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A mi Doña. Creo que no hay más que decir :)


Los servicios de emergencias no tardaron en llegar, pero a Fina se le había hecho eterno, mientras los médicos estabilizaban a Marta, la policía se acercó a hablar con Fina.

-Buenas noches señorita...

-Valero, Fina Valero.

-Señorita Valero, soy el Inspector Rafael Ventura, necesito hacerle unas preguntas sobre lo sucedido.

-De acuerdo- contestó Fina sin mucho ánimo-

-¿Qué ocurrió?

Fina le contó que habían tenido un simulacro, había ido a buscar a Marta a la azotea y que cuando llegaron al coche una voz les detuvo.

-¿Consiguió identificar algún rasgo? ¿Olor? ¿La ropa que llevaba? ¿Altura?- Preguntó a toda carrerilla el Inspector.

-Tenía voz de chico joven, pero no una voz grave, solo podía oler la pólvora, iba vestido de negro y como usted de alto, llevaba una máscara de carnaval veneciano.

-Muy bien- respondió el agente. Una pregunta más, ¿por qué no se fueron directamente con el equipo tras el simulacro?

-Porque Marta no estaba contenta con el resultado y fui a buscarla mientras el resto del equipo se iba, mi IInspector Jesús Merino fue quién me ordenó que fuera a buscarla mientras ellos se dirigían a comisaría.

-Está bien, si recuerda algo más por pequeño, irrelevante o insignificante que le parezca, hágamelo saber- Le dijo mientras le daba una tarjeta.

-¡Nos vamos!- Se oyó decir al médico.

-Quiero ir con ella.- Respondió Fina con voz autoritaria.

-Lo siento, señorita está muy grave y usted no es familiar-

A Fina no le dio tiempo a contestar porque la ambulancia ya estaba en marcha. En un principio pensó en ir al hospital directamente, pero fue a su comisaría, habló con el equipo, les comentó lo que acababa de suceder y puso la denuncia. Habló con sus padres para que se quedaran con Valentín y llamó a su cuñada Luz que era la niñera de la pequeña, la mujer de su hermano Luis, para que se quedara con Julia esa noche.

Se dio una ducha en los vestuarios de la comisaría, se cambió de ropa, cogió algo para picar y beber de la máquina expendedora y ahora si, se dirigía al hospital, que no tardó mucho en descubrir en cual se encontraba, gracias a que pidió a su mejor amiga, Begoña, que hiciera las llamadas necesarias para saber a que hospital se habían llevado a Marta.

-Fina, espera- era Jesús quién la llamaba.- ¿Quieres que te acompañe?

-No hace falta, solo quiero ver y analizar la situación y ponerme a buscar a ese mal nacido.

-Daremos con él, y créeme, no pienso perdonarle lo que nos ha hecho esta noche. Marta es fuerte, ya verás como sale de ésta, además os quiero asignar un caso- Le entregó un dossier con el nombre del caso: Expediente 1958, Jaque a la Reina.

-Jesús... ¿por qué este nombre? ¿Y por qué Marta y yo? Acabamos de salir de la academia, es un caso gordo que deberían de llevar Begoña, mi hermano Luis, Jacinto, no sé... gente con experiencia.

-Tienes razón, y vais a estar acompañadas en todo momento de ellos, pero desgraciadamente lo habéis vivido en vuestros pellejos y vuestro punto de vista serán importantes, además, sois de lo mejor que ha pasado por estos lares en muchos años, y espero, que seáis vosotras quienes algún día obtengáis el rango que yo tengo- Dijo con toda la sinceridad del mundo- Y el nombre del caso... 1+9+5+8 da 23, todas las violaciones se cometen el día 23, además de que todas las violaciones se dan a las 19 horas, son cada 5 meses y en todas las calles dónde se producen los hechos es el número 8. ¿La Reina? Porque el muy cabrón deja una pieza de ajedrez, concretamente la Reina.

Expediente 1958,  Jaque a La ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora