Désir ⸨KOOKMIN⸩ 18+

D o c e

La semana de Jimin se resumió en trabajo y más trabajo, una vez que conocieron al equipo la campaña empezó a tomar forma, habían grabado su primer comercial y resultó todo un éxito, ganándose las felicitaciones del presidente Namjoon, el cual se sentía muy orgulloso de haber sido el primero en confiar en las habilidades del pelinegro.

Para el final de la semana Jimin ya se sentía totalmente agotado, se había esforzado tanto, dando su todo para que las cosas salieran bien, y estaba feliz porque todo había resultado tal y como lo había planeado, incluso mejor.

—Deje los horarios de la junta registrados en el sistema —le informó Ivy a Jimin mientras organizaba sus cosas personales en su bolso—, cualquier cosa que tengas duda puedes enviarme mensaje con confianza a cualquier hora del fin de semana, estaré pendiente.

—Agradezco tu disposición, Ivy —le contestó Jimin—, no te preocupes, usa el fin de semana para descansar, es necesario.

—Tu igual, Park, cuídate y descansa.

Jimin al igual que Ivy, empezó a guardar sus cosas en su bolso, finalmente era hora de ir a casa, moría por comer la comida de mamá, tumbarse en su cama y dormir doce horas seguidas, estaba cansado, su mente ya no daba para más.

Dejó la oficina ordenada y tomó camino para la salida, uniéndose al resto de empleados que también habían finalizado su día, caminando hasta la entrada, donde todos se despedían, deseándose un buen fin de semana.

Justo cuando el elevador se abrió en el primer piso, Jimin miró a Jaehyun en la entrada, y a su lado estaba Jisoo, platicando con él como si de viejos amigos se tratase.

—Y justo aquí viene el pequeño pollito —canturreó la rubia cuando lo miró salir del elevador—, miren su carita tan bonita, luce bastante agotado.

—Hola, Jimin —lo saludó Jae rápidamente, con una sonrisa, ver a Jimin le iluminaba el rostro.

—Hola, Jae —le contestó sacando su mejor actitud para lo rendido que se sentía.

—Bueno, los dejo, chicos, mañana los espero a ambos —les advirtió la rubia señalando a cada uno con el dedo—, Jiminie, he invitado a este guapetón para mañana, así ya no tienes excusa para decir no.

Jimin no esperaba tal cosa.

—Bu-Bueno —dijo finalmente, bastante sorprendido por las palabras de Jisoo.

—Cuídense, chicos, sean responsables y no hagan travesuras.

Jimin se sintió bastante incómodo una vez que estuvieron a solas, no tenía energía para nada, ni siquiera para pensar en una mentira y así negarse de lo que sea que estaba por plantearle Jaehyun, pues sabía que estaba ahí para invitarlo a salir.

—Felicidades, Jimin —fue el castaño el primero en hablar—, Jisoo acaba de contarme que tienes tu propia campaña.

—Muchas gracias, Jae, aunque no estoy solo, somos un equipo trabajando juntos.

—Estaba aquí para invitarte a tomar un trago, pero ahora que sé lo difícil que fue tu semana creo que no es la mejor opción... pero tengo otra plan, uno que va a encantarte, ¿que dices?, ¿vienes conmigo?

—Realmente no estoy con el mejor humor y energía —le dijo Jimin con sinceridad.

—Lo sé, Jiminie, por eso permíteme consentirte, prometo que te encantará.

Jaehyun era tan amable y detallista con el pelinegro, que este último se sentía bastante mal por negarse.

—Está bien —cedió el más bajito tras unos segundos de debatirse mentalmente.