˚｡⋆˚|| ¡Kota x Katsuma AU! ||˚⋆｡˚
༉‧₊˚.-Dos jóvenes, ambos con vidas distintas. Gracias a obras del destino terminaron en la misma Academia. La prestigiosa Academia U.A. Ambos llegaron ahí con un sueño, convertirse en un héroe como el que alguna ve...
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—¡Nos vemos chicos! —se despidió Mahoro junto a su padre en el muelle mientras alzaba una mano.
—¡Nos vemos hermana! —gritó Katsuma mientras extendía su mano desde el barco.
—¡Hasta pronto Mahoro-san! —Kota y Eri también se despidieron.
Su tiempo en la isla había culminado. Y ya era el momento de volver. Aún las vacaciones de verano no terminaban, les quedaba un campamento de U.A pendiente.
—Me hubiese gustado quedarme más tiempo —confesó el castaño claro mientras jugaba con su pulsera, la cual hiba a juego con la de su hermana mayor.
Kota y Eri miraron a Katsuma con cierta lástima. La isla Nabu es su hogar. Era obvio que irse otra vez y despedirse de sus seres queridos le dolía.
Conversaron en todo el viaje de regreso. Intentando subirle un poco los ánimos a Katsuma. Ellos también querían quedarse más tiempo, pero también extrañan a sus familiares.
—Bueno chicos, ¿quieren venir mañana a mi casa para pasar la tarde? —preguntó Eri animada.
—Me encantaría, Eri —Katsuma accedió amablemente, pero Kota se veía indeciso—. ¿Ocurre algo Kota?
—Verán... Quedé con un amigo por celular hace unos días, lo siento —se disculpó apenado.
—Oh... ¡Esta bien! Diviértete con tu amigo, yo y Katsuma haremos otras cosas —Eri sonrió mientras agarraba al mencionado de los hombros—, ¡nos vemos!
Kota se despidió y se fue de camino a la parada de autobuses para ir a su hogar. Extrañaba mucho a su tía y el resto. Pero no podía seguir tardando, ya el cielo comenzaba a pintarse de tonos naranjas.
—No te preocupes por Kota —dijo Eri tranquila—, si el no está... ¡Tu y yo podemos tener una pijamada de chicas hoy! ¡Y te puedes quedar a dormir en mi casa!
—No quiero ser una molestia — respondió Katsuma apenado—, además, no soy una chica para tener "una pijamada de chicas".
—¡No eres una molestia! ¡Y no necesitas ser una chica para tener una pijamada de chicas, tontito!
El castaño la miró algo confundido.
Terminó accediendo a quedarse a dormir en casa de Eri. Pero por el camino, recordó lo que Kota les había dicho. Le quedó un mal sabor de boca y una ligera molestia.
—¡No son celos! —pensó convencido.
Él no es así. Él no sentiría celos, puede que esté enamorado de Kota. Pero jamás sería celoso y mucho menos tóxico.
—Por esta noche, nos olvidaremos de los demás y seremos solo tú y yo, en una pijamada de chicas —Eri estaba muy emocionada.
Al llegar a casa de Eri, se dio cuenta de que por fuera parecía de un diseño algo sencillo pero no por eso dejaba de ser linda o verse acogedora.
