-Papi me estas pidiendo que en unos días le tendré que enseñar la finca al hijo de Nikolai Romanov, me haga su “amiga” y todo ese rollo cuando no lo conozco? Y si es un inculto o algo de eso, osea se que su familia tiene dinero y eso pero…
-Eli, rayito, tengo un trato muy importante con Nikolai que nos podría ayudar a pagar deudas, además hay rumores de que Alexander está en una etapa que es un poco insubordinado y quiero que lo tengan vigilado y quien mejor que tú? Eres mejor que 10 de mis hombres por que no tendrias que disimular.
Papa me mira sonriente y no me voy a negar. Si puede hacer un trato y que estemos mejor de dinero mejor aunque no lo necesitamos tampoco pero llega verano y quiero ropa nueva asi que tendre que ser agradable. Asiento y mi padre sonríe, de repente suena el móvil y se va a hablar.
Yo, mientras iré a mi habitación donde toco el piano. Me hago un moño bajo para comenzar a tocar el instrumento y cuando acabo me siento y desplego la tapa que cubre las teclas negras y blancas. Mis esbeltas manos tocaban las suaves teclas creando una melodía que llegaba a todos los rincones de la sala inundando el silencio, mi mente dejó de sobrepensar al instante mientras entraba los dorados rayos del sol y haciendo un ambiente más caluroso mientras yo tecleaba cada vez más rápido hasta que escucho algo estamparse contra la ventana y saltó de mi asiento en seguida. Ahogue un grito al ver que lo que se había estampado contra la ventana era un cuervo. Fui corriendo a ver si estaba bien y justo en el momento en el que me acomodaba mi vestido suelto de flores para agacharme más cómodamente el animal sale volando. Me giro y pican a la puerta. Sé que es papa por cómo pica.
-Adelante.
Mi padre pasa y atrás de él mis sirvientas con un vestido entre azul marino y gris que primero es apretado y luego es como una mini falda de colegiala. Es nuevo y muy bonito pero ¿a qué se debe? Miro a papá extrañada y enarcando una ceja mientras otra sirvienta distintas entra con productos de skincare y maquillaje para que luego pase mi estilista personal con unas botas negras pegadas que irían hasta la rodilla, miró otra vez a papá por que mi estilista personal, Matilda, viene para ocasiones especiales o para cuando se lo pida yo misma y yo no le he pedido nada.
-Rayito, al final Alexander y su padre llegarán esta noche.
-Papá tenía planes para hoy, iba a salir con Audrey.-Papa sonríe y le hace un gesto a Matilda y las demás para que vayan a mi habitación y me preparen el baño y la ropa.
-Perfecto, asi te lo llevas de fiesta con vosotras, eso es lo que acordamos rayito. Este es el plan, cenamos todos juntos, yo me quedo jugando al poker con el padre y tú de fiesta con el hijo, y hacer que se lo pasen bien durante esta semana, luego hacemos el trato y se vuelven.
No me deja contestar por que se va antes de que le pueda decir nada. Suspiro con frustración mientras me voy a mi habitación. No hay más remedio que hacerle caso. Cuando entro en mi habitación Matilda está escogiendo mis joyas, bolso y peinado para esta noche, al menos iré de fiesta bien arreglada. Cuando se giró me dedicó una sonrisa y yo se la devuelvo mientras entro al baño para prepararme.
Matilda me está maquillando, ya me he vestido, el vestido es precioso y perfecto para el tipo de fiesta a la que voy. Hoy voy a ir a una discoteca donde va el ligue de Audrey, mi mejor amiga. La discoteca es una que está en una zona más peligrosa pero llevaré una pistola en el bolso para evitar desgracias. Matilda ha comenzado con el pelo, me ha hecho un maquillaje sencillo a petición mía ya que mi cara siempre resalta mucho por mis ojos cada uno de un color y por mi cuerpo también pero lo que a la gente siempre se le queda en la cabeza sobre mí es mi heterocromia. Matilda está cepillando mi pelo con cuidado mientras calienta la rizadora de pelo. Cuando la maquina está preparada me la pasa por las puntas para que haga un efecto de ondas ya que mi pelo natural es completamente liso. Cuando acaba con mi pelo me da un collar fino de plata con un lazo pequeño en el medio y una pulsera plateada cartier de las que parecen un clavo. Luego me pasa un bolso negro de cadena corta Channel. Me fui a mirar al espejo y la verdad era un outfit precioso así que me hice una foto para subirla a mi instagram ya que como era modelo de revistas a las marcas con las que participó les gustaba que subiera fotos con sus productos o que fuera famosa. Acabe de subir la foto a mis redes mientras iba hacia el salón donde Matilda me dijo que le había dicho mi padre que esperara. Acabo de guardar el teléfono en el bolso y al mirar al frente me petrifique. Los Romanov había llegado.
Papá estaba con ellos y el que supongo que era Alexander por ser el joven estaba buenisimo. Osea yo de normal no pienso eso de los chicos pero madre mía. Llevaba puesta una camiseta de seda negra de botones por dentro de unos pantalones de traje, aun llevando la camiseta se notaba que tenía unos brazos muy musculosos y una ancha espalda. Tenia una belleza muy ruda por asi decirlo, tenia el pelo negro al igual que sus ojos pero lo llevaba rapado por un momento baje la mirada a las manos y se le notaban las venas. Madre mía debo parar ya si no se va a dar cuenta del pedazo de repaso que le he dado. Sonreí y me acerqué.
-Vosotros debéis de ser Nikolai Romanov y Alexander Romanov.-Dije girándome un poco hacia el buenorro, el cual no se ha cortado en darme un repaso, luego levanta la mirada hacia mis ojos y se acerca para saludarme dándome dos besos así que le sigo el saludo.
-El mismo.-Dice Alexander mirándome y veo como se le escapa una mirada hacia mi escote, al menos no seré la única con la mente sucia.
-Elizabeth, no?-. Me dice Alexander sonriendome de una manera que me pone nerviosa. Le sonrío de la forma más pícara y a la vez dulce que se.
-Exacto.-Dije girándome para saludar a Nikolai y le dedicó una sonrisa agradable y repito lo de darle dos besos para saludar.
-Sentaros por favor, ahora llegaran los demás.-Dice papá yendo hacia la mesa para que nos sentemos. Yo me siento en mi sitio que es en la esquina al lado de mi padre que se sienta en frente de toda la mesa y Alexander se sienta a mi lado.Al pasar el ruso roza mi muslo con su mano y siento un escalofrío por todo el cuerpo. Suena el timbre mientras nuestros padres hablan y nosotros mantenemos un silencio incómodo. De repente llegan los más importantes de los Black y nos levantamos a saludar para luego sentarnos como antes. Yo intentaba seguir la conversación pero no me importaba mucho ya que hablaban de cosas que ya sabía. Alexander se inclina hacia mi oreja para susurrarle.
-Oye, a qué tipo de fiesta vamos? .-Me susurra y a mi se me eriza la piel, él parece notarlo porque sonríe vacilón. Me acerco a él para que no nos escuchen.
-Vamos a una un poco chunga pero es que el ligue de mi amiga le dijo que fuéramos ahí.
-¿No te da miedo siendo dos chicas solas?
-Debería darmelo?
-No.
Me sonríe y veo como las sirvientas traen la comida. Comí rápido para no hacer esperar a mi amiga y por suerte Alexander había comido rápido.
-Oye nos tenemos que ir ya, no quiero hacer esperar a Audrey, voy a mi cuarto a por unas cosas, te espero en tu habitación.
Él asiente y me levanto.
-Disculpenme pero tenía planes con una amiga y no quisiera hacerla esperar, buenas noches.
Todos se despidieron de mí y me fui a por el bolso. Entre en la habitación y cogí mi lip combo y la pistola, me enfunde unas dagas en los muslos ya que me había puesto un cinturón para guardarlas sin que se vean y salgo directa para ir a la habitación donde se queda Alexander.
Cuando llego toco a la puerta.
-Adelante.-Contestó él con una voz ronca y ruda que me haría temblar como me despiste. Abro la puerta y lo veo a él sin camiseta e inconscientemente entreabro los labios y cuando me doy cuenta los cierro, madre mía de mi vida es mucho mejor de lo que me pensaba, tiene unos músculos tan perfectos y bien definidos, dios mio Elizabeth Black relájate y mira a los ojos, subo la mirada a sus ojos y mierda… sabe que le he dado tal repaso increible, me sonríe pícaramente mientras me acerco a él y le paso por el lado casi rozando para sentarme en su cama, aunque teóricamente es más mía que suya.
-Venga, Alexander, no tengo todo el día.
-Llamame Krov, todos lo hacen.
Le observó mientras veo que va a ponerse una camiseta más de fiesta y yo saco el móvil para decirle a Audrey que ya casi salimos.
-Vamos.-Me dice ya con otra camiseta y otros pantalones que se ha cambiado en el baño y apestando a un perfume que no logro reconocer pero huele genial.
Nos encontramos con mi padre en medio del camino hacia la salida.
-Rayito vas a conducir?
-Si, no volveremos caminando.
-Conduzco yo tranquila, es lo menos que puedo hacer.
-Muchas gracias Alexander.
Salimos de casa y veo aparcado su coche, un Lamborghini Urus negro.
-No está mal.- Digo mientras me abre la puerta del coche.
-Que humilde.-Dice entre risas.
ESTÁS LEYENDO
Más que un trato
RomanceElizabeth Black y Alexander Romanov. Hijos de los jefes de la mafia. Les gusta sentirse vivos. Tienen secretos que nadie sabe.