La Llegada De El Fenix

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Las primeras naves de la flota procedentes del grupo Arrax acoplan sus cascos cubiertos de marcas y cicatrices en las plataformas de inmovilización y han quedado atracadas en los muelles de anclaje de órbita elevada sobre Nova Roma situados en la periferia del ascensor espacial Romulus. Son imponentes naves de combate que han surcado las estrellas recorriendo grandes extensiones de la galaxia y han subyugado incontables mundos para el beneficio del imperio de el hombre y portan con orgullo la insignia y los emblemas de la cohorte fénix.

Meter Tarvic abre la escotilla de la esclusa de aire. A su compañía se le ha asignado la tarea de comandar las acciones de anclaje y supervisar las reparaciones en la órbita alta de Nova Roma.

De un porte sumamente imponente la descripción más acertada es aquella dada por la población civil "tan alto como si 2 hombres corpulentos yacieran dispuestos uno sobre los hombros del otro" con una complexión atlética potenciada por los mejores genetistas del imperio su cuerpo marca el siguiente escalón en la evolución humana, sus cualidades ya de por sí sobre humanas se ven amplificadas debido a la armadura MS-IV misma que le otorga una apariencia voluminosa producto de las densas y relucientes placas de aleaciones que cubren su cuerpo, Tarvic cruza la esclusa de aire.

La luz del interior lo iluminan con un brillo azul y blanco, que rápidamente se ve atenuado por la IA en su yelmo. Detrás de los visores los ojos de Tarvic reaccionan con la misma rapidez que los sistemas ópticos de las ranuras de visión, Meter Tarvic se encuentra inquieto años de campaña han afectado sus instintos de combate ocasionando un estado de alerta constante.

Ante él se extiende un amplio complejo similar a muchos en los que combatió durante su ultima campaña. Se trata del compartimiento de la esclusa de aire, cincuenta metros cúbicos, con la cubierta provista de gravedad artificial, paredes auto sellantes y una atmósfera respirable. Meter Tarvic avanza sin demora hasta estar frente a una escotilla idéntica a la que se ha cruzado.

Los protocolos de la esclusa se activan y es ahí cuando lo nota, un individuo yace tras la escotilla. Es otro princeps con todo su equipo de combate.

Meter Tarvic pertenece a la 2 compañía de la cohorte fénix, su armadura es negra salvo por el II que yace sobre su hombrera izquierda en un color rojo oscuro, su yelmo negro se ve adornado por una cresta roja con blanco que indica su rango.

Meter se encuentra desconcertado. Porta los colores de su cohorte. Los símbolos de la compañía y los numérales de escuadra son casi imperceptibles, ya que en su lugar se encuentran siluetas lacadas y abolladuras producidas por el impacto de algún tipo de arma. El princeps casi resulta irreconocible. La figura alza la mano derecha abriéndola con la palma hacia adelante.

Los reflejos sobre humanos de Meter aunados al sentimiento de alerta activan casi al instante su interfaz de combate. Durante un segundo el princeps es a sus ojos un desconocido, una amenaza.

—Tarvic. ¿Te encuentras bien?— Le pregunta el princeps a quien rápidamente reconoce por su voz

—Aterion— le contesta Meter con la voz transformada en un gruñido por el alta voz del yelmo — si todo bien— añade al cabo de un instante

—No te ves bien hermano— Responde Aterion al mismo tiempo que da un paso hacia delante y postra su mano sobre la hombrera izquierda de Tarvic

—Ha sido un largo viaje y mi mente se encuentra un tanto exhausta— comenta Meter mientras avanza un poco. Se abrazan y las placas blindadas resuenan al golpearse entre sí

—Cuéntame, hermanito, ¿Que has aprendido desde la última vez que nos vimos?

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