TorreMuelle ( Gavi )

Capítulo 11

Narra Gavi

Como Carla ve que no contesto se vuelve a levantar y suspira apenada. Pedri tantea nervioso, lo conozco y se que cuando se siente mal a veces no sabe cómo actuar o reaccionar simplemente prefiere dejarlo pasar.

De repente Carla comienza a hablarme pero yo me mantengo mirando al suelo, ni si quiera me digno a mirarla cuando habla.

—Entiendo que no quieras ni mirarme. No pasa nada, tienes que asimilarlo. Solo quiero que sepas que no hicimos nada con mala intención Gavi. Nos importas aunque creas lo contrario. Te esperamos en el coche —termina diciendo Carla para alejarse con Pedri y entrar en el.

Yo sin embargo me quedo sentado en la gran roca. El hermano de Carla sorprendentemente se queda y se sienta a mi lado. Agarra unas cuantas piedras del suelo y comienza a tirarlas una por una hacían el acantilado mientras habla.

—No eres un mal niño Gavi —me comenta sin mirarme.

Yo sin embargo desvio mi mirada hacia él. Su flequillo largo hacia bajo se comienza a mover por la leve brisa que nos trae el lejano océano.

Sus ojos marrones recaen sobre mi cuando termina de tirar las piedras y prosigue conversando.

—No creo que la vida te vaya a traer nada malo —me dice con una voz tranquila aunque su mirada transmite pena.

—La vida no es justa. ¿No lo ves? No me pueden ir las cosas peor. Me voy a un sitio que no se ni cual es porque me quieren asesinar y luego el amor de mi vida se queda embaraza de mi mejor amigo. La vida me está tratando estupendamente —digo esto último con un toque de  ironía.

El hermano de Carla se comienza a peinar el flequillo con su mano mientras que sigue la conversación.

—No creo que mi hermana sea ese amor de tu vida que dices. Quizás sea una de esas personas que vienen de paso para que simplemente aprendas cosas nuevas.

Frunzo el ceño. Mi rostro ahora mismo es un signo de interrogación. No se a lo que se quiere referir Juan. Parece ser que ve mi rostro indeciso y suelta una sonrisa para luego explicarmelo mejor.

—Planteatelo así ¿vale? La vida es como un guión de una película. El destino es quien lo escribe; el decide quien será el amor de tu vida pero para llegar a él tendras que pasar por miles de situaciones y personas que están de paso que te preparan para ello. Es como una historia que tendrás que recorrer para poder llegar hasta el final

Me encojo de hombros, es verdad que pensándolo de esa manera todo es más fácil de sobrellevar. Aunque aprieto los labios al recordar todo lo que amo a Carla.

—Con todo lo que amo a tu hermana se me hace difícil pensar que no es el amor de mi vida —le digo levantándome y limpiandome los pantalones con las manos.

Él hace lo mismo para luego seguir hablando.

—Tu realmente solo has querido a una chica ¿no? A mi hermana.

Asiento rápidamente y le dejo que siga hablando.

—Si nunca has querido a otra ¿como sabes lo que es enamorarse? ¿Cómo puedes comparar?

—He besado a muchas chicas y no he sentido nada por ninguna. Solo por tú hermana —le contesto cruzándome de brazos.

—Ese es tu problema. Solo ves a las tias para besarte con ellas. A la única que has conocido mejor es a mi hermana, quizás si intentas conocer a otra chica te terminarás sorprendiendo  —dice comenzando a caminar hacia el coche.

—¿Y arriesgarme a que me rompan otra vez el corazón? No gracias —le contesto caminando a su lado.

—No puedes ser así de egoísta contigo mismo Gavi. No puedes cerrarte a todo solo porque una chica te hizo daño.  Es ella quien hizo las cosas mal, tú eres el que sufres y encima decides seguir pagando por ello. Deberías de tratarte  mejor.

Lo miro de reojo, a veces me sorprende lo maduro que puede llegar a ser Juan. Me encantaria tener su filosofía de vida y tomarme las cosas como él. A pesar de que nunca nos hemos llevado bien, siempre he admirado esa capacidad suya de ayudar a las personas que están mal.

—No pienso acercarme a ninguna chíca más—le contesto mirándole con una sonrisa que solo él me ha podido sacar—. Solo me traen problemas. Mira tu hermana me rompió el corazón y ahora estoy huyendo de mi ciudad solo por que otra chica mandó a su padre para matarme. Las tias no son muy normales que digamos

Veo como sonrie y desvía su mirada hacia abajo negando varias veces con la cabeza.

—Yo creo que nadie en esta vida es normal —contesta.

—Por lo que sea. A partir de ahora me propongo no acercarme a ninguna chica hasta dentro de varios años —digo como si quisiera convencerme a mi mismo de ello.

—Entonces... Tu propósito de este verano es no acercarte a ninguna chica —me repite como si le costara creérselo.

—Exacto. No me acercaré a ninguna, así evitaré que me hagan daño.

Juan rueda los ojos y se rie. Cuando llegamos al coche antes de abrir la puerta me dice;

—Ojalá algún día podamos llegar a ser amigos.

Le regalo una sonrisa de labios cerrados cuando pienso en que no es mala idea que probemos algún dia ser amigos.