Perdidas y más Perdidas.

21 1 0
                                    

Me senté al lado de Daryl en las gradas del porche de la casa, observando cómo reparaba su motocicleta mientras fumaba.

-La recuperaste -dije, rompiendo el silencio.

Daryl asintió sin mirarme.

-Los salvaste, es lo que eres, no puedes evitarlo -dije sonriendo.

Daryl se encogió de hombros.

-Se puede, debí matarlos -dijo, su voz baja y seria.

Me sorprendí.

-¿Por qué no me dijiste de la misión de ayer? ¿A dónde fueron? -pregunté.

Daryl se giró hacia mí.

-No te dije porque era peligroso -dijo.

Me sentí frustrada.

-Debiste decirme, hubiera ido -dije.

Daryl me ofreció su cigarrillo y lo acepté, inhalando el humo.

-Ya mucho -dijo, quitándomelo.

-Debiste decirme -repetí-. Me siento inútil.

Daryl me miró con seriedad.

-No lo eres -dijo-. Sé que eres fuerte, pero también sé que eres joven y no deberías estar queriendo matar personas.

Me defendí.

-No soy una niña, Daryl -dije.

Daryl sonrió suavemente.

-Para mí lo eres , eres mi niña.-dijo.

Su respuesta me tocó el corazón. Daryl siempre me había protegido, siempre me había visto como una persona valiosa. Y yo a el.

Justo llegaron Rosita y Denisse, interrumpiendo mi conversación con Daryl.

-Recuerdo haber visto algo cuando salí de la ciudad -dijo Denisse-." Edison Farmacia" y Boutique. Está en un centro comercial, pero si era farmacia, tenía medicamentos. Y como tú y Rosita no tenían nada que hacer, pensé que podrían ayudar.

-Iremos -dijo Daryl.

-Yo también iré -agregó Denisse.

-¿Cuánto tiempo estuviste afuera? -pregunté.

Denisse negó con la cabeza.

-No te dije que irías -me dijo Daryl-. Iremos Rosita y yo.

-No, yo me niego a llevarla de paseo -dijo Rosita, dándose la vuelta y yéndose.

-Bueno, vamos -dije
.
.
.

Íbamos en el auto, Daryl manejando, Denisse en medio y yo al otro lado.

-Creo que... -se quedó callada Denisse.

-¿Qué? -preguntó Daryl.

-Aprendí a manejar auto con cambios manuales en este tipo de carcacha cuando tenía 15 años -dijo Denisse.

-Daryl aprende a manejar - agregué.

Daryl intentó cambiar de marcha, pero el auto comenzó a hacer movimientos extraños. Yo intentaba no reírme mientras Denisse se reía.

-¿Qué pasa? -pregunté.

-No sé -dijo Daryl, frustrado-. Este auto es una basura.
.
.
.

-Daryl, mira -dije, señalando la carretera. Había un árbol en medio de ella.

Bajamos del auto, dejando a Denisse dentro.

-El árbol se pudrió, no lo tumbaron -dije, viendo a Daryl.

Hasta el fin/ Carl Grimes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora