Capítulo 12: Decisiones (Parte 2)

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Luego de aquel momento tan intenso, ambos se abrazaron un rato, recostados en la cama

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Luego de aquel momento tan intenso, ambos se abrazaron un rato, recostados en la cama. Dos amantes que acababan de expresar deseo, tal vez amor en un momento tan pasional, a pesar de que no lo decían con palabras, y el cual ambos no querían que tuviera fin.

Pero las heridas del vigilante eran, aunque pequeñas, apremiantes, y por ello Ariadne se removió de los brazos de Red Hood para vestirse, al menos con la ropa interior, esterilizarse las manos con un poco de alcohol y comenzar a coserle de nuevo las heridas que se habían abierto.

--"Te compré ropa a ti también, espero que te guste, y espero haber atinado a tu talla, creo que es bueno que no andemos por allí mostrándonos con la ropa con la que salimos del club."—Murmuró la chica, mientras limpiaba y cosía de nuevo la herida del hombro, con las manos dulces y suaves sobre la piel del hombre.

Aquello había causado en el vigilante un gesto de sorpresa, la consideración de la chica lo tomaba desprevenido, y trató de sonreír, intentando no sentir que sus mejillas se encendían.

--"Nena, eres muy considerada y astuta, gracias. No debiste..."—

--"-Oh vamos Jason..."—Interrumpió al hombre con una expresión cansada. –"No podemos salir de aquí con esta ropa, de hecho... también le quité las placas al coche, pero no es una situación muy segura que nos sigamos quedando aquí."—Murmuró de nuevo, poniendo con palabras en voz alta sus pensamientos.

Aquella reacción hizo que Jason la mirara con una ceja levantada, y con una expresión de sorna, mencionó: --"Parece que este no es tu primer rodeo, linda"—

A lo cual la chica, con una risa tímida negó, mientras le cubría las heridas con gasas. —"No, guapo, es sólo que... He visto demasiadas películas policiacas. "Duro de Matar, toda la saga. El perfecto asesino, Atrápame si puedes..."—

Aquello causó otra carcajada por parte del hombre, quien lanzó un comentario irónico.

--"Quién iba a decir que Bruce Willis y Jean Reno fueran a educarte en el arte del escape, dulzura, pero no estoy muy seguro de que ellos te enseñaran directamente cómo cubrir tus huellas así. De haber sabido, le hubiera pedido al murciélago que me pusiera esas películas en vez de hacerme leer tantos libros."—

Mencionó, y luego bufó, sopesando las palabras de la chica, tal vez un poco de ayuda no les vendría mal. Pero odiaba pensar siquiera en acercarse a Batman, y escuchar toda una sarta de reproches.

Luego de sentir que su cuerpo volvía a tensarse, sin sentido, se pasó una mano por su cabello, intentando peinar los rebeldes mechones negros de su cabellera mientras Ariadne terminaba su tarea, y se alejaba de él para dejarlo vestirse.

Cuando el hombre tenía al menos el boxer puesto de nuevo, la chica se acercó, y besándole con dulzura la mejilla murmuró, sabiendo que Jason se había vuelto a sumir en sus pensamientos. --"Iré a traer algo de comer para los dos, regreso en un momento"—

El Farol en la NieblaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora