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Minho estaba de pie junto a la mesa del comedor, revisando los últimos detalles de la pequeña reunión que había planeado con Jisung. La música suave de fondo y las luces tenues ayudaban a crear una atmósfera relajada, casi íntima. Jisung, con una cerveza en mano, estaba organizando algunas botanas en la mesa, mirando de reojo a Minho mientras dejaba escapar un suspiro.

— ¿Todo listo? — preguntó Minho, mirando a Jisung mientras se aseguraba de que todo estuviera en su lugar.

Jisung asintió distraídamente. — Sí, solo faltan unos minutos para que lleguen... pero no sé si esto vaya a funcionar. Digo, no quiero que las cosas se pongan raras.

Minho le lanzó una mirada cargada de significado, un tanto divertida. — Relájate, Jisung. Esto es solo una pequeña reunión, nada más. Nada de qué preocuparse.

A pesar de sus palabras, había algo más detrás de su tono, algo que Jisung no alcanzaba a descifrar completamente. Mientras él seguía arreglando las últimas cosas en la mesa, Minho se dejó caer sobre el sofá, mirando su teléfono. La ansiedad que sentía por la culminación del plan estaba empezando a invadirlo, pero mantenía su rostro impasible.

En ese momento, la puerta del apartamento se abrió, y Minho levantó la vista. Hyunjin apareció en el umbral con una sonrisa ligera, pero su mirada parecía más calculadora que alegre. A su lado, Yongbok entró detrás de él, claramente algo incómodo por la situación, pero manteniendo una expresión relajada.

Minho se levantó y caminó hacia ellos. — ¡Finalmente! Estaba empezando a pensar que no llegarían nunca —dijo, tratando de sonar lo más natural posible.

Hyunjin le devolvió una sonrisa, entrando completamente al espacio. — No te preocupes, no estamos tan tarde —respondió con tono tranquilo.

Yongbok observó el lugar rápidamente, como si estuviera asegurándose de que todo estuviera bien. La mirada furtiva de Minho y la forma en que Hyunjin se movía por la habitación le hicieron preguntarse si todo estaba en orden. Sin embargo, no dijo nada al respecto.

— Vamos, relájate —le dijo Minho a Yongbok, quien aún parecía estar un poco tenso. — Es solo una reunión entre amigos. Deja que esto fluya, todo va a estar bien.

Jisung, que aún estaba acomodando algunas cosas, notó que la llegada de Hyunjin y Yongbok había cambiado el tono del ambiente. Algo en su interior le decía que las cosas no serían tan fáciles como había querido. Minho se acercó a él, dejando escapar una pequeña sonrisa que Jisung no pudo descifrar, pero sabía que estaba relacionado con algo más que solo la reunión.

La noche continuaba desarrollándose sin muchas sorpresas. La conversación fluía suavemente, pero Minho no podía evitar sentir una mezcla de tensión y anticipación. Sabía que lo que estaban por hacer cambiaría todo. Él y Hyunjin se miraban de vez en cuando, intercambiando pequeñas sonrisas como si compartieran un secreto, mientras Yongbok y Jisung se mantenían algo al margen, aunque todavía con una energía palpable entre ellos.

Minho estaba esperando el momento exacto para poner en marcha el plan, cuando todo fuera lo suficientemente natural, lo suficientemente distendido. Y entonces, sabían que Jisung y Yongbok no tendrían más opción que enfrentarse a lo que habían hecho.

El plan había comenzado.

El pequeño intercambio de palabras se fue diluyendo conforme la noche avanzaba. Las copas de vino pasaban de mano en mano, y el ambiente se iba relajando poco a poco. Sin embargo, la tensión seguía flotando en el aire, aunque nada hacía pensar que algo fuera a interrumpir esa calma.

Fue cuando Minho y Hyunjin se miraron que todo cambió. Con un gesto imperceptible, se levantaron al mismo tiempo. Jisung y Yongbok no parecían prestar demasiada atención. Sin embargo, Minho y Hyunjin se dirigieron hacia la habitación que compartía la pareja residente, ambos actuando con total naturalidad, como si fueran a buscar algo.

𝘈𝘮𝘢𝘳𝘢 𝘷𝘦𝘯𝘥𝘦𝘵𝘵𝘢 • HyunHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora