La noche de la fiesta temática safari llegó, y con ella, un aire de fiesta, risas y algo de tensión. Los concursantes de La Casa de los Famosos estaban emocionados por el evento. Gala Montes se puso un vestido de estampado animal print, con una chaqueta de flecos que le daba un toque de aventura. Karime, por su parte, eligió un conjunto de tonos tierra, con una corona de flores tropicales, buscando dar la impresión de estar más conectada con la naturaleza que nunca.
Al principio, todo parecía ir bien. Los participantes bailaban al ritmo de la música, las luces brillaban como estrellas en la selva, y la diversión estaba en su punto más alto. Sin embargo, había algo en el aire que Karime no podía ignorar. Había notado que Gala y Agustín se reían más de lo normal, compartían bromas y miradas cómplices. Algo en su interior se retorcía, una sensación incómoda que no lograba comprender del todo.
A medida que la fiesta avanzaba, Karime comenzó a beber más de lo habitual. Cada copa que tomaba parecía ahogar un poco de esa incomodidad, pero al mismo tiempo, la hacía más susceptible a los pensamientos que no quería enfrentar. La idea de que Gala se estuviera acercando a Agustín la molestaba más de lo que pensaba, y su mente comenzó a hacerle jugadas.
Gala no lo notó en un principio. Estaba demasiado entretenida con Agustín, disfrutando de la diversión de la noche. Hasta que, sin previo aviso, Agustín la miró con una sonrisa pícara, y sin mediar palabra, la besó. Un beso rápido, juguetón, sin segundas intenciones. Pero para Gala, ese gesto sin importancia se transformó en algo mucho más grande cuando vio a Karime observándola desde el otro lado de la pista.
Karime había estado observando en silencio, y cuando sus ojos se encontraron con los de Gala, todo cambió. La tristeza se apoderó de su rostro, su expresión pasó de la diversión a la confusión, y luego, al dolor. Sin decir una palabra, dio media vuelta y se alejó rápidamente hacia el rincón más apartado de la casa.
Gala, al darse cuenta de lo que había sucedido, sintió un nudo en el estómago. El beso con Agustín había sido algo sin importancia, algo espontáneo que ni ella misma había planeado. Pero lo que realmente la perturbaba era ver a Karime alejarse, sin entender bien por qué la había afectado tanto.
Decidió seguirla.
Encontró a Karime en la sala, sentada en un sofá, con el rostro entre sus manos. Su respiración era irregular, como si tratara de calmarse, pero la tristeza en sus ojos no podía esconderse.
-Karime... -dijo Gala con suavidad, acercándose con cuidado.
Karime levantó la cabeza lentamente, sus ojos brillaban por las lágrimas que se resistían a caer.
-No sabes lo que haces, Gala -dijo Karime, su voz quebrada por la frustración. -Yo... yo no sé qué pensar. Todo este tiempo creí que estábamos construyendo algo, pero parece que te vas con el primero que aparece. Y ahora... ahora me siento estúpida.
Gala dio un paso más cerca, sintiendo el peso de las palabras de Karime. No podía ignorar lo que significaba para ella, ni el hecho de que, de alguna manera, la había herido. Pero tampoco entendía por qué todo esto estaba pasando. ¿Por qué se sentía tan atrapada?
-No fue nada, Karime -respondió con firmeza, pero la tristeza también la invadía. -Solo fue un beso... un beso sin importancia. Y si te lastimé, lo siento, pero no quiero que pienses que lo hice para herirte.
Karime la miró con ojos llenos de incertidumbre, como si aún no pudiera creer en las palabras de Gala. A pesar de su estado, se mantenía erguida, orgullosa en su dolor.
-¿Y por qué fue con él, Gala? ¿Por qué Agustín? -preguntó Karime, su voz temblorosa. -¿No te das cuenta de lo que siento? Tú... tú eres lo único que me hace sentir diferente aquí. Y verlo con él me duele más de lo que quiero admitir.
Gala se sintió como si una losa cayera sobre ella. Había algo en las palabras de Karime que la alcanzaba, algo profundo que no había considerado antes. El cariño que Karime sentía por ella no era algo trivial, y al no darse cuenta de su impacto, había herido a la persona que más le importaba en esa casa.
Se arrodilló frente a Karime, tomándole las manos con delicadeza.
-Karime, lo siento. De verdad. No quiero que te sientas así. No me importa Agustín. Me importa lo que tenemos tú y yo. Estoy aquí, contigo, si me dejas.
Karime no respondió de inmediato, pero sus ojos, aunque llenos de tristeza, comenzaron a suavizarse. Gala se acercó lentamente, y sin pensarlo demasiado, le besó la frente, un gesto cálido y sincero.
-¿De verdad? -preguntó Karime en un susurro, como si aún no pudiera creerlo.
Gala asintió, acariciando su mejilla.
-De verdad. Eres importante para mí, Karime. Y no quiero que mis errores nos separen.
Karime la miró un momento más, y aunque no se sentía completamente curada, algo en su interior comenzó a calmarse. Quizás, solo quizás, había una oportunidad para las dos.
Fin del Capítulo 2.
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Garime "El camino de las estrellas"
FanfictionComo se llego a formar este gran romance luego de una complicada nominacion