Escena 1: Una Noche de Reconciliación
La noche había caído sobre la casa de Adam. La luz tenue de la lámpara de la sala iluminaba el rostro de Ainhoa, que ya se había dormido en su cama, abrazando a su peluche favorito. En la cocina, Adam y Darío estaban terminando de cenar. El ambiente estaba cargado de una calma reconfortante, esa tranquilidad que venía luego de un huracán de emociones.
Después de semanas de incertidumbre, de decisiones difíciles y de emociones encontradas, la pareja finalmente se encontraba en el punto en el que habían querido estar: juntos, otra vez. Adam sentía la calidez de estar cerca de Darío, la sensación de estar reconstruyendo algo que no solo había sido suyo, sino que también lo compartían con Ainhoa. A lo lejos, la pequeña risa de Ainhoa parecía recordarles lo que realmente importaba.
Darío, con una leve sonrisa en los labios, terminó su copa de vino y se levantó de la mesa. Luego de unos segundos, se acercó lentamente a Adam, quien lo observaba con una mezcla de ternura y emoción.
Adam: - Che, ¿vos no habías dejado la bebida, picarón? - dijo entre risas el omega paraguayo, también bebiendo un sorbo de su copa con vino tinto.
Darío: - Sí, pero por hoy hago la excepción. Esto merece celebrarse.
Adam (riendo): - ¿Qué cosa, mborayhu?
Darío: – No sé cómo decirte lo feliz que me siento de estar acá… de haber vuelto a nosotros.
Adam sonrió suavemente y, sin pensarlo demasiado, se levantó para abrazarlo. El contacto fue como un ancla que los mantenía firmes en su decisión, un recordatorio de que el amor podía superar todo.
Adam: – Yo también, Darío. Esto es lo que quiero, siempre lo quise. Vos y Ainhoa son mi todo.
Darío no pudo evitar sonreír aún más, abrazando a Adam con fuerza. Podía sentir la paz que se había instalado entre ellos, aunque sabían que aún había mucho por hacer, mucho por sanar. Pero esa noche, se sentían completos.
Ambos se quedaron abrazados un buen rato, respirando al unísono, reconociendo que su relación estaba en un punto de reencuentro, no solo físico, sino también emocional.
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Escena 2: La Sorpresa de Darío
Cuando el abrazo se rompió, Darío se alejó un poco y caminó hacia la mochila que había dejado sobre la mesa. Sacó dos objetos envueltos en papel celofán con cuidado, uno grande y otro pequeño, y se los extendió a Adam y Ainhoa.
Darío: – Traje algo para los dos. Algo que me prometí comprar cuando estaba en Belo Horizonte...
Adam lo miró intrigado mientras desarrollaba una sonrisa nostálgica. Ainhoa, que había despertado por el movimiento, se acercó corriendo, curiosa, con sus ojitos brillando de emoción.
Ainhoa: – ¿Qué es, papi?
Darío: – Abrí, vas a ver.
Ainhoa tomó el paquete grande, rompiéndolo con su pequeña mano. Dentro, encontró un león de peluche, suave, tierno, con una melena dorada que brillaba bajo la luz. Sus ojos se iluminaron al instante.
Ainhoa: – ¡Es un león! ¡Mirá, papi!
Adam se acercó a su hija y la abrazó mientras ella apretaba el león contra su pecho. Darío, con una sonrisa tierna, observaba la escena.
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Me dediqué a perderte (Benedetto x Bareiro) (Omegaverse)
FanficDespués de 8 años de relación y de muchos altibajos, Adam se entera que Darío le fue infiel, con lo cual decide cortar con él. Desesperado, Darío recurre a la ayuda de sus amigos para recuperar al amor de su vida