El cristal de la ventana en la que Sarai había estado un minuto antes estalló en mil pedazos mientras Sarai alargaba la mano para coger la Glock que tenía pegada bajo la mesa. Se sentía insegura. Hacía mucho tiempo que no enfrentaba una situación asi y su corazón bombeaba adrenalina pura.
Un hombre vestido completamente de negro había entrado por la ventana.
Llevaba la cara oculta con una capucha de cuero típica del uniforme de los Ridders.
El hombre apuntó a Sarai y disparó justo después de que ella se tirase de la silla de ruedas cayéndose de cara al suelo.
Sarai aprovechó la confusión del desconocido para arrastrarse detrás de un sofá que le servía de protección y apuntar a aquel hombre en la cabeza. Justo cuando su dedo estaba por presionar el gatillo el hombre habló.- ¿Sam?
Se quedó paralizada por un momento. Esa voz. Ese nombre.
Sarai se arrastró lentamente fuera de su escondite. Las lágrimas picaban en sus ojos pero ella seguía apuntando al hombre con la pistola. Podría ser un engaño de los Ridders.
Cuando logró tenerlo en frente le extrañó la cara de abatimiento que puso él al verla en el suelo.¿Quién eres?- preguntó ella teniendo una ligera sospecha de cual sería la respuesta.
Él hombre se desenganchó la capucha que le cubría la cara y la arrojo lejos de él.
Las lágrimas que Sarai había estado reteniendo bajaron libres por sus mejillas. Giró el rostro para que su largo cabello castaño ocultara su rostro. Un soldado no lloraba. Pero ella ya no era un soldado. Y tener a Aarón en frente suya después de tanto tiempo le recordaba aquellos momentos en los que aún era débil.
Aarón se acercó a ella y la cargó en brazos.- Dios mio, Sam ¿qué te han hecho?
Sarai no podía hablar. No entendía nada de lo que estaba ocurriendo pero le había echado mucho de menos así que le rodeo el cuello con sus brazos y apoyó la cabeza en su pecha justo al lado del pequeño cuervo negro. Levantó rápidamente la cabeza y lo miro a los ojos.
- ¿Porqué llevas el uniforme de los Ridders?
- ¿Sabes porqué los Ridders se hacen llamar así?
No entendía la sonrisa lúgubre pintada en el rostro de Aarón. Su preocupación por ella seguía allí pero ahora él miraba el vacío absorto en sus pensamientos. Abrió la boca para contestar a su pregunta, para decirle que nunca había creído que hubiera un porqué detrás de aquel nombre pero un fuerte golpe en la nuca interrumpió sus palabras y solo pudo oír dos voces discutiendo antes de que todo se volviese completamente negro.
Corría. Los árboles que la rodeaban pasaban como un simple borrón oscuro. La sensación del viento golpeando en su cara y la hierba húmeda en los pies la refrescaban. Seguía corriendo y no quería parar nunca más aunque sabía que era un sueño y que al despertar estaría en una silla de ruedas otra vez. Captó movimiento por el rabillo del ojo y se detuvo. Tenía una sensación extraña en el pecho que le impedía seguir corriendo. Tras unos matorrales algo se movía entre hiedra venenosa. No parecía que le afectase la planta a lo que sea que estuviese ahí detrás. Sarai se acercaba lentamente hasta que unos profundos y grandes ojos rojos se posaron en ella.
Quedó hipnotizada por la belleza de esos ojos mientras seguía caminando hacia ellos sin siquiera darse cuenta de lo que hacía hasta que esos hemosos orbes rojos parpadearon como saliendo de un largo trance y una gran sombra negra se abalanzó sobre ella.Sarai escuchaba voces a lo lejos. Le pesaban los párpados y era incapaz de moverse. Ni siquiera podía levantar su brazo para protegerse los ojos de la cegadora luz blanca que había justo sobre su rostro.
De repente todo lo que había pasado le cruzó la mente en un fugaz destello aunque una frase a lo lejos le llegó al oído y la dejo desconcertada.- Cuando ella despierte no podrá recordar nada.
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Vive para morir #Wattys2015
FantasyPodría decir que lo he perdido todo pero nunca tuve algo en realidad. Iba tropezando por la vida hasta que ellos me encontraron. Me dieron un nombre, un hogar, pero sobre todo una razón para seguir viva y sentirme útil. No pude cumplir mi misión ¿Co...