26 | Ratón

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Necesito hablar con Rayo y contarle todo lo que estoy sintiendo por Pau, necesito su consejo de bestie porque siento que mis emociones pueden estar abrumándome otra vez, ella no se muestra sorprendida, sino más bien aliviada, creo que ella también me quiere contar algo y el protagonista me da que es alguien que se cree cantante de trap.

Mi novio, como es tan genial y atento, nos acompaña a su casa y durante el camino nos cuenta que el club hará un entrenamiento espacial para celebrar la previa de Reyes con los dos equipos (masculino y femenino) a puertas abiertas gratuito para que los más peques o para los que no suelen tener la oportunidad vayan a Montjuic a verles. La idea de incluir al femenino es que se cree un mayor interés por el equipo, ninguno entendemos como con la generación histórica que hay se le da tan poca importancia, Pau cree que tenemos oportunidades de estar ahí, pero hasta Rayo, la persona más optimista del universo, cree que es imposible.

Cuando llegamos Pau se despide de Rayo con un abrazo asegurándole que la verá en un par de días en el campo.

— Buenas noches ratona — dice abrazándome y dejando sus manos en la cintura.

— Buenas noches ratón — respondo del mismo modo y río al ver la reacción de Pau.

— ¿Ratón?

— Si yo soy una ratona, tú eres mi ratón — razono en voz alto, Pau se ríe y me besa.

— Te amo, descansa.

— Ten cuidado al volver a casa — le pido ignorando lo que me ha dicho porque me hace recordar a que hace un rato durante la fiesta le dije que le amaba.

— Si, si amor, no te preocupes, iré en taxi — dice y antes de marcharse me da un último beso.

Cuando miro a Rayo, esta tiene la típica cara de babosa que pone cuando ve sus comedias románticas, ¿nos hemos convertido en eso?

— Bueno, ¿me cuentas ya o sigo fingiendo que no sé nada? — le pregunto cuando llegamos a su habitación queriendo dejar mi mente y mis emociones unos segundos en blanco.

— Yo te cuento, si tú me cuentas qué onda con Pau — me pide.

— Me da vergüenza — respondo, aunque justamente quería hablar de eso con ella.

— A mi también — responde sonrojándose, ¿Rayo sonrojándose?. — ¿Lo decimos la vez? — propone y asiento, creo que es una buena forma de romper el hielo.

— Me he tirado a Héctor

— Le dije a Pau que le amo

— ¡¿Qué?! — las dos nos giramos hacia la otra con sorpresa.

— Tú empiezas — dice Rayo rápido y una mierda quiero saber en que momento ha tenido algo tan serio con Héctor si se la pasan discutiendo.

— No es la gran cosa, estoy enamorada de mi novio — respondo rápido restándole importancia, mi amiga se muestra sorprendida. — ¡Cuéntame cómo has terminado follandote a Héctor! — necesito saber primero eso y luego le cuento lo que sea.

— Te cuento si tú luego me cuentas bien, necesito saber lo que es vivir un romance adolescente con una persona de bien — responde y asiento. — Tú sabes que Héctor siempre me ha gustado, no es la gran cosa.

— ¡Y una mierda Lucia Martínez, o me cuentas con todo detalle lo que ha pasado o le digo a Pau que no quieres el regalo de Navidad! — respondo amenazante.

Me cuenta que en el viaje a Madrid y durante la fiesta han tenido dos encontronazos sexuales, y aunque sus palabras y su cabeza dicen que eso estuvo mal, su cuerpo y corazón dicen todo lo contrario, a Rayo le gusta Héctor desde hace años y que ahora hayan tenido algo me parece un montón, tanto que por momentos se me escapan gritos de fangirl emocionada.

— Voy a elegir amarme más que a cualquier estúpido — finaliza mi amiga, trato de buscar palabras de aliento pero no las encuentro, ella lo nota y añade. — Da igual, conocemos a Héctor desde chiquitas, sabemos que es así y que no cambiará por nadie. ¡Fue una cagada! Pero al menos pasé bien un rato, pero ya fue, no puedo seguir enamorada de él.

Que fácil es ver una relación desde fuera, lo que les pasa es que los dos son unos orgullosos y ninguno se atreve a abrirse con él otro, solo espero que no se hagan daño mutuamente en esta ridícula disputa por ver quién es el mejor.

— ¿Me cuentas ya? — dice haciéndome el gesto de por favor con las manos.

— Creo que tenías razón, me gusta mucho Pau y no sé estoy tan cómoda con él y me hace tan feliz que creo que es verdad, estoy enamorada — le cuento, ella emite un gritito de emoción y comienza a saltar en su asiento. — Antes durante Viva la vida me dijo que su vida empezó a sonar así desde que está conmigo y le dije que le amaba... y se sintió verdaderamente bien.

— Que bonitos sois, antes cuando os estabais despidiendo y que si ratona y ratón, me dieron ganas de llorar de la emoción — me responde feliz.

— A mi también, hasta que vi tu cara de babosa y dije genial ahora somos una de esas parejas empalagosas que a Rayo le gustan tanto — respondo haciéndola reír.

— Pero eso no es malo, ojalá Héctor fuese un empalagoso — dice y las dos reímos imaginando al RHLM siendo así, no le pega.

— ¿Qué pasa Rayito no te gusto lo suficiente así? — digo poniendo voz grave y haciendo la típica sonrisa burlona de Héctor.

— Te sale perfecto — responde entre risas.

— Oye... ¿te puedo hacer una pregunta? — digo subiendo mis piernas a la cama y abrazándolas.

— Ya la hiciste — bromea, pongo los ojos en blanco y le saco el dedo medio. — Es broma, dime.

— ¿Cómo sabes que estás preparada para...

— ¿Para tener sexo? — dice completando mi pregunta, asiento con la cabeza con timidez, ella sonríe pero no hace ninguno de sus típicos comentarios, lo cual agradezco. — Pues no sé Oli... ya sabes que creo que todo el rollo de la virginidad me parece un invento de una sociedad misógina que busca cualquier excusa para avergonzar y castigar a las mujeres que no son como ellos quieren — dice y asiento. — Pero bueno no sé, ya me conoces y sabes que soy una romanticona y creía que estaba enamorada de mi ex y que tenía que entregarme a él, no salió como esperaba porque vaya subnormal, pero me gustó despertar esa faceta — me explica. — Oli no tiene nada de malo y tampoco hay que esperar al matrimonio como nos hacen creer, simplemente hay que encontrar a alguien que te haga querer compartir algo más que besos y caricias.

— Vale gracias — respondo con sinceridad.

— ¿Quieres contarme? — me pregunta, luego me llamará a mí chismosa.

— Es que últimamente las cosas con Pau están subiendo de intensidad y parece algo inevitable — respondo, ella asiente. — Lo bueno es que Pau es tan atento y tan caballeroso que se asegura de que esté cómoda y segura antes de hacer cualquier cosa.

— Me encanta, Pau es una especie en peligro de extinción, cuídalo — me dice y asiento con una sonrisa estando de acuerdo.

***
N/A: Estoy muy indignada con el partido de ayer, como le van a hacer semejante entrada a Pau, pobrecillo nuestro chico

El regate perfecto || Pau CubarsíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora