28 de septiembre, 11:05 AM
Corte del distrito – Lobby para acusados Nº 3
Athena, Phoenix y la familia Tadano fueron escoltados hacia el lobby para acusados por el Alguacil Hosonaga y su colega. El resto de la galería también se había dispersado de la sala de justicia, y se encontraba recorriendo los corredores del tribunal, llenando los otrora silenciosos pasillos con sonidos de conversación. Entre la multitud, muchos especulaban sobre el resultado del juicio, con varios teorizando cuáles métodos subrepticios planeaban utilizar Blackquill o Athena para ganar una ventaja durante el juicio. Otros estaban tomando ventaja del generoso tiempo del receso para hacer planes para su almuerzo antes que el juicio se reanudara.
Mientras el grupo caminaba por los ahora concurridos pasillos que llevaban al lobby para acusados, nadie dijo ni una palabra, pero Athena podía ver que su cliente y su familia tenían sus cabezas zumbando de pensamientos respecto a la situación actual.
Tanto Jeanne como Hitomi estaban muy perturbadas de que Hitohito hubiera peleado con tanta fuerza como lo hizo en contra de la defensa de Athena, pero más aún cuando supieron la verdadera razón de eso.
Los pensamientos de Hitohito eran una mezcla. Por un lado, sintió que se le levantaba un enorme peso del pecho luego de poder confesar ante la corte todo el acoso que sufrió a manos de Yamai, especialmente luego de leer la tarjeta que confirmaba que Shouko todavía lo veía como un amigo muy querido. Por el otro, seguía muy preocupado por lo que Yamai y sus amigos intentarían hacerle como represalia. Él sabía perfectamente que no era el chico más popular de su escuela, y aunque Yamai no era ni la mitad de popular que Shouko, sí tenía muchos más amigos que él de su lado.
Eso, por supuesto, asumiendo que Athena fuese capaz de declararlo no culpable.
Incluso Phoenix también estaba preocupado en sus pensamientos. Había rechazado la oferta de Junichi Asano de arrojar a Hitohito y Athena debajo del autobús a cambio de un trabajo en Yamai Holdings. Aunque estaba firmemente convencido de haber tomado la decisión correcta, todavía se sentía avergonzado de sí mismo por haber considerado brevemente el trato durante un momento de debilidad. Sabía que Asano no iba a tomar su rechazo bien, y tenía que advertirle a Athena sobre él antes de hacer su siguiente movimiento.
El problema era cómo hacerlo sin sentirse como una completa escoria.
Los alguaciles abrieron las puertas del lobby para acusados, permitiéndoles a los abogados y a la familia Tadano entrar en fila. El clima afuera mantenía su diluvio torrencial, cuyo sonido era enmascarado por la naturaleza insonorizada de las paredes y ventanas de la habitación. En cuanto las puertas del lobby para acusados se cerraron detrás de ella, el rumor de afuera también se vio silenciado, dejando el ligero zumbido de las luces del techo como el único ruido adentro.
Hitohito se sentó en el sofá a la izquierda de la puerta, mientras su madre y hermana se sentaban junto a él. Athena acababa de ir hacia el lado opuesto de la mesa de café frente al sofá, y cruzó sus brazos pensativa, observando la escena frente a ella con Phoenix a su lado.
(«Aún están muy callados... han estado así desde que salimos de la sala de justicia. Sin duda todos están esperando a que alguien más rompa el silencio antes de hablar...») pensó.
Sorprendentemente, el propio Hitohito fue quien rompió el hielo.
– Hey, umm... Srta. Cykes... quería disculparme contigo. – dijo tímidamente.
– ¡Sí! ¡Más te vale disculparte! ¡¿En qué diablos estabas pensando?! – interrumpió Hitomi, agarrando a su hermano del cuello de la camisa y estrujándolo.
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El Caso de la Comunicación
Fiksi PenggemarDesde que fue secuestrado por Ren Yamai, Hitohito Tadano ha estado sufriendo pesadillas recurrentes sobre el incidente, junto con los intentos de ella por hacerlo romper su amistad con Shouko Komi. Tras otro encuentro con ella, Hitohito se desmaya y...