Escena 1: La vida después de la tormenta
Han pasado algunas semanas desde que Darío y Adam tomaron decisiones importantes. La relación entre ambos continúa fortaleciéndose, aunque siempre hay algo que los pone a prueba. Ese sábado, la brisa fresca de la tarde acariciaba suavemente la piel de Adam mientras caminaba por la casa. Ainhoa jugaba en el jardín, saltando entre las flores y corriendo alegremente hacia su papi cuando lo vio.
Adam:- ¿Vas a correr por el jardín todo el día?
Ainhoa:- ¡Sí, papi! Voy a atrapar todas las mariposas.
Adam sonrió, agachándose para abrazarla, sin poder evitar sentir una mezcla de ternura y orgullo al ver lo feliz que estaba su hija.
Dentro de la casa, Darío estaba conversando con Marcos Rojo y Milton Giménez a través de videollamada. La risa y los comentarios despreocupados de sus amigos eran el soundtrack de ese momento. Darío estaba visiblemente más relajado, un cambio palpable en su actitud desde que volvió con Adam. La psicóloga del club, Victoria Galeppi, lo había notado en las últimas sesiones: se sentía más completo, más centrado.
Marcos Rojo:- Che, ¿vos te vas a quedar en Boca o vas a dejar el club por esa oferta del fútbol europeo?
Darío:- Y... no sé, todavía estoy pensándolo. Pero lo que más quiero es estar con mi familia.
Milton Giménez:- ¿Y Adam qué dice de todo esto?
Darío:- Lo que sea que decida, me va a apoyar. Es un tipo increíble.
Escena 2: Un giro inesperado
El teléfono de Darío vibró en su bolsillo mientras se dirigía a la salida del entrenamiento. Al mirar la pantalla, vio el nombre de su representante, Carlos.
Carlos:- Darío, tenemos una oferta formal de un club de Italia. Lo están esperando. Están dispuestos a ofrecerte un contrato de tres años.
El corazón de Darío latió más rápido. Adam estaba esperando en casa, y él sentía una mezcla de emoción y nerviosismo. Después de todo lo vivido, ¿cómo le contaría sobre esta oportunidad que podría cambiar sus vidas?
Mientras tanto, en casa, Adam estaba jugando con Ainhoa y mirando el reloj, un poco inquieto por la ausencia de Darío. ¿Qué estaría pasando?
Escena 3: La conversación de la verdad
Esa noche, cuando Darío llegó a casa, la atmósfera era tensa. Adam estaba esperando en el comedor, con una copa de vino en la mano.
Darío lo miró y, antes de que pudiera decir algo, Adam habló.
Adam:- ¿Qué pasa, Darío? Te noto raro.
Darío dejó caer la mochila en el suelo y se acercó a él, sentándose en la silla frente a Adam. Los ojos de Adam brillaban, como si ya supiera lo que iba a escuchar, pero no podía evitar sentirse ansioso.
Darío:- ¿Viste que te conté de la oferta del exterior que me llegó hace poco? Me ofrecieron un contrato de tres años en un club europeo. Es una gran oportunidad, pero... no sé qué hacer. No quiero que esto nos separe.
Adam lo miró, sintiendo un nudo en el estómago. Pero lo que dijo después fue un reflejo de todo lo que había sentido por Darío.
Adam:- No me importa si te vas, Darío. Lo que más quiero es que estés bien. Lo que importa es lo que hagamos siempre nosotros como familia, no el lugar donde estemos.
Darío lo miró, con los ojos llenos de amor y gratitud. En ese momento, Adam le tomó las manos con ternura, sin importar el futuro.
Darío:- Entonces... ¿podemos seguir adelante, juntos, sin importar lo que pase?
Adam:- Sí, siempre. Juntos, siempre.
La noche se cerró con un beso lleno de promesas y de un amor tan fuerte que nada podría separarlos.
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Me dediqué a perderte (Benedetto x Bareiro) (Omegaverse)
FanfictionDespués de 8 años de relación y de muchos altibajos, Adam se entera que Darío le fue infiel, con lo cual decide cortar con él. Desesperado, Darío recurre a la ayuda de sus amigos para recuperar al amor de su vida