónde podría estar ese pergamino? —preguntó, siempre analizando la estrategia.

—El pergamino podría encontrarse en una fortaleza al norte de Kumogakure, protegida por ninjas de élite —respondió Konan—. Deberán ser cuidadosos. Es probable que encuentren resistencia.

Pain los miró con intensidad.

—Recuerden, esta misión es crucial. No podemos permitir que este conocimiento caiga en manos equivocadas.

Ambos hicieron una inclinación respetuosa y salieron de la sala. Al dirigirse hacia la salida de la base, Sasori observó a Sakura y notó la firmeza en su postura, incluso con la cinta cubriéndole los ojos.

—Parece que el entrenamiento y el pergamino están rindiendo frutos ningyõ —comentó Sasori con leve satisfacción.

—Haré lo que sea necesario para cumplir con esta misión —respondió Sakura, determinada.

Sin más palabras, ambos partieron hacia la Nación del Rayo

El viaje hacia la Nación del Rayo fue largo y tenso, cada paso acercándolos más a la peligrosa fortaleza de Kumogakure. Las montañas y el clima cambiante del País del Rayo dificultaban su camino, con fuertes vientos y niebla cubriendo los senderos. Sakura, con la cinta en los ojos, usaba su chakra para percibir su entorno, mientras Sasori avanzaba sin ninguna señal de nerviosismo.