Korra x Asami

Luz y oscuridad

Luz y oscuridad.

Korra miraba aquellos espíritus oscuros mayores, sentía que las piernas le temblaban, jamás había visto semejantes criaturas, el ojo amarillo y de pupila vertical de Thulak la observaba fijamente con cierta fascinación al tiempo que agitaba dos grandes tentáculos, Rhekhan soplo su aliento caliente sobre ella al tiempo que acercaba su titanica cabeza de dragón haciendo la retroceder.

—¿Está es el avatar actual?— preguntó Vreshla, su voz sonaba como una tormenta lejana, la Maestra de los cuatro elementos se percató que ella apenas le llegaba al tobillo de aquel ser.

—Así es mi Sra, ella es el avatar actual.— respondió Zorhaan haciendo que se elevara aún más la esfera donde se encontraba Jinora.

—¿Qué es lo que quieren? ¿Por qué querías que viniera hasta aquí? Y lo más intrigante. ¿Cómo es que tu espíritu se encuentra en este lugar?— Korra miraba alternadamente a aquellos espíritus mayores sintiéndose intimidada, esperaba cualquier movimiento de parte de ellos para contratacar, pero aquellos seres únicamente la observaban con curiosidad.

—Quería que vinieras hasta este lugar porque en el tiempo en el que yo vivía y hice un pacto con ellos y a llegado el momento de cumplir.— la maestra de los cuatro elementos no entendía qué clase de pacto habría hecho un avatar con semejantes criaturas.

—¿Hiciste un pacto con estos espíritus? Seguramente no eras un muy buen avatar en tus tiempos, no imagino como yo haría algo así.— dijo con sarcasmo.

—Jamás podrías entenderlo, yo era un avatar digno, mantenía el equilibrio en las cuatro naciones, era reconocido en la tribu Agua del sur como el mejor avatar que había nacido entre sus habitantes, me doy cuenta que tú también eres nativa de esa tribu.— contestó mirándola con esos ojos negros que parecían dos abismos.

—¿Eras reconocido como el mejor avatar que había nacido en la tribu Agua del sur? sinceramente lo dudo, el deber del avatar es ayudar a mantener el equilibrio en el mundo, no dejarlo en la oscuridad, es por eso que te entrenas en las cuatro naciones para poder entender cada uno de los elementos y como todos ellos en conjunto le dan equilibrio al mundo.— los labios de Zorhaan se torcieron en una mueca de ironía.

—Seguramente Raava nunca te hablo sobre mí, es lógico creo que quiso olvidar todo lo relacionado conmigo. Yo siempre seguí el camino de la rectitud, al igual que todos los avatares anteriores me entrené en las cuatro naciones para entender cada uno de los elementos para darle equilibrio al mundo, bien sabes tú que el mundo está siempre en constante caos así como resuelves un problema uno nuevo llega, en los tiempos en los que yo vivía, hubo varios conflictos entre la nación del fuego y la nación tierra, intenté por todos los medios una solución diplomática, pero los humanos son tercos siempre ambicionan tener más de lo que ya tienen, se desató una guerra entre estas dos naciones por el territorio, hablé con los líderes de cada una de estas naciones, ambos rehusaron frenar las ofensas los unos contra los otros inevitablemente hubo pérdidas de ambos bandos. estaba profundamente enamorado de una joven de la nación del fuego mi amada Nira, era mi Mosa, la mujer más hermosa y perfecta que jamás había conocido, sumamente gentil, era capaz de ver la bondad en cada una de las personas aunque fueran las personas más viles y ruines, sentía que era la mujer perfecta para mí, aquel complemento que todos los seres humanos llegamos a desear en algún momento, al final del día siempre escuchaba todo lo que tenía que decirle acerca del conflicto entre estas dos naciones, ella siempre me sugería que mantuviera la calma y siempre recurriera a la diplomacia a pesar de qué una y otra vez le comentaba que con mi poder podía acabar con la guerra y así evitar más muertes.— Korra escuchaba atentamente cada una de sus palabras notando como cuando hablaba de Nira lo hacía con pasión.