Punto de Quiebre

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Daisy estaba recostada sobre la cama de Luigi mientras este acababa una pequeña tarea que Miyamoto le había pedido. Después de la visita de sus antecesores, empezaron a pedirle que semanalmente hiciera análisis sobre su personaje y una lista de cosas positivas que veía en el juego y la importancia de su participación en este.

–¿Te sientes bien?– preguntó de repente.

–¿Uh?– lo miró la chica –Sí ¿Por qué la pregunta?

–Estás rara, no has hablado en diez minutos– rio.

–Lo siento– esbozó una pequeña sonrisa –Mi cabeza está en todos lados menos donde debería– suspiró –Uhm, Lu ¿Te parece si salimos hoy en la noche?

–Hoy no puedo, tengo una cita con Bow.

La chica gruñó –¿¡Otra vez?! Al menos dime que esta vez si harán algo divertido.

Esa era otra cosa que la fastidiaba de sobremanera, siempre que su mejor amiga le contaba sobre sus citas, estas terminaban siendo lo más aburrido que se le pudiera ocurrir. Desde hacer la cena juntos o leer por separado y luego intercambiar sus opiniones ¡Ni siquiera podía considerar algo así una cita!

–Bueno, como no podemos salir mucho se nos ocurrió cenar en su alcoba, acostar a los niños, tomar un poco de vino y armar rompecabezas.

Daisy giró los ojos e hizo una mueca –Pues si eso los divierte.

–No entiendo en que te afecta si lo hace o no– la miró.

–No lo sé– se encogió de hombros –Es solo que... Estoy feliz por ti y me gustaría que vivieras tu primer noviazgo al máximo.

–¿Y qué haga las cosas que a ti te gustaría hacer?– arqueó una ceja.

La chica bajó la mirada –Tienes razón, lo siento– suspiró y se sentó.

Estaba aburrida. Peah se había pasado los últimos días con Mario, por lo que ninguna de las dos podía entretener a la otra y cada que hablaba con Luigi debía resignarse a escucharlo hablar del asombroso novio que era Bowser.

Bella ¿Está todo bien?– fue a su lado.

–Sí– mintió.

–Sabes que no puedes engañarme, dime– la sacudió ligeramente.

–Es solo que te extraño– confesó –Entiendo que estés en una relación ahora y quieres pasar tiempo con él, pero– sintió un nudo en la garganta –¿Entonces ya no hay nada para mí?

–¿De qué hablas?– rió –Estamos juntos justo ahora.

–No es lo mismo. Hablo de que quiero volver a salir, ir al cine, comer; esa clase de cosas. Lu, extraño a mi mejor amigo.

Soltó un pesado suspiro y la abrazó por los hombros –Ey ¿Qué día es mañana?

–Jueves treinta y uno– respondió.

–Fin de mes, es perfecto– sonrió –¿Recuerdas nuestra tradición?

–¿Hablas de nuestra cena de "enamoramiento"?

–Bueno, es obvio que ese título ya no queda mucho, pero podemos cambiarla a nuestra cena de amigos. No nos besaremos al final, por obvias razones, pero podemos mantenerla.

–¿Y no tendrás problemas con Bowser?

–¿Bromeas? Es el ser más comprensivo que pueda existir– suspiró.

–De acuerdo, tendremos la cena– habló con rapidez –Ahora ¿Podemos cambiar de tema antes de que empieces a hablar de lo asombroso que es tu novio?– gruñó.

Proyecto Peaisy 🌸Fungwarry Tales🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora