La confusión de Rainbow Dash

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...

Rainbow Dash abrió los ojos lentamente, sintiendo cómo su cabeza latía dolorosamente con cada respiración. El sol que se filtraba por la ventana era demasiado brillante, y aunque apenas eran las nueve de la mañana, el silencio pesado de su habitación parecía anunciar que ya había pasado un tiempo considerable desde que su alarma había sonado y, evidentemente, ella había ignorado. Se frotó los ojos, intentando despejar su mente, pero un punzante dolor de cabeza se lo impedía.

-¿Qué... pasó anoche? -Murmuró, apretando los ojos, buscando algún rastro en su memoria que pudiera ayudarla a recordar.

La última imagen clara que tenía era estar en la fiesta organizada por la empresa en un bar del centro. Recordaba haber estado riendo, hablando con todos, y tomando más de lo que había planeado. La noche se volvió borrosa después de cierto punto, apenas reteniendo pequeños fragmentos de música, risas, y... un par de ojos amables.

Se dio la vuelta en la cama y notó que no estaba sola. Había una almohada desordenada a su lado y unos cabellos rubios que relucían sobre las sábanas. Miró alrededor de la habitación con desconcierto; todo estaba desordenado, había sido salvaje, excepto por una delicada hoja de papel que asomaba del borde de la cama. La levantó con curiosidad y frunció el ceño al ver un nombre escrito en la parte superior.

-Fluttershy? -Repitió en voz baja, leyendo el nombre en el encabezado del currículum que sostenía.

Sabía quién era Fluttershy, aunque apenas habían hablado en un par de ocasiones. Trabajaba en otro departamento, y siempre la había visto como una persona tranquila, amable y algo tímida. Pero... ¿qué hacía su currículum en su habitación? Y, más aún, ¿qué significaba eso?

Rainbow se levantó, con el documento en la mano, mientras su mente intentaba conectar las piezas de lo sucedido.

-Supongo que... ¿Me acompañó hasta aquí? ¿Y luego...? -Suspiró y se pasó una mano por el rostro-. Ay, Rainbow, qué desastre.

Aún llena de dudas, la peliarcoíris decidió que lo mejor sería no pensar demasiado en lo ocurrido. Tomó una ducha rápida, se vistió y salió de casa, intentando ignorar el leve rubor que le provocaba recordar la noche anterior. Tomó su moto y se dirigió al trabajo, con el currículum de Fluttershy aún en su bolso. Sin embargo, durante todo el trayecto no pudo evitar recordar aquellos ojos amables y una sonrisa que parecía desvanecerse en el fondo de su mente. "¿Cómo se lo voy a mencionar?", se repetía.

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En otra parte de la ciudad, Applejack miraba su reflejo en el espejo de su pequeño departamento, suspirando profundamente. La noche anterior había terminado en el apartamento de su jefa, Rainbow Dash, algo que nunca imaginó que sucedería. Ella y la peliarcoíris habían compartido algunas risas, y entre los efectos del alcohol y la complicidad del momento, la rubia  se había dejado llevar. Sin embargo, cuando despertó antes del amanecer, se sintió demasiado nerviosa para quedarse y esperar a que Rainbow abriera los ojos, así que salió en silencio, dejándola aún dormida.

Pero ahora, en la luz del día, Applejack se dio cuenta de algo importante: en su apuro por salir, había perdido el currículum de Fluttershy en algún lugar, el mismo que pensaba entregar a Recursos Humanos para recomendar su transferencia de departamento.

- ¡Caray! -Exclamó, llevándose la mano a la frente-. El currículum... ¡lo dejé en casa de Rainbow! -Murmuró, sintiendo el color subirle al rostro. La sola idea de que Rainbow pudiera encontrar ese documento le provocaba un escalofrío. No tenía idea de cómo iba a explicarle a Fluttershy que había perdido su documento.

Sin saber cómo abordar el tema, se dirigió al trabajo con la esperanza de que, al menos, Rainbow no la enfrentara.

Al llegar a la oficina, se encontró a Fluttershy en la cafetería de la empresa.

-Fluttershy -la llamó, intentando sonar natural-. Oye Flutters... Je je...De casualidad, ¿tienes otra copia de tu currículum?

La pelirrosa parpadeó, confundida.

-¿Otra copia? Claro, pero... ¿qué pasó con la que te di?

Applejack intentó disimular su nerviosismo con una risa nerviosa.

-Es que... bueno, lo perdí. De alguna forma... lo extravié en algún lado, ya sabes, a veces soy algo descuidada.

Fluttershy sonrió suavemente y negó con la cabeza, comprensiva.

-No te preocupes, Applejack. Tengo otra copia. Te la traigo después.

Applejack exhaló un suspiro de alivio, agradecida de que su amiga no hiciera preguntas.

...

Esa misma tarde, Fluttershy entregó un nuevo currículum en Recursos Humanos y, para sorpresa de ambas, la contrataron rápidamente, integrándola al equipo en el que trabajaba Applejack. Ahora, trabajarían juntas, y Applejack se sentía aliviada de que todo parecía estar solucionado.

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Rainbow Dash, por su parte, trataba de concentrarse en su trabajo, pero sus ojos se desviaban constantemente hacia el área de Recursos Humanos, donde Fluttershy estaba siendo presentada oficialmente como la nueva integrante del equipo y ésta como su jefa, recibiría más tarde sus datos.

-Oh, genial, justo al frente de mi oficina -se dijo a sí misma, tragando saliva.

Finalmente, y después de horas de intercambiar miradas rápidas e incómodas desde su oficina, Rainbow no pudo resistir más y, al final de la jornada, decidió que debía hablar con la empleada bajo su cargo. Tomó el currículum de su bolso y se acercó a su escritorio.

-Fluttershy, este... creo que esto es tuyo. Lo olvidaste... en mi... - Se detuvo, tratando de encontrar las palabras adecuadas-. En algún lugar.

Fluttershy, que estaba revisando documentos, alzó la mirada, sorprendida. Miró el currículum en manos de su nueva jefa y frunció el ceño, desconcertada.

-Gracias, Rainbow, pero... no recuerdo haberlo dejado... -Tomó el currículum con expresión curiosa-, ¿dónde lo encontraste?

Rainbow sintió cómo el calor se apoderaba de su rostro. Tragó saliva y, en un intento de sonar casual, murmuró:

-Oh, bueno... en un lugar al que, supongo, llegaste anoche. -Le sonrió con una mezcla de incomodidad y amabilidad-. No importa mucho, solo quería devolvértelo. Buen trabajo hoy, por cierto.

-Ehm... gracias -Respondió la amarilla, aún desconcertada, pero asintió con una tímida sonrisa.

Mientras la otra se alejaba se alejaba, Fluttershy no pudo evitar quedarse mirando el currículum en sus manos. Se preguntaba en qué "lugar" lo habría dejado y por qué Rainbow Dash parecía tan extraña cada vez que cruzaban miradas.

Al otro lado de la oficina, Applejack, quien había estado observando desde lejos, dejó escapar un suspiro de alivio. Nadie tenía idea de lo que había sucedido en realidad la noche anterior, y, para su fortuna, Rainbow no la había buscado para hablar de nada. Aunque, mientras miraba a Rainbow, no pudo evitar sonreír, recordando aquella conexión fugaz en el bar. Sus pensamientos la traicionaron, y sin darse cuenta, su cuerpo se encontraba caliente, mordiendo su labio inferior. Totalmente ajena, a qué el descuido del currículum, había causado que ese enrredo apasionado, termine jugando en favor de alguien más.

La Celebración De La EmpresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora