Capítulo 9

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Aquel fin de semana había sido una verdadera tortura; yo no veía la hora en que por fin se acabara, y estaba segura de que nunca nadie en la vida había deseado tanto como yo que ya fuera lunes.

Y eso que siempre he odiado los lunes.

Las horas siguientes, luego de prácticamente haber negado a Lisa Manobal, las pasé castigándome a mí misma y reprochándome por lo estúpida que había sido. Pero lo que más me desesperaba era la impotencia de no poder hacer nada para solucionar las cosas.

El domingo no fue menos desagradable. Mi cabeza dolía como si despertara de una fuerte resaca, pasaba mordiéndome las uñas debido a la ansiedad, y cuando quise ponerme a estudiar, la culpa me impedía concentrarme.

Así que tomé una medida desesperada: llamé a Jisoo.

Lo sé, en verdad estaba mal.

Aproximadamente a las cuatro de la tarde se escucharon un par de toques en la puerta. Me levanté a abrirla y, al hacerlo, una sonriente Jisoo esperaba pacientemente con dos bolsas en sus manos.

—No puede ser Jennie Kim —su sonrisa se esfumó y me miró con desaprobación—, se supone que deberías tener el rímel corrido, la nariz roja y traer puesta la pijama... traje helado.

La pelinegra señaló con la mirada la funda en su mano derecha.

—¿De qué estás hablando? —dije, haciéndome a un lado mientras ella entraba.

—¿Cómo que de qué hablo? ¡Duh! Ayer tiraste a la basura probablemente a la mejor relación de tu vida —dijo en tono obvio—, deberías verte deprimida y horrible.

—¡Estoy deprimida y vaya que soy horrible! —espeté y caminé hacia el sofá, dejándome caer sobre él. Jisoo hizo lo mismo con el otro.

—Me refiero a... olvídalo, me comeré el helado yo sola —Jisoo sacó el bote de helado y una cucharilla.

—Espero que haya expirado ya —dije, señalando el helado mientras me cruzaba de brazos.

—Ugh, tu depresión apesta, Jen —abrió el bote y se llevó la primera cucharada a la boca.

—¿Crees que Lisa quiera verme? —por enésima vez en ese día, me mordí las uñas.

—Pienso que cualquier ciego daría lo que fuera hasta por ver un pedazo de mierda —dijo encogiéndose de hombros.

—No me refería a... ¡Joder, Jisoo! ¡No te pongas literal! Hablo de "ver" en el sentido de hablar conmigo...

—Tú que no te sabes explicar —hablaba mientras comía de su estúpido helado—. ¿Quieres la verdad?

—Por favor...

—Deberías darle tiempo...

Guardé silencio esperando a que Jisoo dijera algo más; ella miraba a su helado y luego a mí.

No dijo nada y siguió comiendo.

—¿Eso es todo? ¿Darle tiempo? —entrecerré los ojos.

—Mira, sé que quieres darle otro tipo de cosas —su tono sugerente me hizo sonrojar y enojar al mismo tiempo—, pero en verdad fuiste una completa imbécil. Debe de estar odiándote...

—Lo sé...

—Rosé está molesta también...

—Es comprensible...

—Nayeon seguro está llorando sobre sus Jenlisa feels...

—A Nayeon ni la menc...

—E Irene ha de estar rezando para que las plagas de Egipto recaigan sobre ti el resto de tu vida...

Colors - JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora