𝟙𝟚. 𝐁𝐞𝐬𝐨𝐬

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Pov. Narrador

Esa mañana era como cualquier otra de verano, un gran sol resplandeciente y el cielo despejado, toda la familia a excepción de la castaña y el de seis dedos estaban desayunando, cosa que les extraño a los demás, bastante, Ford siempre se levanta temprano, ya fuera para salir a caminar o para las lecciones de la joven y normalmente Marta se despertaba por lo mismo, era raro de ellos no estar ya despiertos, los gemelos fueron a la habitación de Marta para llamarla, pero, para su sorpresa no estaba ahí.

- ¡Marta no se encuentra en su habitación, tío Stan!

- Tranquila, Mabel, seguro que la encontramos, voy a llamar a Ford.

- Es raro que el tío Ford siga durmiendo.

- Ya lo sé Dipper, por eso le voy a llamar.

Stanley se dirigió a la habitación de Ford, pero al abrir la puerta se sorprendió mucho más de lo que estaba antes, los vio a los dos durmiendo tranquilamente acurrucados.
Intentando no hacer ruido fue a por los demás para que los vieran y se rieran, como buen hermano, tenía que avergonzar desde primera hora de la mañana a su gemelo.

Todos se quedaron atónitos cuando vieron la escena, por una parte, ellos ya sabían que tarde o temprano eso pasaría, pero, no sabían desde cuándo había pasado, y el porqué no se lo habían dicho.

- ¡Sixer, despierta!

El nombrado se despertó de golpe y se incorporó colocándose las gafas bien, con la otra mano tenía sujeta a la chica que también abrió los ojos tras el grito, los dos se sonrojaron al ver que todos los de la cabaña se encontraban en la habitación.

- Parece que el secreto nos ha durado poco, Marta.

- Ya lo veo...

- ¿¡Nos lo queríais esconder?! Que mal hermano eres, cerebrito.

- Porque sabíamos que estarías molestándonos continuamente y diciendo "ves, teníamos razón".

- Es que, tío Ford, ¡se notaba que los dos ibais a terminar juntos!

- Ugh... ¿Podéis al menos dejar que nos despertemos bien? Entrar aquí gritando no es lo mejor para despertar, ¿Lo sabéis?

- Bien, bien, nos vamos hermano, pero, no tardéis mucho en salir.

- ¿Es tarde para desayunar?

- No, solo queremos seguir haciéndoles burla.

Todos se fueron de la habitación hablando y riéndose de la situación, cuando cerraron la puerta los dos se quedaron mirándose y suspiraron.
Stanford fue el primero que quiso hablar, se sentó en la cama aun con ella encima de él.

- Menudo comienzo de mañana...

- Bueno, ya no va a ser un secreto nuestra relación, ahora tocará soportar todas sus burlas.

- Lo siento mucho mi amor, me hubiera gustado dejarlo un tiempo más en secreto, ya sabes, para qué no molestarán.

- Ya lo sé Ford, no te preocupes, se les pasará.

- ¿En un año?

- Uh... bueno, no pasa nada, lo único importante es que los dos estamos juntos.

Ella le dio un beso en la mejilla y ambos se sonrojaron un poco, Ford la miro y la tomo del mentón.

- No sabes la suerte que tuve por encontrarte aquella noche, mi niña.

Se acercó más a ella intentando darle un beso en los labios, sabía que quizás era muy pronto, pero, sentía ese momento perfecto para aquellos, aunque el momento fue interrumpido.
Cuando estabas a punto de rozar sus labios un golpe en la puerta, los asusto haciendo que se separaran rápidamente.

ɢᴏʟᴅ ʜᴇᴀʀᴛ | 𝓢𝓽𝓪𝓷𝓯𝓸𝓻𝓭 𝓟𝓲𝓷𝓮𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora