Capítulo 2: El acosador

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En la academia ninja de repente alguien es empujado y arrojado contra el suelo, una vez más Naruto es apaleado por el pequeño Omega Uchiha que lo vé con ojos fríos, aún de pie.

Todo el mundo se burla y le gritan lo débil que es al dejarse aplastar por un simple Omega, lo cual incomoda a Naruto ¿ En qué planeta uno pensaría que el Omega Sasuke era alguien normal? Claramente es un súper monstruo con fuerza de camionero.

- Oye... ¿ Estupido? Ponte de pié, deja de hacer el ridículo.

Una mano se extiende hacia el y no es otro más que Sasuke el que lo ayuda a ergirse. Naruto acepta la cortesía de mala gana y así ambos se acompañan mutuamente de regreso a la fila, ésta vez los maestros los obligaron a competir el uno contra el otro. Generalmente Naruto no discutiría al respecto pero estaba claro que esta vez el profesor se traía algo en contra suya, de otra forma no lograría entender qué es lo que se supone debería aprender de ésto, el mejor de la clase contra el peor¡ vaya chiste! Lo único que aprendió fue que aveces un ataque en el culo podría salvarte la vida.

-¿Todavía sigues molesto ?

Una mano fría acaricia su mejilla y es todo lo que Naruto necesita para que el sol lo alumbre de nuevo. Sonrió y respondió un divertido:

- ¡Para nada!

Ambos caminan uno al lado del otro, como descendiente de un Uchiha mestizo, tanto a Sasuke como su abuelo le fueron negado la posibilidad de residir en el distrito Uchiha. El líder Tajima había argumentado que al ser Uchiha únicamente por parte de padre no lo convertía en un Uchiha de verdad, y bueno, de su abuelo materno ni hablemos.

Al igual que Naruto, Sasuke no llegó a conocer a sus padres, debido a las constantes guerras ambos habían perdido la vida en el desenlace de éstas. Sin embargo, Sasuke no puede decir que las cosas van mal, después de todo al menos tiene a su abuelo y al tonto de Naruto, que por cierto, también era su vecino.

- ¡ESTOY EN CASA!

Su voz es desmotivada y cansada, como todo un preadolescente decepcionado de la vida, el anciano Susuke ni siquiera asoma la cabeza para ver de quien se trata, pies siendo arrastrados, mochila siendo arrojada al suelo, abrigo arrojado en el sillón. Cuando el anciano logra ver ésto no puede evitar reír y negar con ganas mientras procede a retirar los bollos de la vaporera.

- ¡Sasuke., eres tú ¡¿ Qué tal tu día hoy ee?

El aludido quien se encontraba bebiendo un vaso de agua recién servida volteo a ver hacia la cocina, con naturalidad él respondió:

- Lo de siempre, nada entretenido

Sasuke regresó su atención a su vaso pensando vagamente " ¿ Qué hay de entretenido en golpear a Naruto de vez en cuando, como siempre?

- ¡SE TE ESCUCHA IRRITADO! ¿Qué opinas de ir a pescar? Solos tú y yo, ¿Te gusta pescar, no es así?

El anciano grita desde la cocina y Sasuke solo atina a sonreír mientras escucha todo el alboroto de sartenes y ollas detrás de el. Piensa en las palabras de su abuelo, le gustaría aceptar pero, sin embargo el... Dió una mirada de reojo a su abandonada mochila

Lo cierto es que él ya tenía planes.


Esa tarde ceno y fue temprano a la cama, no sin antes cepillarse los dientes y colocarse su habitual pijama. Media hora después de estar recostado en su cama, Sasuke abrió los ojos con lentitud, en la habitación la luz de la luna se asomaba victoriosa, alumbrando tenuemente cada objeto. El Omega respiró profundo y con suavidad removió las mantas. Cree que el abuelo ya debería estar durmiendo al igual que Naruto en el suelo del comedor. Los pies descalzos se deslizan en la fría madera mientras que la palida mano toma con rapidez la abandonada mochila.

Unos minutos más tarde...

Sasuke siente el frío del viento en el cuello por lo que sin poder evitarlo suspira y se estremece. Sus manos sostienen con fuerza la cuerda al igual que sus pies pisan firmemente las empedradas paredes de su casa.

Éste es el tercer piso de uno de las tantas viviendas en el lugar. No pudo utilizar la puerta de en frente porque su abuelo lo notaría, en cambio, como siempre decidió fugarse descalzo y en pijama por su propia ventana.

No quiere hacer esto pero también desea hacerlo con todo su corazón, las misiones de Itachi suelen darse en medio de la noche, claro, el es un anbu y sus misiones deben ser ultra confidenciales. Se supone que una hora más tarde el Alfa abandonará el distrito Uchiha y luego veinte minutos después se reunirá en la entrada con sus camaradas, allí se acomodara sus vestimentas y accesorios antes de abandonar finalmente la aldea.

Sasuke sabe cuan peligroso es lo que está haciendo, en teoría el estaba vigilando los movimientos de los cazadores especiales anbu en cubierto, si llegase a ser descubierto sin duda sería sometido a un interrogatorio extenuante para desvincular su conección con cualquier otra aldea aledaña y así descartar que se tratara de un espía o algo así. El lo sabe , pero aún así se arriesga, se arriesga para verlo por unos instantes ,solo unos instantes.

Para su suerte casi nunca hay personas deambulando por las calles de la aldea en la noche, los pocos que han habido únicamente se sintieron algo descolocados al ver a un pequeño tan tarde caminar completamente solo y descalzo por las vacías calles, pero no dirían nada, solo lo mirarían algo curiosos e intrigados. Un vez cerca de su objetivo Sasuke atrajo la mochila de su espalda, hay vapor visible saliendo de su boca por el frío, sus labios lucen aún más rojos que lo normal.

Se dispone a detenerse cuando de repente logra ver a alguien aproximándose, rápidamente guarda sus cosas y vuelve a caminar fingiendo demencia, como siempre la persona que lo vé se cruza con el y lo mira como si le hubiera salido otra cabeza. Pero a Sasuke poco y nada le importa que lo vean como bicho raro, una vez más y ya con la persona lejos, Sasuke vuelve a detenerse, esta vez escoge un lugar obscuro y apartado ,con muchas ramas.

Deja caer la mochila y con nerviosismo mira de un lado a otro, cuando se percata de que no hay nadie puede respirar aliviado para posteriormente retirarse la parte superior del pijama, sin embargo, cuando logra escuchar ese:

- ¡Oye tú!

Sasuke palidece de inmediato y procede a vestirse con lo primero que encuentra. Entonces, Itachi Uchiha quien se mantuvo siguiendolo toda la noche y lo miró desde un tejado aledaño ya no pudo seguir soportando estar escondido por más tiempo, principalmente porque el niño con su actuar lo estaba confundiendo cada vez más y más.

Sasuke, quien tenía puesto un disfraz de un arbusto en la parte superior con la cara expuesta empezó a volverse rojo y cada vez más rojo, mientras veía a Itachi acercarse, casi podría asegurar que podría arder debido a la vergüenza que sentía.

Itachi, con ojos fríos y rostro frío se aproximó a pasos lentos, luego escondió sus manos en sus propios bolsillos mientras no perdía de vista al abochornado Omega, Itachi olfatea el aire con disimulo, una vez más queriendo conocer las feromonas de éste chico.

Pero es imposible y a la vez algo anormal, una vez más no puede percibir el olor del más pequeño. Regresando su atención a la escena frente a el, la curiosidad sobre el niño cada vez crece más y más.

- Te busqué por todas partes, fue muy difícil hallar un rastro tuyo.

La voz de Itachi lo estremece al igual que su profunda mirada en medio de la noche, Sasuke se paraliza y siente un terremoto desatandose bajo sus pies, o ¡¿Es solo que estaba tan nervioso que se había puesto a TEMBLAR como loco?!

¡Demonios!

¿ Qué no se supone debería ver a Itachi Uchiha y despedirlo en la entrada de la aldea?

















El prodigio tiene un acosador [] ITASASU [] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora