Capítulo 9

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Narra Mía:

Crucé la puerta junto a Cler y fuera nos esperaban Mar y Camila, esta última ya estaba llamando al ascensor.

- ¿Habéis visto lo que me ha dicho el loco ese? - dijo Mar totalmente alterada entrando en el ascensor.

La seguimos de cerca intentando calmarla, pero no servía de mucho, la amenaza de Louis la había alterado y asustado.

- Por favor, dejad el tema aquí por ahora, cuándo lleguéis a casa podréis hablar de lo que queráis, aquí no.

- Pero Camila tu eres la primera que debería salir a defenderme, ¿por qué te has quedado ahí de pie sin hacer nada? - le reprochó Mar acercándose a ella. - ¿Y vosotras qué? ¿Demasiado ocupadas para acercaros a ayudarme también? - nos dijo también vacilando.

- Tenéis que saber que una vez cruzo esa puerta con vosotras, pierdo bastante responsabilidad sobre la situación. Su equipo está por encima de mí y por lo tanto yo solo actúo si ellos me lo piden o bueno, si me dejan. Lo siento.

- Yo...

- Nosotras quisimos ayudar, pero no nos dejaron acercarnos. - le respondió Cler, a lo que después me hizo un gesto para que no me metiera en la conversación.

- ¿Entonces que pintas aquí con nosotras? Podemos perfectamente llegar a casa solas. - bufó Mar a Camila poniendo los ojos en blanco y después mirando hacía nosotras con desdén.

- No me hables en ese tono, sigo estando por encima de ti, tal y como te conseguí este trabajo puedo hacer que acabe aquí y ahora.

- No me quejaría, para aguantar a semejante personaje...

- Mar, cállate anda. - le dijo Cler apartándola del lado de Camila y atrayéndola hacia nosotras.

- Es que hoy va una amenaza tras otra, estoy cansada. - añadió Mar antes de echarse sobre el hombro de Cler.

Se ve que la mentira de esta había colado, nosotras estábamos escuchando la pelea que tuvo con Louis pero no se nos ocurrió acercarnos hasta el último momento, donde Louis ya había sido apartado.

Por mi parte, no quería separarme de Harry, mi cuerpo no podía soltar su mano después del atrevimiento de cogerla en primer lugar y Cler estaba ocupada intentando que Zayn no fuera a lanzarse sobre Louis, cosa que aún me resultaba extraña.

Yo me limitaba a observar la situación, no sabía que decir, todo esto comenzaba a agobiarme.

Llegamos al vestíbulo del edificio y salimos del ascensor. El coche ya nos estaba esperando fuera.

Al llegar al mercedes, el chófer se bajó y nos abrió la puerta para que pudiéramos pasar una a una.

En el camino de vuelta a casa la tensión en el coche se podía cortar con un cuchillo.

Mar miraba fijamente al horizonte por la ventana y Cler hacía lo mismo en su lado.
Yo, en medio, me limitaba a mirar al frente y jugar con mis dedos intentando no agobiarme con tanto silencio.

35 minutos más tarde, quizá algo más por la hora y el tráfico, el coche nos dejó en la puerta de nuestro apartamento.

Mar se quedó abajo ya que Camila le dijo que tenía que hablar con ella otra vez.

Novia por contratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora