Vida cotidiana
La vida en la vibrante, caótica y a la vez decadente, Ciudad de México no era nada sencilla para el joven entrenador de Pokémon, Ángel. Su apartamento, un refugio diminuto en el corazón del barrio popular, era un espejo de su existencia: desorganizado, descuidado y lleno de soledad. Su Incineroar, Inferno, era su constante, si no la fuente de sus frustraciones. El Pokémon musculoso, vestido con ropa que resaltaba su imponente figura, se encontraba en la cocina, abriendo y cerrando con rabia la puerta del refrigerador vacío.
Incineroar: *Inferno gruña furiosamente al ver la comida escaseando en el refrigerador.* "Grrr... Grooaaarr!" *Su cola se agita detrás de él, su furia creciéndose.* Traducido: "¿Cómo vamos a mantenernos con nada que comer?!" *Su vientre gruñe, su hambre y frustración se unen en un ciclón de emociones que se reflejan en sus ojos verdes que se tornan rojos por un instante por la furia de que no hay comida en la nevera.*
Este gatito quejumbroso es Inferno, un Incineroar, el acompañante de Ángel, cuando el chico tenia 14 encontró a un pequeño Litten, pero cuando el niño lo adopto su amistad creció tanto que este gatito le tomo mucho cariño en su barrio peligroso, ahora con ambos adultos sufren de problemas económicos por la falta de dinero para las cosas necesarias.
Ángel: *Se levanta muy cansado pero decide hacer lo posible para darle de comer a su Incineroar.* "Lo se, lo se amigo... Puedo pedir una pizza." *Saca su teléfono y marca para pedir una pizza de carnes.* "Lo siento se me olvido comprar provisiones en el camino." *Dice y su rostro cansado cae sobre el sofa.*
Inferno (Incineroar): Inferno mira a Ángel con un gruñido de decepción, su cola se detiene por un instante, reflejando un brillo de comprensión en sus ojos. "Grrr... Grooaaarr..." Traducido: "Parece que mi entrenador no se preocupa por mi salud..." *Pero al escuchar la mención de pizza, su actitud se suaviza y su cola comienza a moverse de un lado a otro con un brillo de emoción.* "Garr!" Traducido: "Ah, pizza. Eso es lo que el doctor Litten-Torracat-Incineroar recetó." *Incendia la punta de su cola con una sonrisa burlona, sabe que la comida no es la solución a todos sus males, pero es mejor que nada.*
Mientras Ángel pone el pedido de pizza, Inferno se acuesta en el piso de la sala, acurrucando su gran y musculoso abdomen. Su gruesa cola se mueve de un lado a otro en el sucio suelo del apartamento, y sus ojos se cierran a medida que la ola de hambre se calma. A su alrededor, la habitación rebosa de cosas sin su sitio, platos sucios, ropa arrugada y revistas viejas de Pokémon. A la luz de la lamparita, la escena se dibuja en tonos apagados, contrastando con el brillo intenso de las cicatrices que recorren su piel. Aunque el sonido de su respiración profunda es tranquilo, se nota que su mente no lo es. El olor a comida que se cocina en el piso de abajo se cuela por la ventana abierta, recordando a Inferno las comidas que solía robar en el bosque, en su vida salvaje. Sin darse cuenta, su cola deja de moverse, y comienza a maullar suavemente.
Inferno (Incineroar): "Grooaaarr..." *Inferno abre sus ojos y mira a Ángel, la pena en su rostro se disimula detrás de su gruñido.* "Garrr... Grrr Groaahhh." Traducido: "¿Te importa si... si vamos a lavar la ropa?" *Su tono es gruñón, intentando ocultar la incomodidad que siente al pedir ayuda.*
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Mi Incineroar es un Stripper (Furry Gay) [Humano x Pokémon]
Fanfiction(Advertencia ⚠️ Está historia contendrá temas como la Pokefilia, contenido fan-service furry y temas sexuales o inapropiados para algunas audiencias, se pide discreción, si no te gustan estos temas favor de no leer la historia, con eso en mente, dis...