Solía pensar que podía haber una vida para nosotros, una oportunidad. Cuando solo veía tus ojos oscuros y tu rostro pálido mirar por la ventana. Me encantaría haberme quedado en ese ensueño. La realidad es que tuve que aceptar que no la hay. No hay una vida para nosotros, no hay atardeceres en el mar, no hay una reanudación ni noches bailando con la música de mi grabadora, esa que quedó en mi cuarto condenada a descomponerse en mi ausencia.
Esa es la realidad que acepte una noche cuando comprendí que no te quieres ir de este lugar, más bien, cuando entendí que no hay nada que para ti cobre sentido. Estás tan demente que ya no quiero verte, porque esas veces donde metí mis dedos en tu boca para quitarte las cápsulas no sirvieron de nada. Esa tarde donde mis hojas se volaron por el patio y corriste detrás de ellas, me largue antes de que regresaras.
Pensé que la vida no podía estar más jodida y luego note que de pronto estaba enamorado de ti.Mirarte se convirtió en lo mejor que podía hacer en este internado. Tus ojos y el vacío en ellos a veces me daban tranquilidad, tu piel de porcelana y manos frías. Tu expresión vacía y cabello obsidiana. Esa noche en tu habitación te besé y estoy seguro de que te hice rememorar un poco sobre tu vida antes de esa enorme laguna. Por que tus ojos brillaron y me apresaste el rostro antes de aceptar mis labios.
Eres lo único que tengo.
Soy lo único que tienes.Pero no estoy tan descompuesto como tú y el vacío en mi interior es incómodo, estoy infestado. Sé que no estoy bien y se que nunca lo estaré. Me gusta pensar en cómo sería la vida si pudiera pausar mis pensamientos, me pregunto que sería de ella si nunca hubiese conocido lo que es la culpa.
Y en noches frías cómo éstas me gusta abrazarte y apartar la idea de que al siguiente día tendré que despertar.
Pero lo hago. Una y otra y otra vez.
Estoy hastiado de ti, de que solo estés jugando con tus cartas de póker, las derribo para que te molestes pero solo me miras con tus grandes ojos negros y en su lugar vuelves a armarlas. No sabes cuánto te estoy detestando y se que eso es lo que te hace feliz, no saber nada.Vives en la nada ¿No es así? Quizás solo te envidio un poco.
Pase un tiempo alejado de ti, las enfermeras me vieron empujarte y gritarte, tú no hiciste nada pero ellas si, ni siquiera recuerdo nada después de ser ingresado en esa habitación del tercer piso, solo forcejear, siempre he odiado las agujas.
El día que me sacaron pensé que había sido la mañana siguiente pero al bajar a los comedores vi el calendario, descubriendo que en realidad fueron siete días. Estabas en una mesa apartando los chícharos de tu comida, como siempre y me senté a tu lado con las enfermeras viéndome de lejos, no me apartaron de ti por qué te miraron abrazarme, feliz.
Conversamos mucho pero ellas no sabían lo que te dije y tampoco la última parte, donde te pedí que no repitieras nada de la conversación en voz alta.
Me hiciste caso, como siempre.
Esa noche me dejaron volver a mi habitación, contigua a la tuya para mi suerte. Cuando era media noche entré contigo, estabas esperándome y yo solo te di el beso que me pediste en los comedores que en su momento, te negué. Me abrazaste y besaste mi cuello, repitiéndome lo mucho que me extrañaste.
"También te extrañe"
Dije. Mirándote y cayendo en la realidad de que quizás nunca te olvide, a donde quiera que vaya, si es que existe algo más allá de la muerte, si es verdad que nos convertimos en partículas, en estrellas como Evangeline o en plantas y mariposas. Unos ojos como los tuyos son inolvidables, quizás sea lo único de lo que estoy seguro, de eso y de que eres lo único que he amado.
"¿Crees que ya deba ir?".
Me preguntaste y yo solo te dije que si en silencio, me daba tanta tristeza tener que utilizar tu ingenuidad.Pero estoy conformado de ilusiones, algunas más absurdas que otras y una de ellas es que sé que un día entenderás todo, quizás cuando también seas una partícula de polvo cósmico, o una flor en el bosque, un conejo o solo viento.
Cuando has vuelto te acuestas de nuevo a mi lado pero te doy la espalda, de todas formas me abrazas y me das la cuchilla, sé que me escuchas llorar, lo sé por qué te refugias en mi cabello.
Desde tu cama se puede ver la luna, con las cortinas abiertas que se mueven con el aire, te aparto de mi y me siento para verte y sonrío. Me gustan tus lunares, en especial ese debajo de tus labios rojizos. También el piercing, ese que se hizo el Jungkook que jamás conocí.
También me gusta la sensación de las sábanas en mis rodillas, también tomar tus mejillas en mis manos y besarte, me gustan tus manos en mi cintura y cuando me tumbo encima de ti, me gusta verte sonreír y pensar que de pronto no estás tan demente.
Mientras te veo pienso de nuevo ¿Por que la vida me hace apreciarla justo cuando estoy por dejarla? Sé que debe saber que apesar de todo siempre la amé, a esos instantes de tardes cálidas, a los cerezos floreciendo. A ver mis zapatos cuando caminaba a la escuela, a Jimin y a su cabello rosa y la forma en la que le encantaba gritar groserías todo el tiempo, a sus calcetas sucias y a su amor por el pollo frito. Me hubiera encantado ser normal, o más bien, me hubiera fascinado que la sociedad nos abrazara, así... Descompuestos.
Estoy recostado sobre tu pecho, viendo las estrellas pero me haces voltear y de pronto veo que estás llorando.
"¿Por qué lloras?"
No me respondes, solo me abrazas, tan fuerte que no hay dolor ni la sensación de; de pronto, estar quedando vacío. Acaricio tu rostro y apartó tus lágrimas, ignorando que las reemplazo por la escarlata escurriendo de mis manos.
Me escondo en tu cuello y me siento diminuto con tus brazos por mi espalda.
"Busquémonos hasta la eternidad, Jungkook"
Asentiste, con tu pecho tartamudeando de sollozos.
"Quizás sea uno de tus zapatos, o un pudín de los que te dan los domingos, todo al mismo tiempo o simplemente nada"
Nunca sentí una noche tan plena pero siempre supe que sería en tus brazos.
Quizás nunca te olvide.
ㅤ─ .𖥔 ݁ ˖
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may u never forget me | kt
FanfictionQuiero apreciar todo lo que nunca quise, porque mañana la vida no será la misma. Y esa luna la voy a odiar, a ella y a todas sus estrellas, a su cielo azul y a su infinitud. A las hojas del árbol, a mi piel, a mi ser y a ti por no estar. • os angst ...