Tentación

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...

Applejack miraba su taza de café, revolviendo el líquido de forma automática, como si en cada vuelta pudiera encontrar una respuesta a la confusión que sentía. Frente a ella, Fluttershy la observaba en silencio, con esos ojos amables que siempre parecían comprender más de lo que mostraban.

- Applejack - Murmuró finalmente, inclinándose hacia adelante -, ¿estás bien? Pareces... distraída.

La rubia soltó un suspiro profundo. Dudó unos segundos antes de responder, sus hombros se hundieron, y bajó la mirada al café en su taza. - Fluttershy...- Tengo algo que decirte. Y no sé cómo empezar.

Fluttershy asintió, apoyando una mano suave en la de su amiga. - Puedes confiar en mí, Applejack. Lo que sea, estoy aquí para escucharte.

Applejack soltó un suspiro y miró a su amiga. - Bueno... verás... en la fiesta de la otra noche... algo... algo pasó entre Rainbow y yo.

Fluttershy parpadeó, sorprendida. Sabía que Applejack y Rainbow tenían una relación laboral prácticamente cercana, pero jamás se le habría pasado por la cabeza que pudiera haber algo más entre ellas. Ocultó su sorpresa y sonrió levemente, esperando a que Applejack continuara.

Applejack pareció tomar fuerza antes de hablar de nuevo. - No sé ni cómo pasó, Fluttershy. Nos estábamos divirtiendo, ambas bebimos un poco más de la cuenta... y de repente, pues... las cosas se... se fueron de control.

Fluttershy frunció el ceño, interesada y ligeramente confundida. - ¿Y cómo te sientes al respecto?

Confundida - Applejack entrecerró los ojos, como si el recuerdo mismo la agobiara -. Apenas recuerdo lo que pasó y no estoy segura de si ella también lo hace. Al día siguiente me fui antes de que despertara. No quería que tuviera problemas, ¿sabes? Al final de cuentas, es mi jefa.

Fluttershy asintió lentamente, sus pensamientos girando. Recordó el momento en que Rainbow le devolvió su currículum al final del día, insinuando que había pasado algo entre ellas, como si hubiera algún tipo de conexión especial. La confusión inicial que sintió entonces se transformó en una leve sospecha. Rainbow parecía estar genuinamente interesada en ella, pero ahora, al escuchar la confesión de Applejack, las piezas comenzaron a encajar.

"Entonces... Rainbow piensa que se acostó conmigo, pero en realidad fue con Applejack" pensó la amarilla, sintiendo una chispa de revelación en su mente. Miró a su amiga, que seguía perdida en sus propios pensamientos.

- Eso debe ser difícil, Applejack - murmuró Fluttershy, y aunque intentaba sonar compasiva, su propia mente comenzaba a debatir -. Me imagino que todo esto te hace sentir muy... vulnerable.

Applejack asintió. - No sé qué pensar. Y... hay algo más, Fluttershy. No puedo evitar sentir que esto no fue solo una tontería. Creo que realmente me gusta Rainbow. La he visto de otra forma desde entonces, como si en esa noche me hubiera dado cuenta de lo que en realidad siento por ella. Pero ahora no sé si fue solo un error para ella o si... si hay algo más ahí.

Fluttershy sintió que su corazón daba un vuelco. Miró a Applejack, quien parecía tan honesta, tan transparente en su confusión. Pero en su propio interior, una chispa egoísta comenzaba a encenderse. La atención de Rainbow la había hecho sentir especial, algo que no había experimentado en mucho tiempo. ¿Por qué tenía que renunciar a esa posibilidad ahora? Rainbow podría estar interesada en ella; había algo entre ellas, algo que no se podía negar.

- Applejack - dijo Fluttershy, tratando de mantener su voz tranquila y suave -, creo que a veces es mejor no apresurarse. Si Rainbow siente lo mismo que tú, las cosas se aclararán solas. No hay que forzar nada.

Applejack la miró agradecida, sin darse cuenta del conflicto que se estaba gestando en el interior de Fluttershy. - Gracias, Fluttershy. No sabes lo bien que me hace hablar de esto contigo. De verdad. Creo que tú siempre sabes qué decir, y me haces sentir que no estoy sola.

Fluttershy sonrió con suavidad, pero dentro de ella había un torbellino de emociones contradictorias. - Para eso están las amigas, Applejack. A veces las cosas necesitan su tiempo... y quién sabe, quizás las cosas se den de la manera en que deban darse. Solo hay que estar atentas.

Applejack le devolvió la sonrisa, agradecida, sin saber, que había convertido a su amiga, en una rival silenciosa.

La Celebración De La EmpresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora