—¡Lalisa! —
—¡No lo hagas! —
Pov Lalisa
El rugido de los motores resonaba a través del aire cargado de tensión. Nos encontrábamos en una carrera en cuatro ruedas, donde la adrenalina pulsaba en nuestras venas como el combustible que alimentaba a los automóviles. Después de un forcejeo agotador con Chitthip, quien parecía decidida a matarnos, finalmente logramos liberarnos. Una mirada rápida hacia atrás me hizo comprender más la gravedad de la situación: más hombres se acercaban, y su número superaba al nuestro.
Los azules, como los llamábamos, se acercaban, pero no lo suficiente como para salvarnos a todos. Sus gritos y el estruendo de las sirenas se mezclaban con el sonido de nuestros corazones latiendo desbocados. Era una carrera por la supervivencia.
Observé a mi hermana, Pranpriya, con impaciencia. Ella era mi roca, mi guía en este caos. Pero en ese momento, su expresión reflejaba la misma ansiedad que sentía yo. A pesar de ser gemelas, siempre había sido ella quien asumía el papel de protectora. Fortalecía nuestro vínculo con su valentía, pero ahora, incluso ella parecía atrapada en la red de incertidumbre que nos rodeaba.
—¿Qué hacemos? —le pregunté, mi voz apenas un susurro.
Pranpriya giró su cabeza hacia mí, sus ojos destilaban determinación, pero también una chispa de miedo que nunca había visto en su mirada.
—Debemos seguir corriendo. No podemos quedarnos aquí —respondió, su tono firme, aunque su cuerpo temblaba ligeramente.
Con un asentimiento, tomé su mano y se aceleró el auto. Cada minuto nos alejaba del peligro inmediato, pero la sensación de estar siendo perseguidas nunca desaparecía. Las sombras de los hombres se alargaban detrás de nosotras, y las sirenas era un eco distante, pero cada vez más amenazador.
Atravesamos el bullicioso mercado, donde los aromas de especias y frutas frescas se mezclaban. Ya estaba amaneciendo, y las risas y los gritos de los vendedores se oían a nuestro alrededor. En esos momentos, éramos solo nosotras contra el mundo, hermanas unidas por el miedo.
—Por aquí. Si nos alejamos más, ellos nos seguirán y así los azules podrán salvar a Jisoo y las niñas —dijo Pranpriya, adentrándonos hacia un callejón estrecho.
Páramos el auto y nos bajamos. Cosa que nos arrepentimos después de ser rodeadas por motocicletas. De momento llego Chitthip vestida completamente de negro y con un sombrero que tapaba su rostro.
¿En qué momento se habrá cambiado?
—Entren al auto y no me hagan perder más la paciencia —ordenó, haciendo un desdén con su mano, para que nos metan a la fuerza.
...
Lo siguiente que vi fue como nos trasladaron al hospital abandonado donde me encontraba anteriormente con la enferma de Solar. No entendía absolutamente nada. ¿Ellas se conocen?
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Idénticas | JenLisa
FanficEllas son gemelas, separadas al nacer. Completamente diferentes como sus personalidades, gustos, hábitos, y vida. Por un lado esta, Pranpriya Bruschweiler, una chica "normal" de veintitrés años que es deportista, pero que vive su vida a límites y e...