Capitulo 8

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-¿Ustedes terminaron? — pregunto Izuku por segunda vez, quería estar 100 % seguro que realmente había escuchado lo que escucho y que no fuera solo una ilusión de su corazón pasa apaciguar el dolor que sentiría al saber la verdad.

—Maldita sea, ¿Cuántas veces debo decirte que sí, qué si hemos terminado? —gruñó Katsuki ya exasperado por la insistencia del pecoso, parecía que no le creía y eso solo lo hacía enojar más.

—Eso no es...

Kirishima se de tubo al ver como Katsuki se acercaba a él y lo fulminaba con la mirada incapaz de controlar su rabia.

—Deja de negarlo — escupió — deja de decir que no hemos terminado, no hagas que las cosas empeoren para ambos. —Katsuki apretó sus puños con fuerza, respirando con dificultada por la rabia que estaba sintiendo —Tú fuiste el primero en dejarme ir, ahora solo te queda resignarte — suspiro frustrado con una rabia que le quemaba el pecho y le hacía arder la garganta, una rabia que provenía del dolor. Le dolía, realmente le había dolido que el pelirrojo terminará con él, tanto tiempo que estuvieron juntos, tantas cosas por las que pasaron para poder estar juntos y ahora de un día para otro, porque era así como Katsuki lo veía, lo sentía, como si todo hubiera pasado tan rápido, que el pelirrojo termino con él. Pero por más que le doliera tampoco podía obligarlo a estar con él. Pero también era injusto el que ahora se estaba metiendo en lo que sea que estaba teniendo con Izuku —acéptalo, así como yo acepto el que terminaras conmigo —Dijo para luego darte la vuelta.

Se sentía cansado y lo único que quería ahora era irse a su casa a descansar y no pensar en nada, la situación lo había sobrepasado de muchas maneras, tenía que dejar en claro sus pensamientos y emociones y saber realmente que era lo que quería.

No dio ni dos pasos cuando ya estaba escuchando su nombre.

—Kacchan —Escucho como el pecoso lo llamaba, pero él solo le daba la espalda —Kacchan — dio unos pasos más para volverlo a oír deteniendo esta vez sus pasos.

—Ahora no Deku, yo... Necesito tiempo. —arrastro las palabras de manera forzada viéndolo de soslayo y retomando su camino.

Izuku quería preguntarle cuanto tiempo era lo que necesitaba, cuanto más debía de estarlo esperando, una parte de él estaba enojado con Katsuki por eso, él también estaba cansado de toda esta situación, él también tenía el corazón herido de siempre ser rechazado, él también Necesito tiempo, pero no para pensar, no para estar solo, sino para estar con él, era lo que más deseaba.

Respiro hondo y apretó sus puños —Ya me estoy cansando de esto — habló. Katsuki detuvo de nuevo su paso al escucharlo para darse cuenta de vuelta y verlo.

—¿Qué quieres decir? —preguntó con rostro estoico, pero con los puños apretados, su corazón latía cómo relámpagos en ese momento.

—Qué siempre todo se trata de lo que tú quieres, de lo que tú necesitas. — su mirada se desvió unos segundos de katsuki, se relamió sus labios para seguir hablando.

—Jaaa eso no es cierto. — trato de sonreír como si quisiera quitarle la importancia a esas palabras dichas por el peliverde.

—Claro que lo es, siempre soy yo el que te busca, el que espera, el que te sigue a todas partes para tener un poco de tu atención, pero que recibo a cambio —dejo de apretar sus manos como si hubiera perdido fuerzas — nada.

—Yo nunca te pedí nada, yo nunca te dije que me persiguieras como un maldito cachorro que persigue a su madre. —grito enojado por las quejas de Izuku pero más que todo porque había sentido esas palabras como una bofetada.

—Y tienes razón —afirmo, sus ojos se estaban poniendo rojos y una mueca apareció en su rostro reflejando una gran tristeza — tú nunca me has pedido nada de eso, siempre he sido yo el que lo ha hecho, solo para poder estar contigo, porque te quiero —dijo en un susurro ya sin fuerzas — te quiero Katsuki, siempre lo he hecho, pero a ti nunca te ha importado mis sentimientos. —su mirada bajo hasta el suelo intentando ocultar sus ojos cristalinos.

—Dices eso como si no me conocieras. — odia esto, odiaba hablar de sus sentimientos, pero más que todo odiaba ver a Deku derrotado.

—Y te conozco, te conozco mejor que nadie Katsuki y porque lo hago es porque no puedo dejarte ir ahora, porque sé que si lo hago te volverás a encerrar en tu maldito caparazón — se acercó hasta él para sujetarlo con fuerza de sus hombros — a negarte qué no sientes nada por mí, cuando ambos sabemos que es todo lo contrario.

— ¿Qué mierda pasa contigo? Pareces bipolar hijo de puta. —hablo soltando un suspiro. —Y ya deja de decir idioteces Deku. — dijo soltándose de él de un manotazo.

—No lo hijo. Tu sabes que no son idioteces lo que digo, tu sabes que es la verdad y aunque te duela y aunque te niegues a aceptarlo sabes que es así. — al decirlo se iba acercando más y más al cenizo el cual solo podía retroceder. —Todos merecemos ser amados Kacchan, todos, hasta tú. ¿Por qué te niegas esto? ¿Por qué te niegas el ser feliz? ¿Por qué te niegas a amarme?

—No — negaba una y otra vez con sus ojos clavados en esa mirada jade. —No es así.

—Lo sabes, tú lo sabes.

—Yo... Yo no... Izuku yo no...— sintió que algo dentro de él se estaba rompiendo. No podía sostener más la mirada del pecoso y solo desvió sus ojos, pero el pecoso lo sujeto de su barbilla para que lo viera, para que viera sus ojos los cuales siempre lo habían seguido a él y solo a él. Siempre había sentido un escalofrío recorrer su cuerpo al sentir esa mirada verdosa, siempre se negó al saber el porqué. Pero la realidad era porque sentía que Izuku era la única persona que podía ver a través de él y ahora lo podía confirmar. — No puedo... amarte. —sus labios temblaban, pero no por el frío, sus ojos se nublaban por las lágrimas que se negaban a salir.

—Claro que puedes kacchan. —hablo con suavidad, acuno sus mejillas y junto sus frentes.

—No, tú no lo entiendes. Lo que te hice, cuanto te último y aún lo sigo haciendo. Jamás podré perdonarme por todo lo que te hice pasar, Izuku. — y sin poder más sus lágrimas empezaron a fluir. —Te e lastimado tanto que no entiendo por qué aún deseas estar conmigo. Estar con alguien como yo. — sus manos se sujetaron del pecho del pecoso, quería abrazarlo y ser abrazado, quería ser reconfortado por él, pero no se atrevía.

Izuku al notar su cuerpo temblar lo rodio con sus brazos apretándolo contra su cuerpo mientras Katsuki sin poder más empezó a sollozar, Kirishima nunca había visto a Katsuki así, en ese momento pudo darse cuenta que no había cabida para él en el corazón del cenizo, Se dio la vuelta sin ver atrás, con el corazón más derecho que nunca y sus ilusiones por los suelos. 

Observó el cielo y sonriendo con una sonrisa vacía para ocultar su dolor.

🇳​​​​​🇴​​​​​🇹​​​​​🇦
​​​​​ Intento hacerlo súper triste, para que se transmitiera mis sentimientos en este momento.

Quiero que lloren así como yo. Jejeje intentar ocultar tu tristeza en una sonrisa vacía.

Muchos sonreímos pero por dentro lloramos.

Beso de amor verdadero (Dekubaku) Finalizada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora