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Capítulo 1: Sol, Arena y Secretos

El sol de la tarde se reflejaba en el agua turquesa del mar, creando destellos que se extendían por la playa. Kylie Cantrall, con su cabello suelto y una sonrisa en el rostro, caminaba descalza sobre la arena fina, disfrutando del aire fresco y el sonido de las olas. A su lado, Ruby, Dara y Morgan, sus amigas más cercanas, la acompañaban en esta escapada a la playa.

Kylie había estado un poco distante en los últimos días, preocupada por su salud. Un diagnóstico reciente la había dejado con un nudo en el estómago y una sensación de incertidumbre que la invadía. A pesar de la preocupación, la compañía de sus amigas la ayudaba a olvidarse de sus problemas, aunque solo fuera por un rato. Juntas, reían, compartían historias y disfrutaban de la tranquilidad del lugar.

"¡Kylie, tienes que probar este mojito!" exclamó Ruby, extendiéndole una copa. "Es delicioso, te va a encantar."

Kylie tomó un sorbo, sintiendo el sabor dulce y refrescante del cóctel. La música suave que venía de un bar cercano inundaba el ambiente, creando una atmósfera relajada y agradable.

"¿Y Malia? ¿Cómo está?" preguntó Dara, con una mirada inquisitiva.

Kylie sintió un pequeño pinchazo en el corazón. Malia, su novia, había estado ocupada con un proyecto en la ciudad y no había podido unirse al viaje. A pesar de que la extrañaba, Kylie estaba feliz de que Malia estuviera enfocada en su trabajo.

"Está bien, trabajando duro," respondió Kylie, sin dejar que su voz revelara la nostalgia que sentía. Malia había estado un poco distante últimamente, preocupada por su carrera y por la presión de mantener su relación en secreto. La presión de las redes sociales, la constante especulación de los fans y el miedo a que su relación saliera a la luz la habían estado agobiando.

Mientras tanto, en otro lugar de la costa, Peter, Joshua y Tristan, amigos de la infancia de Malia, disfrutaban de un día de surf en un spot más alejado de la playa donde estaban las chicas. Los tres chicos eran un grupo inseparable, y la ausencia de Malia se notaba en la conversación.

"¿Cómo está Malia?" preguntó Peter, dándole una mordida a su sándwich.

"Dice que está ocupada con un nuevo proyecto," respondió Joshua, haciendo un gesto con la mano. "Pero la verdad es que creo que está un poco estresada."

Tristan, el más callado del grupo, asintió en señal de acuerdo. Sabía que Malia estaba pasando por un momento difícil, ya que había notado su cambio de actitud en los últimos días.

"¿Te ha contado algo?" preguntó Peter, interesado.

Joshua negó con la cabeza. "No, no quiere hablar mucho de eso."

Los tres amigos intercambiaron miradas, sintiendo una mezcla de curiosidad y preocupación por Malia. Sabían que algo no andaba bien, pero no querían presionarla.

En ese momento, el sol comenzó a descender, tiñendo el cielo de tonos rojizos y anaranjados. Las chicas se prepararon para regresar a la ciudad, mientras que los chicos terminaron su sesión de surf y se dirigieron a un restaurante cercano para cenar.

A pesar de la distancia, la conexión entre Kylie y Malia era inquebrantable. Los secretos que compartían, los momentos especiales que habían vivido juntas, las emociones que las unían, todo eso seguía latente, esperando el momento adecuado para salir a la luz. El destino, sin embargo, tenía otros planes para ellas.

Kylie, mientras observaba el atardecer desde la ventana del auto, sintió un nudo en la garganta. Extrañaba a Malia, su sonrisa, su mirada, su presencia. Sabía que su relación era especial, pero también sabía que era un secreto que les estaba pesando cada vez más.

En ese momento, Kylie no sabía que su vida, y la de Malia, estaba a punto de dar un giro inesperado. Un giro que pondría a prueba su relación y las obligaría a enfrentar la verdad.


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El auto de Kylie se detuvo frente a su apartamento, y ella se despidió de sus amigas con un abrazo. Al entrar, sintió un vacío en su pecho. A pesar de haber pasado un día agradable con Ruby, Dara y Morgan, no había logrado sacarse de la cabeza la preocupación por Malia.

Mientras se cambiaba de ropa, su teléfono vibró. Era un mensaje de Malia. "¿Ya estás en casa? ¿Te gustaría que fuera a verte?"

Kylie sintió una oleada de felicidad al leer las palabras de Malia. "Sí, por favor, ven," respondió, sintiendo que su corazón daba un vuelco.

No pasó mucho tiempo antes de que Malia llegara a su apartamento. Kylie la recibió con un abrazo cálido, sintiendo la necesidad de estar cerca de ella, de sentir su presencia.

"¿Cómo te sientes?" preguntó Malia, con una mirada preocupada.

Kylie le contó sobre su diagnóstico, sintiendo un alivio al poder compartir sus miedos y sus dudas con Malia. Malia la escuchó con atención, acariciando su mano con delicadeza.

"No te preocupes, todo va a estar bien," dijo Malia, con una voz suave que le transmitía seguridad. "Vamos a enfrentarlo juntas, como siempre lo hemos hecho."

Kylie se sintió reconfortada por las palabras de Malia. Sabía que podía contar con ella, que Malia siempre estaría ahí para ella, sin importar qué.

"Te extraño," dijo Kylie, sintiendo una punzada de tristeza. "Te extraño mucho."

Malia la miró a los ojos, con una sonrisa llena de amor. "Yo también te extraño," respondió, acercándose a ella y besándola suavemente en los labios.

En ese momento, el mundo exterior desapareció. Solo existía la conexión entre ellas, la complicidad que las unía, el amor que las hacía sentir completas.

"¿Te ha ido bien con el proyecto?" preguntó Kylie, sintiendo que su cuerpo se relajó al estar cerca de Malia.

"Sí, bastante bien," respondió Malia, con un tono de voz que no lograba ocultar su preocupación. "Pero estoy un poco cansada, la verdad."

"¿Quieres que te prepare algo de cenar? ¿Te gustaría que pidiéramos algo?" preguntó Kylie, deseando poder aliviar la carga de Malia.

"No te preocupes por eso, estoy bien," respondió Malia, con una sonrisa débil. "Lo que realmente necesito es un poco de compañía."

Kylie la abrazó con fuerza, sintiendo el calor de su cuerpo contra el suyo. Sabía que Malia no le estaba contando todo, que algo la preocupaba, pero no quería presionarla.

"Estoy aquí para ti, siempre," dijo Kylie, susurrando las palabras en su oído.

Malia asintió, sintiendo un nudo en la garganta. Kylie era su roca, su apoyo incondicional, y no podía imaginarse su vida sin ella.

"¿Qué te parece si vemos una película?" preguntó Malia, tratando de cambiar de tema.

"Me parece perfecto," respondió Kylie, con una sonrisa.

Juntas, se acurrucaron en el sofá, buscando una película que les gustara a ambas. Mientras la película comenzaba, Kylie no podía evitar pensar en la mirada de preocupación de Malia, en su silencio, en la sensación de que algo no estaba bien.

Kylie sabía que su relación era especial, que su amor era verdadero, pero también sabía que su secreto les estaba pasando factura. El miedo, la presión, la incertidumbre, todos esos sentimientos estaban latentes, esperando el momento adecuado para salir a la luz.

Y Kylie sabía que ese momento estaba llegando.

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N/A:estoy algo frustrada pero quiero que realmente les guste lo que hago.

Más que amigas...✨️🤍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora