Ebrio de amor ; Strollonso

¿Podrías llevarte a Lance?

Lance siempre había admirado a los campeones de Ferrari, era la escudería preferida de su padre y ese amor le fue transferido a él. Aún recuerda cómo fue a una carrera de Formula 1 y estuvo en el garage de la escudería italiana. En aquella época, Felipe Massa y Fernando Alonso formaban parte de la escudería.

Aún recordaba lo emocionado que se sintió al ver al gran Fernando Alonso, dos veces campeón del mundo, delante suyo y dándole un abrazo. Ese mismo día se prometió a sí mismo llegar hasta la Formula 1 y competir con Fernando.

Y, después de un par de años y diferentes categorías, lo logró. Era piloto para Williams, el carro a veces iba de la mierda o cometía errores de novato, pero había logrado su objetivo. Corría en Formula 1 y competía contra su gran ídolo de toda la vida (si omitimos a Michael, claro).

Fernando, ese nombre vagaba por su mente más de lo que le gustaría admitir. Siempre fue su fan, amaba verlo correr en la pista, disfrutaba de las entrevistas que hacía y de su forma de ser tan particular y graciosa.

Aunque, con los años, debía de admitir que aquel amor y admiración pasaron a convertirse en un crush que no desaparecía. Esteban se había burlado de él, le decía que debería dejar ir su enamoramiento por el "anciano". Felipe Massa, por su parte, cuando se enteró de toda la situación, solamente alzó sus hombros, soltó un: "ya lo sabía" y concluyó con un "tienes un pésimo gusto en hombres, Lancey".

Ahora estaban todos reunidos en un restaurante para celebrar el retiro de Fernando. Lewis y Sebastian sabían que el asturiano no duraría nada en el retiro, era más probable que volviera a la categoría ante la más mínima oportunidad de un asiento vacío. Kimi solo le decía que lo comenzaba a envidiarle, ganándose una risa por parte de su compañero y novio alemán.

Lewis y Sebastian se habían ofrecido a pagar la cena de despedida, pero con la promesa de que cuando ellos se retirasen, Fernando debía de pagar las suyas. El español accedió, de todos modos, sabía que faltaba un par de años para llegar a eso y su billetera era capaz de soportar las exigencias de ambos campeones mundiales.

Así que, allí estaban todos. Lance se había sentado al lado de Esteban para sentirse más cómodo. La mesa era alargada, así que delante suyo se encontraban Charles Leclerc y Marcus Ericsson, Fernando está un poco más abajo en esa misma fila, entre Carlos Sainz y Sergio Pérez.

El menor se sentía devastado por dentro. Solo había podido competir 2 temporadas con él y ni siquiera sabía si el español lo reconocía del todo. Realmente Fernando no era tan cercano con los rookies y sus círculos eran algo cerrados.

Perder a su ídolo en la categoría era algo nefasto, así que decidió que beber sería una opción para ahogar estas penas, todos lo estaban haciendo en lo que esperaban que llegase la comida. Lance no dudó en ordenar un poco de cerveza, con eso no se pondría ebrio de inmediato.

—Bien, Lance, vas a ir con calma con la cerveza, por favor —pidió el francés.

—¡Vamos! Bebamos un poco, para olvidar las penas —el canadiense le puso su cerveza.