I'm going to find them [GallyxTnxMinho] correr o morir

Capítulo 65

Narra Tn

   Miraba los cuerpos de los hombres tirados. Había sangre, en sus cuerpos o simplemente en las paredes. Una auténtica escena de terror.

   Chuck caminaba a mi lado, intentando no mirar lo mismo, solo hacia al frente.

   Estaba mirando hacia mi izquierda, cuando sentí otro apretón en mi mano y cuando miré a Minho, mis ojos captaron otra cosa. Detrás de un cristal, sobre dos camillas se encontraban dos cuerpos tapados con sábanas blancas y uno de ellos tenía una gran mancha de sangre justo a la altura del abdomen.

   Sentí un nudo en la garganta de solo imaginar quienes podrían ser. Sin embargo, las manos de Newt se posaron en mi espalda y la de Minho para que siguiéramos caminando.

   El suelo estaba lleno de cristales, señal de que los vidrios habían explotado.

—¿qué pasó aquí? —preguntó Winston con preocupación.

   Todos quedamos aún más conmocionados al ver más personas que estaban en el suelo, al igual que los primeros hombres.

   Cruzamos una especie de puerta de cristal y llegamos a lo que parecía un centro de control. Habían dos mesas largas con sillas a los costados.

   Las pantallas parpadeaban, fallando en mostrar una imagen clara. Las luces tintineaban y soltaban un par de chispas.

   Solté al asiático y me acerqué con curiosidad a las pantallas que Teresa veía. La pelinegra me miró y desvió la mirada enseguida. Relamí mis labios y fui a las que estaban detrás de ella, parecían ser cámaras. Una imagen distorsionada del laberinto era lo único que aparecía.

—si nos observaban —dijo Newt en alto. Me giré para verlo —todo este tiempo —agregó.

   Minho y Chuck subieron hacia una especie de "pasarela", observando todo desde arriba

   Vi que el castaño se acercó a las que estaban frente a Teresa y estiró su mano para luego apretar algo que ocasionó que una pantalla más grande y de mayor claridad se encendiera a mi derecha. Llamando la atención de todos.

—hola —en la imagen se apreciaba una mujer de cabello rubio y labios rojos. Vestía una bata blanca y un recogido bien hecho —mi nombre es Doctora Ava Paige, soy directora de operaciones del departamento de catástrofe y ruina universal... si están viendo esto significa que concluyeron exitosamente las pruebas del laberinto —me acerqué a la pantalla, parándome a un lado del castaño, los demás no tardaron en unirse —quisiera estar ahí en persona para felicitarlos —fruncí el ceño al ver el movimiento detrás de ella —pero las circunstancias parecen impedirlo... me imagino que ahora todos deben estar confundidos, enojados, asustados... solo puedo asegurarles que todo lo que les pasó.. todo lo que les hicimos, todo se hizo por una razón —Minho volvió a tomar mi mano —no deben recordar, pero el sol quemó nuestro mundo —en la pantalla mostraba imágenes del sol y de incendios —miles de millones de vidas perdidas por el fuego, el hambre, el sufrimiento a nivel global —miraba con pavor las imágenes y no podía evitar apretar mi mano contra del asiático —los secretos fueron inimaginables... lo que vino después fue peor... se le llamó la llamarada -mostró una imagen asquerosa de algo que se movía, personas que se volvían locas... como Justin —un virus letal que ataca al cerebro... es violento, impredecible... e incurable... o eso pensamos —tragué saliva —con el tiempo surgió una nueva generación que era inmune al virus, entonces hubo una razón para pensar en una cura... pero encontrarla no iba a ser fácil... tendríamos que hacer pruebas —la pequeña mano de Chuck encontró la mía —en los jóvenes, incluso sacrificarlos en entornos hostiles, donde pudiéramos estudiar su actividad cerebral, todo en un intento por entender porque eran diferentes... porque ustedes son diferentes... —Thomas se giró para mirarme rápido y volvió a mirar a la pantalla —tal vez ustedes no lo sepan, pero son muy importantes... por desgracia apenas inician sus pruebas como pronto van a descubrirlo, no todos concuerdan con nuestros métodos, hay pocos avances, la gente tiene miedo... tal vez es tarde para nosotros —las personas que estaban detrás de ella se notaban alteradas y enseguida aparecieron más personas con trajes negros y armas grandes, disparándoles sin piedad —... para mi... pero no para ustedes... el mundo exterior los espera... no lo olviden —el cristal detrás de ella explotó. La mujer se inclinó hacia adelante y acercó una pistola a su cien —CRUEL es bueno —dicho esto jaló el gatillo, obligándonos a desviar la mirada.