Cap 75

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Narra TN: Al día siguiente, me desperté con las palabras de Daniel todavía dándome vueltas en la cabeza. No había podido dormir bien, y me sentía agotada, tanto mental como físicamente. Mientras desayunaba, el eco de nuestra conversación me inquietaba. Tal vez tenía razón. Después de clases, quedé en reunirme con Richard. Seguía ayudándolo con sus redes sociales y algunas cosas cotidianas, lo que me mantenía ocupada, distraída, aunque mi mente estuviera en otro lugar. Nos sentamos a tomar un café en una terraza cerca del estadio. El día estaba soleado, pero yo apenas lo notaba. Sabía que Richard notaría mi desconcentración.

Richard: Parce, ¿qué te pasa?. Te noto como ida, en otro lado.

Intenté sonreír, pero no salió natural.

TN: Sí, estoy... pensando en algunas cosas. Nada grave.

Richard: ¿Cosas de Israel, cierto?

Suspiré, bajando la mirada hacia mi taza.

TN: Sí, un poco. Ayer hablé con unos amigos, y me dijeron que estoy pensando demasiado en lo que él pueda pensar. Que debería enfocarme más en lo que está pasando aquí, en vez de estar tan pendiente de lo que él piense o haga allá.

Richard me escuchaba con atención, sin interrumpir.

Richard: Oye, eso es normal. Uno en relaciones a distancia siempre se raya pensando más de lo que debería. Pero la pregunta clave es: ¿qué quieres? No lo que piensen tus amigos o Israel, sino tú. ¿Cómo te sentís con todo esto?

Su pregunta me hizo detenerme. Había estado tan enfocada en cómo se sentiría Israel, en cómo reaccionaría él a todo, que me di cuenta de que no había tomado un momento para preguntarme cómo me sentía yo. Estaba atrapada entre dos mundos, tratando de mantener algo con Israel desde la distancia, mientras mi vida seguía aquí.

TN:No sé qué quiero. Lo quiero, pero también siento que estoy entre dos vidas. Mi vida aquí y la que quiero tener con él, allá, y... no sé, no estoy segura de cómo manejarlo.

Richard me miró un momento, como buscando las palabras adecuadas.

Richard: Eso es jodido. Pero te digo algo, tú tenés que pensar primero en tu tranquilidad. No podés vivir preocupada todo el tiempo por lo que Israel o tus amigos piensen. Si entre tú y él hay algo fuerte, eso no lo va a cambiar nada. Pero si sentís que ya no te está haciendo bien, entonces es hora de hablar claro.

Asentí, dándome cuenta de que tenía razón. Era difícil, pero no podía continuar así.

TN: Tienes razón. Debería hablar con él y aclarar todo

Después de un rato más de charla, me despedí de Richard y volví a casa. Mientras caminaba de regreso, no dejaba de revisar el celular, esperando algún mensaje de Israel, pero no había nada. Me senté en mi escritorio y, antes de darme más tiempo para dudar, abrí la conversación con él.

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                          Isra R 💗

Israel: Hola, Isra. ¿Podemos hablar? Necesito contarte algunas cosas que he estado sintiendo últimamente.

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Envié el mensaje y me dejé caer en la cama, sintiendo un peso en el pecho. Sabía que esta conversación iba a ser difícil, pero era algo que debía hacerse.

Pero te conocí. -Israel Reyes y tú-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora