Parte 1

67 8 4
                                    

Aquel martes te maté o tal vez fui yo quien murió al sentir tus labios junto a los míos la ilusión de ser un nosotros, pero la adrenalina y el dolor se apoderaron de mí, tus últimas palabras resonaban en mis oídos: "Alguien más llegó a mi vida", en ese momento solo escuche un sonido y no fue de nosotros, al escuchar aquello, me derrumbe y te derrumbe junto a mi, no me permitiría el lujo de caer sola, porque si te ibas no podía vivir sin ti.

Mi corazón se rompió en mil pedazos, me preguntaba como debía continuar, porque morir con tu sabor es la única manera de morir en paz, con eso en mi mente mate al hombre que un día ame y soñé tener entre mis brazos; una vez mas víctima de mis recuerdos, no porque no te quisiera, sino porque me quería más yo de mi ilusoria vida, te borre como una frase en un libro, por que sabia que lo nuestro no tenia un futuro, los dos éramos drogas para el otro sabíamos que nos hacíamos daño pero nos hacia feliz estar juntos, mi alma ya no podía mas con esto y junto con la razón tomamos la decisión de irnos, matarte de nuestro corazón, y fue así como aquel martes te mate de mi corazón aunque nunca de mi vida, serias esa brisa que me vuela el cabello o ese rayo de sol que me despierta.

Pues no sabia que hacer ya había llorado, ya había muerto por dentro, ya había matado tu sentir porque no existía un nosotros solo un recuerdo, con esto caí al vacío para no volver jamás, pero al caer en ese vacío me di cuenta que el seguía en mi mente y no funcionó caer en el vacío pues tú seguías ahí en mi mente, en mi corazón, en mis recuerdos. Aquel martes te maté y caí en una profunda depresión por que no podía olvidarte, hasta incluso me arrepentí pero ya era demasiado tarde, no puedo volver atrás, me lamento por lo que te hice pero sé que muy pronto nos reencontraremos y podré pedirte perdón de rodillas por lo que hice, aunque se que no tengo excusa o justificación, mi enorme amor y mi miedo a perderte fue lo que nos trajo hasta aquí, por eso tome esa decisión, la mas difícil de mi vida, por que mi vida eras tú y solo tú.

Fue entonces que me di cuenta que, debía dejarte ir sin remordimientos, sin ninguna confusión que me perturbe, aunque por dentro cada centímetro de mi corazón estaba muriendo en cada segundo transcurrido, no había otra manera más que seguir adelante, respiré profundo y caminé lo más rápido que pude, en el trayecto mis lágrimas inundaron mi rostro y grandes nudos en la garganta me obstruían mi respiración, quise gritar pero ya ni la voz me salía, me resigné a guardar silencio mientras el dolor me poseía y de repente apareció un recuerdo.

Aquel martes te mate, junto a ti yacían nuestros recuerdos, y el dolor mismo de la imposibilidad de vivir, junto a ti se encontraba mi corazón y mi vida, aquel martes te mate y mi vida también se acabo todo era negro a mi alrededor, la soledad inundaba mis cinco sentidos allí me di cuenta, de nuevo, que yo sin ti no era nada, estaba perdida, aquel martes te mate, sin piedad abrí tu pecho y robe tu corazón que al fin era mío.

Perseguirte en la otra vida, hasta eso quise hacer, por eso aquel martes te mate y me mate, pero algo me retenía y eso era el sentimiento del peor día de mi vida ese día en el que nosotros nos amábamos en el que tu corazón también latía por mi...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 18, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Aquel martes de muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora