Un Trío Peculiar Mahito x itadori X Toge

un día como todos los demás part 1(relleno)

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Un Día Común: Primer Día de Mahito en el Departamento

Era una mañana tranquila, en el apartamento compartido por Itadori, Megumi, Nobara y Gojo. Mahito, que pasaba su primera noche allí, aún se despertaba, dejando atrás la incomodidad de ser un "invitado" en la casa ajena. Se estiró y salió de la habitación, encontrándose con Nobara en la cocina, quien parecía estar armando un desayuno poco convencional.

—¿Qué haces? —preguntó Mahito, curioso.

—Estoy cocinando algo... ¡pero no esperes un plato gourmet! —respondió Nobara, girándose con una sonrisa pícara.

Itadori, que ya estaba sentado en el sillón, mirando su celular con cara de pocos amigos, levantó la vista cuando Mahito apareció en la cocina.

—Ah, Mahito, buenos días... —dijo Itadori con tono algo incómodo, pero con una sonrisa nerviosa.

Mahito lo observó, notando que aún había algo extraño entre ellos. A pesar de las bromas anteriores, sabía que la relación no se había establecido completamente.

—¿Te gustaría un desayuno? —preguntó Nobara, lanzando una sonrisa desafiante a Mahito, como si estuviera esperando que él dijera algo raro.

Mahito decidió no complicar más las cosas y se sentó a la mesa con ellos. Megumi apareció en ese momento, como si se hubiera teletransportado, con una expresión indiferente en su rostro.

—¿Desayuno? —preguntó Megumi mientras se acercaba a la mesa, mirando a Itadori y luego a Mahito.

—Sí, por si te interesa, el desayuno está aquí, aunque no garantizo que esté delicioso —comentó Nobara, con una ligera risa, mientras le lanzaba una mirada juguetona a Mahito.

—Agradezco el esfuerzo... —respondió Mahito, tomando algo del desayuno sin muchos ánimos de comentar más.

Itadori miraba todo esto, sintiendo un poco de alivio al ver que la situación estaba más relajada de lo que había pensado. Por fin podía respirar sin sentirse en alerta todo el tiempo. A medida que todos comenzaban a comer, la conversación fue fluyendo.

—Oye, Itadori, ¿te has adaptado a la vida en el departamento? —preguntó Nobara con un tono curioso.

—Sí... es raro. Nunca imaginé que terminaría viviendo con todos ustedes, pero no está tan mal —dijo Itadori, encogiéndose de hombros.

Mahito, quien había estado escuchando, miró a Itadori y luego a Megumi, quien parecía absorto en su comida.

—¿Tú qué opinas, Megumi? —preguntó Mahito, con una sonrisa torcida. —¿Este lugar está tan mal?

Megumi no levantó la mirada, pero respondió de forma seca:

—Es... tolerable. No está tan mal como esperaba —dijo, casi como si fuera una declaración oficial.

Nobara soltó una risa y miró a Mahito, quien apenas estaba mostrando una pequeña sonrisa genuina.

—¿Tolerable? ¿Eso es lo mejor que tienes, Megumi? ¡Vas a hacer que se sientan incómodos! —bromeó Nobara.

La risa contagió a los demás, y poco a poco, el ambiente se fue haciendo más relajado. A Itadori le sorprendió lo fácil que era estar allí con ellos, sin el peso de la tensión. Por un momento, se sintió parte de la dinámica, y ya no se sentía como el extraño que estaba en medio de todo.

Mahito, al darse cuenta de esto, sonrió, pero esta vez de una manera más sincera.

—Bueno, la verdad es que es un poco raro para mí también... —comentó Mahito, haciendo que Itadori lo mirara con sorpresa. —Nunca pensé que viviría con todos ustedes. Pero, supongo que las cosas no son tan malas después de todo, ¿no?

Itadori asintió lentamente.

—Sí... supongo que no. —dijo, sintiéndose un poco más relajado.

En ese momento, Gojo entró al apartamento con una gran sonrisa y su usual actitud despreocupada.

—¡Estoy de vuelta! ¿Listos para pasar un día maravilloso? —dijo con una voz exagerada.

Itadori, sin poder evitarlo, se rió con la forma en que Gojo siempre llegaba.

—¡¿Tú otra vez?! —gritó Nobara, mientras empujaba a Gojo para que dejara de hacer ruido.

Megumi, que no podía resistirse a la reacción de todos, soltó una pequeña sonrisa. Por primera vez en mucho tiempo, parecía que todos estaban empezando a sentirse cómodos juntos. Mahito se dejó caer en el sofá, con una ligera sonrisa de satisfacción.

—¿Así que... qué hacemos ahora? —preguntó Mahito, mirando a Itadori.

Itadori lo miró con una mezcla de sorpresa y alivio.

—Nada especial... solo pasar el día —respondió, encogiéndose de hombros, pero por alguna razón, ahora estaba contento de estar allí.

Nobara, viendo la conversación tan fluida entre Mahito e Itadori, no pudo evitar comentar.

—¡Vaya, parece que al final todo se está volviendo normal entre ustedes! Esto es raro... —bromeó, recibiendo una mirada fulminante de Megumi.

La tensión del principio había desaparecido casi por completo. Itadori, Mahito, Nobara y Megumi se sintieron un poco más unidos, como si estuvieran empezando a entenderse mejor, aunque sin que el ambiente fuera demasiado forzado.

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Fin del Capítulo

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