Jealousy | Chestappen

1. La entrevista.

El hombre que sostenía el celular con las preguntas está poniendo nervioso a Max.

Cada sonrisa que da (no a él) lo deja con ganas de pararse he irse de ahí.

Pero eso significaba dejar a Checo al merced de ese hombre. Y el en definitiva no dejaría que eso pasara. Podría soportar los problemas en los que se metería por esa acción grosera, pero el dejar a Checo solo no estaba en discusión.

Desde el inicio que se presentó con ellos le había dejado una sensación de incomodidad en su estómago.

No se había presentado como lo haría cualquier otra persona que estaba por entrevistarlos. Al menos no con Checo.

Al principio creyó estar leyendo demasiado en esa pequeña interacción y desea que ese hubiera sido el caso, ahora sabe que no estaba todo en su mente.

Con Max se había presentado con una simple inclinación de su cabeza, no le pareció raro, el en respuesta solo le saludo con un simple "Hola". Hasta ahí todo normal. Por ahora.

Checo entro al lugar cinco minutos más tarde. Al parecer estaba grabando otra cosa en colaboración con una de las cientos de marcas que lo patrocinan y se le había hecho un poco tarde. Se disculpo algo apenado por hacerlos esperar, aunque no fue tanto tiempo parecía avergonzado de igual manera.

Max quería asegurarle que no importaba, que si fuera por el esperaría una hora sin necesidad de una explicación o disculpa, siempre y cuando el regresara a su lado.

Claro que no dijo eso en voz alta ya que el otro hombre (se le había olvidado que estaba ahí) se adelantó a hablar.

Le había mentido a Checo, le aseguro que acababan de llegar y en realidad no llevaban tanto tiempo esperando, casi había dicho que llegaron en seguida de que él puso un pie ahí.

A Max no le hizo tanto ruido esa mentira obvia. En su mente el hombre solo trataba de ser amable con Checo y no incomodarlo o avergonzar más al mexicano. Así que lo dejo pasar.

Hasta que llego el saludo. Max puede ver la gran diferencia que hubo a como lo saludo a él.

Empezando con que a su compañero si lo saludo en verdad.

Se había levantado del sillón en el que estaba sentado y había estrechado la mano de Checo cinco largos segundos que se sintieron como horas (no es que el los haya contado) y en todo ese momento no le quito ni un segundo la mirada. Una mirada que no sólo era amable si no que había otra cosa oculta ahí. Max no sabía cómo describirlo. Pero ninguna de las cuantas cosas que pensó le gustaron en absoluto.

Para la suerte de Max y su estabilidad mental esa presentación termino sin ninguna otra interacción extraña.

Ese pequeño respiro no le duro demasiado.

Ahora había llegado el momento de tomar asiento en ese sillón largo (no lo suficiente) cada uno. Max quería sentarse entre ese hombre y Checo, pero al parecer ya tenían pensado los encargados (el entrevistador) otra cosa. Al final terminaron con Checo en medio de ese hombre y el.

Intento acercarse más al costado del mexicano, pero no quería incomodarlo ya que había espacio para estar unos cuantos centímetros separados y no estar sobre el otro (si fuera por Max Checo estaría sentado en su regazo)

El hombre por fortuna estaba un poco más alejado de Checo. Lo suficiente como para que pudiera alcanzar a ver ambos en cada pregunta.

En cuanto la cámara se prende y el hombre (para ese punto ya les había hecho saber su nombre, él no le prestó atención, tampoco es como si le interesara) empieza a preguntar lo que sea que tenga anotado en ese celular, la atención de Max se desvía al mexicano que se encuentra a su lado.