Luego de la renuncia de mi guardia de seguridad porque según él era más fácil trabajar con el presidente y las tantas líneas que me tengo que memorizar para la próxima semana estaba súper estresada. ¿Cómo se atreve a llamarme de esa manera? ¡Solo quiero que haga el trabajo de manera correcta!
Seo Changbin, un hombre guapo y fuerte. Trabajo para el gobierno, vaya...Este ni dejará que ni una mosca se me acerque, o al menos eso espero. Para mi manager habrá sido una sorpresa que yo quiera hacer la entrevista, pero este hombre me llama la atención, no sé si es porque se me hace sexy que haya trabajado para gente importante o porque su atractivo y llamativo físico me haya llamado la atención.
Perfecto, lo conocería este viernes, en dos días. ¡Por fin una buena noticia!
Me tomé una ducha y mientras practicaba mis líneas para mi próximo proyecto, un drama romántico. Estaba ansiosa y a la vez nerviosa, es la primera vez que hago romance y no acción como es lo usual.
Viernes, 5 de la tarde...
Me puse un vestido con un diseño básico pero caro, no me iba a vestir mal aún que sea una sencilla entrevista.
Le avisé a la manager que ya puede venir hasta mi casa junto con el chofer, yo estaba lista y no había nada que esperar.
—Buenos días señorita Hana, ¿cómo se encuentra?—Preguntó ella mientras abría la puerta del auto.
—Bien.
Durante el viaje estuve revisando las redes sociales, los comentarios específicamente, habían buenos pero la mayoría eran críticas, el imbecil del anterior de mi guardaespaldas ha dicho cada mierda de mí a pesar de haberle pagado un sueldo millonario antes de que se fuese definitivamente. Le podría hacer juicio, pero los fans pronto se olvidarán...
Llegamos al restaurante que reservé, por supuesto fui la primera en llegar. Me senté y obligué a mi manager a sentarse en la otra punta, quería privacidad.
De pronto veo entrar a un hombre apuesto y musculoso, tenía un traje apretado pero perfecto para su cuerpo y incluso su peinado se veía genial en él. Hicimos contacto visual y yo me acomodé.
Cuando estaba cerca mío me paré y lo saludé, él hizo lo mismo.
—¿Seo Changbin?—Extendí mi mano.
Él la aceptó y la estrechó.
—Ese mismo.
Nos sentamos, le ofrecí una taza de café a la que rechazó, pero de la manera más amable posible. Se nota que quiere el trabajo.
Me contó su experiencia laboral y su vida personal, no si me perdí en su cara o en la atractiva voz, porque todo lo que dijo solo me centré en su voz.
—¿Señorita Hana?
Volví a la tierra y de inmediato respondí:
—Lo siento, me quedé pensando en lo que decías.
Nos quedamos viendo, yo buscando las palabras y Changbin esperando la respuesta.
—Contratado. Eres el candidato que busco.
Sonrió y yo me perdí en ella. Cerré los ojos y maldije una cuantas veces.
¿Por qué no puedo controlar mis ojos?
Me ha pedido el número, lo cual me sorprendió ya que él lo pidió primero. Por supuesto, se lo dí. Pero mi manager se acercó a mí con unos papeles que ambos debíamos firmar, era de confidencialidad.
Era oficial, Seo era mi guardaespaldas.
Era de noche y seguía hipnotizada por su físico, especialmente su sonrisa. ¿Por qué? No lo sé, nunca me pasó, menos con alguien que trabajara para mi.