𝐏𝐑𝐎́𝐋𝐎𝐆𝐎.

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—¡Ayuda!, ¡¿Alguien?! —decía una chica de cabellera azul, corriendo desesperadamente por las solas y oscuras calles mientras lloraba como si no hubiera un mañana.


Lacey vio una silueta de hombre a lo lejos y su corazón se detuvo. Lo reconoció inmediatamente y una expresión de desesperación y miedo se formó en su cara empapada de lágrimas.


—¡Por favor!... —suplicó con su voz temblando.


Ya sin fuerza de tanto correr, se puso de rodillas, viendo cómo el hombre corría hacia ella con una sonrisa tétrica.


—Mí querida Lacey... —dijo el hombre con un tono de voz tembloroso y a la vez emocionado.


—Por favor... ¿Qué quieres de mí?... —dijo Lacey con los ojos llenos de lágrimas.


—Tranquila, querida... Te quiero a ti... —dijo el hombre, agachándose a la altura de Lacey y tomándola de una de sus mejillas.


Con su otra mano, sacó un pañuelo de su sudadera. El olor dulzón y químico le hizo sentir náuseas a Lacey. El hombre lo colocó sobre su nariz y boca, y Lacey sintió su conciencia desaparecer.


Su cuerpo se relajó, exhausto, y el hombre la cargó bruscamente sobre su hombro. Lacey sintió su visión borrosa y su mente confundida. El hombre caminó hacia la camioneta negra, que esperaba en la oscuridad como una sombra.


La puerta se abrió con un crujido y el hombre la arrojó dentro. Lacey sintió el impacto del asiento y su cabeza golpeó contra la ventanilla. El mundo a su alrededor se desvaneció en la oscuridad.


El hombre se sentó al volante y arrancó el motor. La camioneta se alejó en la noche, llevándose a Lacey hacia un destino desconocido.

⇢ ˗ˏˋ𝑨𝑴𝑶𝑹 𝑭𝑶𝑹𝒁𝑨𝑫𝑶 ࿐ྂDonde viven las historias. Descúbrelo ahora