El mundo es aterrador

135 17 8
                                    



El mundo es aterrador - Magnus

 A pesar de no seguir con Alexander, Magnus se sentía agusto en la casa de sus padres, todos lo trataban como si nada hubiera pasado, podía seguir bromeando con Izzy y Jace, Robert estaba al pendiente de él para que todo saliera bien con su nueva empresa y Maryse... amaba a esa mujer, fiel a su promesa era una segunda madre para él, cuidándolo y apoyándolo en lo que necesitara.

Por lo que no había dudado para ir con ellos, la cena estaba transcurriendo como de costumbre, hasta que Alexander se volvió a sentir mal, a él tampoco le gustaba verlo así, le desesperaba que no encontrarán lo que tenía, le habían hecho demasiados estudios y no salía nada.... Sus síntomas le recordaron cuando estaba embarazado pero Alexander no podía tener hijos y ya lo habían revisado de eso.

Estaba preocupado por él, se daba cuenta cuando se sentía mal incluso antes que él dijera algo, por lo que cuando vio cómo se ponía le hizo señas a Maryse quien rápidamente fue con él y al auto por el medicamento.

Se distrajo tanto con Alexander que no noto cuando Max se había quedado dormido, por como estaba Alexander no mencionó nada de irse, debía esperar a que Alexander mejorará, Jace le comento que lo acostara en la cuna, supuso que sería lo mejor, por lo que se fue al cuarto de Alexander a recostar a su hijo.

Se sintió abrumado dentro del cuarto cuando recostó a Max, olía tanto a Alec, no pudo evitar reprimir una sonrisa cuando vio la cama, recordó cómo había traumado a Jace con porno gay en vivo y a todo color.

Quería intentar hablar con Alexander, pedirle perdón e intentar arreglar las cosas pero, le daba miedo que las cosa salieran peor, se sentó en la cama sintiendo las cobijas.

Días antes había hablado con Maryse, había reflexionado un poco las cosas, tal vez no sería mala idea que Alexander adoptará a Max, ella le había comentado que podían investigar algún tipo de acuerdo, como en los prenupciales para que el se quedara mas tranquilo, había prometido no decirle nada a Alexander por si se arrepentía.

Algún tipo de acuerdo desde el inicio lo haría sentir más comodo, y sabía que con eso Alexander estaría más tranquilo en cuanto a ver a Max se tratara. Después le dio miedo que Alexander pensara que usaba a Max de esa forma para que volviera con él.

No es que no quisiera, pero sin duda no usaría a Max, él quería que Alexander volviera con él porque lo quisiera, pero como iban pintando las cosas, no seria así, sabia que el beso que le había dado Alec esa tarde había sido un error, probablemente ya ni siquiera lo deseara, se había quitado tan rápido y no supo si la cara que puso fue de repulsión a el o por el mareo.

Robert: Se durmió el pequeño príncipe

Miro como Robert fue a la cuna y acarició la cabecita de su hijo con una sonrisa

Magnus: han sido días largos con sus dientes

Robert: Aun recuerdo cuando cuando mis hijos pasaron por eso, Maryse lloraba con ellos, eran demasiados contra mi -Magnus no pudo evitar reír- los quieres proteger de todo y el mundo es aterrador, ellos tan pequeños y uno es insignificante ante sus peligros

Magnus: me siento igual

Robert: Me imagino que al vivir solo tienes armas en casa

Magnus: no, yo... no, no podría

Robert: Ohh vamos, tienes brazos fuertes y espalda ancha, te debe ser fácil- el hombre le sonreía- vamos hijo, te enseñare a usar una

Magnus: ¿Ahorita? -Robert lo tomó y comenzó a llevarlo fuera del cuarto

Guardián de mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora