susurros en la oscuridad

17 0 1
                                    

Camila y Alejandro se prepararon cuidadosamente ir a la casa abandonada. El sol se ponía lentamente, y la luz dorada de la tarde pronto se convirtió en una penumbra inquietante. Mientras caminaban hacia la casa, el silencio entre ellos reflejaba la tensión y el nerviosismo que sentían.

-¿Estás lista para esto? (preguntó Alejandro)

-Sí, pero no puedo negar que estoy un poco asustada (respondió Camila, tratando de mantenerse firme.)

Al llegar, la casa parecía aún más siniestro a la luz de la luna. Las sombras se alargaban y se movían con el viento, creando una atmósfera de incertidumbre. Camila y Alejandro encendieron sus linternas y se adentraron en el oscuro pasillo. Subieron las escaleras lentamente, cada paso resonando en el silencio opresivo. Al llegar a la terraza. La tensión en el aire era palpable, y cada pequeño sonido hacía que sus corazones latieran más rápido. De repente, un susurro apenas audible llegó a sus oídos. Camila y Alejandro se miraron con ojos de sorpresa.

-¿Oíste eso? (preguntó Camila susurrando con su voz temblando ligeramente.)

-(Alejandro asintió.)

Siguiendo el susurro, caminaron por el pasillo oscuro, sintiendo cómo la temperatura descendía con cada paso. De pronto, un golpe fuerte resonó a sus espaldas. Alejandro se giró rápidamente y captó una sombra moviéndose rápidamente.

-Esto no es bueno (murmuró Alejandro, con un nudo en el estómago.)

La luz de las linternas empezó a parpadear. Las sombras en las paredes parecían cobrar vida, alargándose y contorsionándose de manera antinatural. Un viento helado comenzó a soplar a través de los pasillos, trayendo consigo un susurro colectivo de voces distantes.

-Tenemos que irnos de aquí (dijo Camila, su voz temblorosa, mientras sentía cómo el miedo se apoderaba de ella.)

Antes de que pudieran reaccionar, una figura oscura emergió de la sombra, sus ojos brillando con una luz roja antinatural. Se desplazaba hacia ellos, moviéndose de manera irregular y espasmódica. La figura abrió la boca, de la que salió un grito inhumano que resonó en todo el edificio. Alejandro y Camila retrocedieron, paralizados por el terror. De repente, la puerta al final del pasillo se cerró de golpe, dejándolos atrapados en la oscuridad.

.¡Corre! (gritó Alejandro, agarrando la mano de Camila y tirando de ella hacia la escalera.)

Bajaron a toda velocidad, Los murmullos se hicieron más fuertes, y la sensación de ser observados aumento. Camila tropezó con una caja, cayendo al suelo. Alejandro la ayudó a levantarse, pero entonces ambos sintieron una mano invisible agarrando sus tobillos, tirándolos hacia atrás. La risa espectral llenó el aire, y las paredes parecían cerrarse sobre ellos.

-(Camila trato de liberar su pie de la fuerza invisible)

Lograron soltarse y correr hacia una pequeña habitación. Cerraron la puerta tras ellos, intentando calmarse. Sus respiraciones eran rápidas y entrecortadas.

-¿Qué hacemos ahora? (preguntó Alejandro, su voz cargada de desesperación.)

-Tenemos que encontrar una salida (respondió Camila, mirando a su alrededor.) No podemos dejar que esas cosas nos atrapen.

Justo en ese momento, la figura oscura apareció nuevamente, atravesando la puerta cerrada. Su presencia llenó la habitación de un frío mortal, y el suelo comenzó a temblar.

-Esto es el final (murmuró Alejandro, abrazando a Camila.....)

juntos en lo desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora