Mi único deseo es simple

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El esplendor del sol se encontraba en toda la cara. Estuve varios minutos acostumbrando a mis ojos del silencioso intruso de mi habitación quedándome en un punto fijo. Sentí el impulso de visitar a Guillermo, cumplíamos un año, y eso fue lo que me sacó de la cama a arreglarme para salir del silencio de mi casa, mientras caminaba observé una florería, los colores de las flores adornaban todo el frente del negocio, me adentre a ella y pedí un ramo de rosas que son las favoritas de Guillermo, sonreí ante el recuerdo de la vez que lo mencionó, aunque igual tomé nota para sorprendelo las próximas citas.

-¿Para quién son las flores?- Escuché a la señora de cabellos que se asemejaban a hilos de plata junto unos ojos azules que le agregaban dulzura a sus arrugas.

-Son para la persona que se ganó mi corazón con su sencillez- Contesté naturalmente a la vez que varios recuerdos pasaban por mi mente

-¿Son una sorpresa querido? Estoy segura que le encantarán- A mi también me gustaría que le encantarán pensé

-Si-mi voz se apagó- Una gran sorpresa- solté en un susurro, ganándome una mirada confundida de la señora al frente de mi

--¿Tu amas demasiado a esa persona-

-Si, lo amo-Dije seguro- Amo con todo mi corazón, es una de las pocas personas que su sonrisa puede despertarme mejor que un café, jamás me separaría de el-

- Me alegra que todavía existan muchachos que amen como lo haces-Me dedico una sonrisa ignorando que si era para un hombre las rosas que me entregó

-Muchas gracias- Dije antes de escuchar el sonido de la campana al salir

Caminé al lugar donde me iba a encontrar con mi chino, tenía un gran nudo en el estómago, al transitar por estas calles me hacían recordar todas las veces que salíamos juntos, nos abrazabamos, en las noches nos besabamos y en las mañanas íbamos tomados de las manos.

-Hola cariño-Dije con una sonrisa, y con el ramo detrás de mi espalda.

-...- Silencio

-Hoy me desperté con muchas energías-Mencioné -No como otros días que no tengo ganas ni de abrir los ojos, perdóname bebé

-...- Más silencio

-¡Traje esto!- Puse al frente el ramo de flores-Se que son tus favoritas amor- A un lado las coloqué.

--...- El peor silencio de este mundo

-Ha tanto tiempo, te he extrañado tanto-Algo atravesaba mi garganta-¿No me has extrañado guapo?- Las lágrimas se me acumulaban en los ojos.

-...- Sólo di algo, lo que sea

-Tantas cosas han pasado- Prosigo sin poner atención a las lágrimas cayendo- Te has perdido de tanto... al igual que yo-

-...- Una sencilla palabra, no pido más nada

-Te amo mucho-

-...- Ninguna respuesta.

-A tu lado estaré, siempre- Le recordé- esperándote

Se sentó a llorar, sabía que uno de los señores que trabaja en el cementerio lo miraba, se conocían, claro como olvidar a una de las personas que siempre viene a sólo llorar, rezando a que volviera la persona con quien compartió tantos años, recuerdos, sueños, todos enfrascados en ellos.

Días después, puse fin a mi sufrimiento, una dosis de pastilla no sonaba tan mal, muchas personas me ayudaron pero como dicen "Ponemos atención sólo a lo que nos interesa" Mi interés era volver a verme con Guillermo, sólo una vez quería ser egoísta con mis sentimientos, sólo una última vez...





Ah, que recuerdos de haber escrito este fanfic, lo cambié de pies a cabeza. Escribía muy feo en esa época.

Gracias por llegar al final y leer esta historia, tenía mucho tiempo sin escribir wigetta

A tu lado siempre estaré 》WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora