Steve Harrington x Billy Hargrove x LectorMasc
Steve y Billy se medían con la mirada, esa tensión eléctrica entre ambos casi palpable, como si cada uno estuviera aferrado a la idea de ser el único rey en ese mundo de miradas altivas y sonrisas desaf...
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FASTCAR ¿Isn't?
A la mañana siguiente, la luz del sol se filtraba a través de las cortinas, iluminando suavemente el cuarto. Steve fue el primero en abrir los ojos, parpadeando mientras se acostumbraba a la luz. Aún sentía el calor de __ a su lado, sus brazos entrelazados en un abrazo perezoso que había durado toda la noche. Con una sonrisa, miró a __, que aún dormía profundamente, con una expresión de paz que no veía tan a menudo.
No queriendo despertarlo, Steve se deslizó con cuidado, soltando el abrazo y levantándose despacio. Aún en silencio, comenzó a recoger las cosas que habían quedado esparcidas por el cuarto después de la fiesta: botellas vacías, vasos, restos de comida. Caminaba de puntillas, haciendo el menor ruido posible para no romper la calma de la mañana.
Terminé de limpiar justo cuando el reloj marcaba las 11. Miré a mi alrededor, satisfecho con el resultado: cada cosa en su lugar, la casa impecable. Me dejé caer en el sofá, aliviado, pero apenas cerré los ojos unos segundos cuando escuché un murmullo adormilado desde el pasillo. __, todavía medio dormido, entró al salón, mirándome con una mezcla de reproche y desconcierto.
"¿Por qué no me despertaste para ayudarte?" refunfuñó, con el cabello despeinado y la voz ronca por el sueño. Me miraba entre molesto y confundido, como si intentara procesar que ya había terminado todo el trabajo solo.
Sonreí, encogiéndome de hombros. "Parecías tan cómodo que no quise arruinarte la mañana," respondí, dándole una mirada burlona. "Además, alguien tiene que aprovechar mi talento para la limpieza, ¿no?"
__ bufó, pero al instante noté cómo le costaba mantener el enojo. Se dejó caer en el sofá a mi lado y soltó un suspiro. Su cara aún tenía esa expresión suave que le daba el sueño. Al ver su cansancio y sus ojeras de la noche anterior, me acerqué un poco más y le di un suave codazo. "Pero, mira, ya que estás despierto... tenemos tiempo para darnos una buena ducha antes de ir a clase. A las 11 todavía no es tan tarde."
Se quedó en silencio por un segundo, procesando lo que acababa de decir, hasta que finalmente sonrió de lado, alzando una ceja. "¿Ah, sí? ¿Y me vas a acompañar, o solo fue una invitación educada?"
Me eché a reír y me puse de pie. "¿Qué te parece si dejamos de hablar y vamos de una vez?"
Nos dirigimos juntos al baño, y la idea de compartir una ducha no parecía tan loca a esas alturas. El cansancio y el sueño se mezclaban con una comodidad que hacía que cada paso se sintiera natural. Entramos, y sin mucha ceremonia, abrí el agua, dejándola correr hasta que alcanzó la temperatura justa. Cuando el vapor comenzó a llenar el ambiente, miré a __ y le di un gesto de "adelante" mientras él se quitaba la camiseta y entraba primero.
El agua estaba tibia, y al sentirla sobre mis hombros, el cansancio comenzó a desvanecerse. __ se acercó, su expresión suavizándose aún más mientras el agua caía sobre su rostro. Por un instante nos miramos sin decir nada, dejando que el sonido del agua hablara por nosotros. Me acerqué y le pasé las manos por los hombros, casi sin pensar, masajeando los músculos tensos que la noche anterior y la falta de sueño le habían dejado.
